Adicción al sexo: consecuencias
La adicción al sexo es una condición que también recibe el nombre de ‘conducta sexual compulsiva’ o ‘trastorno de hipersexualidad’. Consiste en la falta de control sobre el comportamiento sexual y suele ser un problema que va más allá de un impulso sexual excesivo. Acarrea conductas que provocan malestar en la persona que la padece y, como otras adicciones, puede derivar en dificultades sociales, económicas, afectivas y familiares.
¿Qué es la adicción al sexo?
A lo largo de la vida de una persona, tanto el apetito sexual como la frecuencia en las relaciones, varían. En algunas etapas el deseo sexual puede aumentar considerablemente, lo cual no significa que se haya desarrollado un trastorno. El problema es cuando las fantasías sexuales se vuelven obsesivas y el deseo resulta insaciable, con una necesidad continua de mantener relaciones sexuales o recurrir a la masturbación, en cualquier momento y de manera compulsiva.
Esta conducta sexual no suele resultar placentera, más bien genera malestar en las personas que sufren este trastorno, pues por lo general, experimentan una sensación de insatisfacción constante que se suele trasladar a otros aspectos de la vida. También la culpabilidad suele estar muy presente en las personas con hipersexualidad. Así pues, la adicción al sexo consiste en una falta de control sobre el deseo y los impulsos sexuales. Y aunque se considera una adicción, también es una conducta relacionada con la compulsión y la obsesión.
Causas de la adicción al sexo
Las causas de la adicción al sexo no son fáciles de determinar, y pueden ser varias. Entre ellas se encuentran las siguientes posibilidades:
- Trastornos que afectan al funcionamiento del cerebro, como algunas enfermedades de tipo neurológico. Por ejemplo la epilepsia o la demencia, que en ocasiones pueden generar daños en algunas áreas del cerebro vinculadas a la conducta sexual. También algunos medicamentos antagonistas de la dopamina como los que se usan para tratar la enfermedad de Párkinson, pueden generar un trastorno de hipersexualidad.
- Desequilibrios en las sustancias químicas producidas por el cerebro. Algunos neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, son los encargados de regular el estado de ánimo, pero si los niveles no son los adecuados y superan la dosis adecuada, puede dar lugar a conducta sexual compulsiva.
- Cambios en las vías cerebrales. La adicción sexual funciona como cualquier otra adicción, y con el tiempo se va agravando porque provoca variaciones en los circuitos neuronales, afectando a las bases cerebrales del refuerzo. Con el tiempo, la persona va necesitando una estimulación más intensa para obtener satisfacción y alivio de su impulso.
- Algunas experiencias traumáticas en la vida pueden desencadenar una hipersexualidad, como vía de escape. También es más frecuente en personas que han vivido una infancia o adolescencia con una fuerte represión sexual.
Principales síntomas de la adicción al sexo
Reconocer que podemos encontrarnos ante un trastorno de hipersexualidad puede ser difícil, por eso hay que estar pendiente de los síntomas más indicativos.
- La persona afectada experimenta conductas sexuales, fantasías e impulsos eróticos muy recurrentes e intensos, de manera incontrolable y que ocupan mucho espacio de tiempo en el día a día.
- Se presenta una fuerte atracción a mantener determinadas conductas sexuales, tras lo cual se experimenta una fuerte liberación de la tensión acumulada, acompañada de sensaciones de culpa y remordimiento.
- El adicto al sexo intenta controlar sus impulsos, conductas y fantasías, sin conseguirlo, lo que incrementa la frustración y la culpabilidad.
- El sexo compulsivo se convierte en una vía de escape de otros problemas como la ansiedad, el estrés, la depresión o la soledad.
- Quien padece este trastorno sigue teniendo conductas sexuales a pesar de los riesgos que puedan acarrear. Como perder relaciones importantes, contraer o contagiar infecciones de transmisión sexual, complicaciones laborales y económicas o incluso problemas legales.
- Las personas con adicción al sexo suelen tener dificultades para establecer vínculos y relaciones estables y saludables.
Consecuencias de la conducta sexual compulsiva
Además de los propios síntomas, que ya son de por sí una consecuencia negativa de este trastorno, la adicción al sexo puede dar lugar a complicaciones en la vida diaria de la persona que la sufre y de quienes le rodean. Estos son algunos problemas derivados de este tipo de adicción:- Quien sufre este trastorno se enfrenta a emociones desgastantes y negativas como vergüenza, culpa y baja autoestima.
- Pueden aparecer otros problemas relacionados con la salud mental como ansiedad, angustia, depresión o pensamientos (o actos) suicidas.
- Las conductas sexuales compulsivas suelen generar mentiras, o que relaciones importantes como la familia queden descuidadas y en un segundo plano.
- El deseo sexual intenso puede hacer que se pierda el objetivo y se busque actividad sexual en lugares y momentos inapropiados, por ejemplo, consumir pornografía en el trabajo, algo que puede poner en peligro la estabilidad laboral.
- Si la persona afectada recurre a servicios sexuales o compra de pornografía, puede terminar acumulando importantes deudas.
- La conducta adictiva puede derivar en consumo de sustancias como drogas o alcohol, ya sea para aliviar la culpa, o por desenvolverse en ambientes poco saludables.
- Las enfermedades de transmisión sexual son uno de los riesgos que enfrentan las personas con adicción al sexo, que pueden contraer una infección grave o bien transmitirla a otras personas.
- En ocasiones la conducta sexual de una persona adicta al sexo puede traspasar la legalidad, e incurrir en delitos sexuales con consecuencias como multas o arrestos.

Tratamiento para la adicción al sexo
La adicción al sexo se puede tratar en terapia utilizando diferentes técnicas. Generalmente se aborda a través de la psicoterapia para encontrar las causas del problema y desarrollar las herramientas adecuadas para enfrentarlo. A la vez, mediante la terapia cognitiva, se trabaja para regular los impulsos, las rumiaciones y las creencias limitantes que suelen desencadenar la conducta hipersexual. Si ha habido experiencias traumáticas también se deben reporteras para dar salida a las emociones bloqueadas. La clave de todo está en el cerebro y en la mayoría de los casos podemos reeducarlo para recuperar las riendas de nuestra vida y disfrutar de una relaciones y una sexualidad verdaderamente satisfactorias.
Si te has sentido identificado o identificada con alguna de las situaciones descritas y percibes que tu vida se está escapando a tu control, no dudes en contactar con el equipo de PSICOPARTNER para concertar una cita con el sexólogo y analizar detenidamente tu caso, y así poder ayudarte a desarrollar las herramientas necesarias para superar tus problemas.