¿Qué es el mobbing?
A mediados de los 80 del siglo pasado, el psicólogo alemán, Heinz Leymann describe el acoso psicológico laboral, en inglés “mobbing”, como un proceso repetitivo y sistemático de conductas hostiles por parte de uno o varios individuos en el ámbito laboral hacia otra u otras personas, en un período de tiempo prolongado.
Esa frecuencia en el hostigamiento genera importantes y perjudiciales efectos en la/s víctima/s. Lo que persigue el acosador, en última instancia, es el abandono de la persona acosada de su puesto de trabajo
El acoso laboral no tiene por qué presentar las mismas características en todos los casos, pues se adaptará a las circunstancias dependiendo del entorno de trabajo. Entre las actitudes hostiles que Leymann recogió en un inventario, pueden destacarse:
1. Actividades de acoso para reducir las posibilidades de la víctima de comunicarse adecuadamente con otros: el acosador no permite comunicarse a la víctima, se le interrumpe continuamente cuando habla, es objeto de insultos, gritos, se ignora su presencia, ataques verbales etc.
2, Actividades de acoso para evitar que la víctima tenga la posibilidad de mantener contactos sociales: nunca se habla con la persona acosada, se le aisla de los compañeros, se prohíbe a los compañeros hablar con ella…
3. Actividades de acoso dirigidas a desacreditarla profesional o personalmente: calumnias, rumores orquestados, burlas, se se controla y registra su trabajo con fines malintencionados, se le obliga a realizar tareas humillantes…
4. Actividades de acoso dirigidas a reducir la ocupación de la víctima y su empleabilidad: no se le asigna trabajo, se le asignan tareas inútiles y/o absurdas…
5. Actividades de acoso que afectan directamente a la salud física o psíquica de la víctima: se le obliga a realizar trabajos peligroso o nocivos para la salud, amenazas físicas, agresiones.
Tipos de acoso laboral
Si se sigue un criterio de nivel jerárquico, esa relación abusiva pude llevarse a cabo por compañeros de trabajo, por subordinados o por superiores en la escala jerárquica organizativa. Distinguiéndose entre acoso horizontal cuando el trabajador es acosado por otro compañero de su misma escala jerárquica
En otras situaciones es el subordinado o subordinados quienes llevan a cabo el ataque psicológico, y en estos casos el mobbing se conoce como “mobbing ascendente”.
En el mobbing descendende o lo que es conocido como “bossing” (procedente del inglés boss, jefe) el empleado recibe el acoso psicológico por parte de una persona con cargo superior en la organización y por tanto que ejerce el poder. Muchas veces provienen de un problema de personalidad determinada del superior (jefe tóxico) que lleva a realizar este tipo de acoso.
En este último tipo de acoso, pueden señalarse, según el objetivo que persigue conseguir el acosador, el mobbing estratégico empresarial, cuando ese acoso viene determinado por la estrategia que sigue la empresa u organización, tratando por ejemplo de que la víctima rescinda su contrato laboral por voluntad propia, ahorrándose así los costes que en caso contrario debería sufragar; en el mobbing disciplinario se utiliza la idea de imponer un castigo (por ejemplo, de cambio de funciones, de puesto...) y que a través del miedo el trabajador desarrolle un cambio de conducta. Este método además representaría un modo de advertencia para los demás empleados.
Existe también lo que se conoce como mobbing perverso, cuando no se trata de conseguir ningún fin laboral, y son las características de personalidad del acosador las que lo dirigen. Este caso tiene difícil resolución, más allá de que el acosador abandone la organización. En este tipo de mobbing, sin un objetivo laboral, suele resultar complicado probar lo que está sucediendo, pues el perpetrador del acoso se protege ejerciendo la violencia sin testigos
Fases del acoso laboral
El mobbing es un proceso complejo que transcurre a lo largo de un tiempo prolongado. Se desarrolla progresivamente, poco a poco se va entrando en una escalada de conductas hostiles.
La primera de las fases correspondería con la fase de la aparición del conflicto, ya sea por un tema organizativo, estratégico o interpersonal. En esta fase todavía no puede hablarse de acoso laboral en sí mismo.
La siguiente fase ya constituirá la fase de mobbing, pues en ella el acosador establece de manera sistemática y repetida las conductas de hostigamiento a lo largo de un dilatado período de tiempo que termina haciendo que la persona se sienta excluida del entorno laboral.
Efectos del acoso laboral
Se han realizado bastantes estudios sobre las consecuencias psicológicas que tiene el acoso laboral en las personas mostrando que tiene un claro efecto negativo sobre la salud de los trabajadores afectados. Los efectos que más nos encontramos en consulta son:
- Ansiedad, tristeza, apatía, desmotivación, desesperanza, miedo, estrés, frustración, ira e irritabilidad, agotamiento emocional.
- Disminución de la percepción de autoeficacia y control sobre los acontecimientos, inseguridad ante las habilidades y recursos propios
- Pensamientos minusvalorativos hacia uno mismo, “ser un fracaso”, pensamientos de culpa, de inseguridad . Además, la impredectibilidad de las conductas hostiles aumentan la percepción del ataque y de la falta de recursos para afrontarlos
- Comportamientos hipervigilantes y de alerta por sentirse en peligro de manera constante
- Soledad en el entorno laboral por la exclusión recibida y por la búsqueda voluntaria de aislamiento, que en buen número de ocasiones se extiende a la vida personal, disminuyéndose también el apoyo social
- Síntomas físicos que traducen el estado emocional de la persona acosada: tensiones, dolores de estómago, diarrea, fatiga, mareos, temblores, dificultades de sueño...
A un nivel laboral, la persona acosada ve afectado su rendimiento, tanto en la cantidad como en la calidad de su trabajo, además de aumentarse el absentismo por bajas laborales, lo que se traduce en el aumento de visitas al médico
Tratamiento para el acoso laboral
El tratamiento dependerá de la situación concreta y las circunstancias personales del paciente. En Psicopartner utilizamos terapias psicológicas contrastadas a nivel científico enfocadas a estabilizar los síntomas de desregulación emocional, facilitando técnicas de afrontamiento del estrés que generen en la persona mayor percepción de autoeficacia y confianza en sus habilidades.
Además cada vez es más frecuente que las empresas pongan a disposición de los empleados un servicio de asistencia psicológica laboral que puede ayudar tanto a la prevención como a establecer medidas de actuación frente al acoso laboral.
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