Ansiedad y comida

La comida es un actividad cotidiana y necesaria para que nuestro organismo funcione, crezca y nos brinde vitalidad y nos permita funcionar de manera óptima y adecuada, está además estrechamente ligada al disfrute y goce de los sentidos.

Disponemos de una cultura gastronómica fantástica que nos permite deleitarnos con todo aquello que nos gusta, son esos alimentos que ya forman parte de nuestra memoria emocional y nos ayudan a generar emociones agradables, como alegría y felicidad y en donde el cerebro desempeña un papel importante cuando los ingerimos.

En este proceso liberamos sustancias como la dopamina, que funciona como sistema de recompensa y nos da placer, y serotonina entre otras, que es conocida como la hormona de la felicidad y hace eso que nos sintamos bien, animados y felices. La serotonina también es la encargada de regular las sensaciones de hambre y saciedad y el sueño, una serotonina alta contribuye a estar más felices, con patrones de alimentación adecuados y con una mejor higiene del sueño.

Relación de la ansiedad con la comida

La ansiedad es una emoción primaria y adaptativa, funciona como sistema de alarma y ante la percepción de una amenaza o peligro se activa para avisar al organismo que tiene que generar una respuesta rápida que le permita sobrevivir.

Como consecuencia se produce una activación del sistema nervioso central que se traduce en respuestas fisiológicas: incremento de la tasa cardiaca, respiración más rápida y entrecortada, incremento de la conductancia de la piel, que eso conlleva a que sudemos en ocasiones cuando estamos nerviosos, incremento de la presión sanguínea que permite al cuerpo movilizarse ante la amenaza o peligro, así como liberación de cortisol, hormona del estrés que suele acompañar a estados de tipo de ansiógeno.

La ansiedad además está muy ligada a situaciones de incertidumbre como la que hemos vivido y estamos viviendo en pandemia. Ya escribimos sobre este tema en “Consejos para el ansia de comer en cuarentena” y seguimos viendo en nuestro centro un incremento de casos asociados que la comida es un refugio de la ansiedad pandémica.

Pero no solo se reduce a situaciones de la pandemia sino que abarca todas las facetas de nuestra vida: “no sé si me dejara”, “puede que suspenda el examen”, “me da miedo que no me den ese aumento”, “no sé si me despedirán”, etc…

Si la comida nos brinda placer y la ansiedad nos genera malestar es fácil que cada vez que estemos nerviosos, agitados o estresados la comida se convierta en un método eficaz para evitarla y/o neutralizarla.

El problema es que ese placer inmediato, a medio/largo plazo pudiera conllevar a una mala gestión emocional, desregulación de las sensaciones de hambre y saciedad, aumento de peso, así como déficit en la producción de serotonina: fluctuaciones anímicas pasando de estar más triste a más irritable, sentimientos de arrepentimiento y culpa, así como no abordar el problema que nos genera esa ansiedad, cronificándolo y no dándole una solución efectiva.

Factores que inician y mantienen la ansiedad por la comida

Los factores principales que generan este “hambre emocional” son:

  • Insatisfacción personal: Cuando estamos en un momento vital donde no nos sentimos a gusto con nosotr@s mism@s, que nos gustaría que algo en nuestra vida fuera diferente. El no conectar con lo que está pasando y gestionarlo a través de la comida, genera que no resolvamos el problema y como añadido nos sintamos con una fuerte sensación de pérdida de control sobre nuestro cuerpo, nuestra vida y nuestro entorno.
  • Válvula de escape: El utilizar la comida como un medio para no pensar o sentir, contribuye a como he comentado ingiramos en función de ese hambre emocional y no en funciona del hambre física, el hambre y la saciedad se altera y puede llevar a círculos viciosos como incremento de peso, culpa, establecimiento de dietas, alteración hambre y saciedad, atracones , culpa, restricción /dietas y así sucesivamente, pudiendo derivar en problemas más graves o trastornos con la alimentación.
  • Silenciar lo que necesitan tu mente y tu cuerpo, postergando aquello que nos preocupa o necesitamos en un momento dado, no hará más que agravar el problema y seguir sintiéndonos con elevado malestar.

Como manejar la ansiedad con la comida

Es importante tener en cuenta que la excesiva preocupación por comer sano (Ortorexia) sería el otro extremo de un problema de control de la comida.
Aquí te ofrecemos una serie de consejos a tener en cuenta para tener una buena relación con la comida:

  1. Entender cómo funcionan las emociones es el primer paso; no existen emociones buenas ni malas si no que todas cumplen una función y son necesarias, conocer para que sirve la ansiedad nos puede ayudar a conectar con ella, con nosotros y saber y entender por qué estoy nervioso/a y normalizar esta experiencia.
  2. Manejar creencias irracionales en relación a la comida: conocer que alimentos necesitamos para mantenernos de manera saludable y vital y a su vez conciliar la nutrición con el disfrute, comer aquello que nos gusta y nos hace sentir bien ,esto evitará sentimientos de culpa, futuras dietas y consecuentes atracones y alteraciones de la sensaciones de hambre y saciedad físicas. Entender la diferencia entre hambre física y hambre emocional, así como entender que función cumple la comida en relación con la ansiedad, nos ayudará a buscar mejores soluciones.
  3. Escucha a tu mente y a tu cuerpo: si no te encuentras bien y existe algo en tu vida que te gustaría cambiar, para, siéntate y escucha lo que sientes y necesitas, eso te ayudara a conocer lo que no funciona, lo que no te gusta y establecer caminos o guías de actuación que te ayudarán a conseguir lo que te propones.
  4. También el disponer de herramientas para manejar las emociones, en este caso la ansiedad; aunque todas las emociones son necesarias, sí estas son vividas como muy intensas y se prolongan en el tiempo acaban por inundarnos y nuestra conducta puede dirigirse en base a las mismas, llevando a conductas más impulsivas y menos reflexivas. Respiración, relajación progresiva de Jacobson y técnicas de Mindfulness nos pueden ayudar a bajar la activación, a responder de una forma más adaptativa y pausada, y a relacionarnos con la comida de un modo más sano y beneficioso para nosotros mismos.

Si te sientes ansioso y notas que lo estás pagando con la comida, ponte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, donde puedes pedir una cita presencial en alguno de nuestros centros o bien utilizar el servicio de psicólogos online.

Puedes enviarnos un email a hola@psicopartner.com , llamarnos al teléfono +34 669 489 678 o bien enviarnos un whatssapp al +34 613 14 50 03 donde estaremos encantados de de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

Irene Calleja

Irene Calleja

PSICÓLOGA SANITARIA PSICOPARTNER

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