Aún recuerdo con nostalgia y cariño el momento en el que decidí estudiar Psicología, tenía grandes ideas para el futuro que se me presentaba, todo era una visión un tanto utópica de una niña de unos 16 años que no veía con realidad los problemas y pensaba en tratamientos mágicos con soluciones exprés, el tiempo me permitió cambiar esa visión a una más realista, de esta manera empecé mi camino en la Psicología.

Decidí especializarme en Sexualidad, lo considero como uno de los ámbitos más importantes en la vida de las personas, el objetivo que persigo en consulta iría desde la promoción de salud sexual como de solución de diferentes problemas.

En consulta intento crear un clima de confianza para poder hablar con máxima naturalidad de los problemas que se nos presentan, cosa que favorece a todo tipo de problemáticas, pero podría considerarse crucial en el ámbito de la Terapia de Pareja y Sexualidad.

La Terapia de Pareja nos brinda una nueva oportunidad para poder aprender sobre alguno de los problemas que hayan ido apareciendo en nuestras relaciones y construir, con apoyo, una relación sana. Además de mejorar nuestras relaciones actuales y conocer otros tipos de relaciones otro de los objetivos que podemos perseguir en la terapia es aprender más de nosotros mismos.

Por último, con el colectivo LGTBIQ+, tendría la misión de crear un espacio seguro en el que poder verbalizar diferentes inquietudes, miedos,… además de acompañar a la persona y a su entorno en los procesos de transición.

Algunos de los aspectos que creo que me caracterizan a nivel personal y como terapeuta son la calidez y la empatía.