Qué personas conocemos que no se han visto envueltas en la situación de tener, manejar una conversación difícil bien porque las expectativas y perspectivas son diferentes, ¿bien porque aun siendo similares el asunto toca nuestra fibra sensible?
Si nos centramos en las relaciones de pareja, seguro que en más de una ocasión has tenido que tener diálogos difíciles y no sabes por dónde empezar, cómo decirlo, has llegado a sentir temor de cómo va reaccionar tu pareja, siendo muy factible pensar que lo que va a suceder y sucede después sea un enfado, a veces proporcionado, otras no tanto.
Aristóteles decía:
“Enfadarse es fácil, aunque enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, es muy difícil. “
Las discusiones-desacuerdos se pueden producir por infinidad de motivos importantes o superfluos para la relación. Basta con que un miembro dé importancia a algo y el otro no. Por ende, lo importante en una pareja no es no discutir, algo muy improbable, sino ser capaces de hacerlo de un modo constructivo que suponga una evolución y no una involución de la pareja.
Síntomas de que la forma de conversar no es adecuada.
Al menos en casi todas las parejas hay interlocuciones negativas, el problema llega cuando éstas pasan a formar parte de la rutina y comienzan a ser una forma habitual de comunicarse.

No existe como tal una medida unitaria para definir qué sería debatir-discutir mucho o poco-bien o mal, es algo subjetivo a cada pareja, pero si podemos cuestionarnos cómo nos hace sentir. Podemos preguntarnos con qué síntomas podemos detectar cuando las conversaciones son dañinas para nuestra relación.
- Indiferencia ante las demandas del otro. Ignorando sus opiniones y, sobre todo, sus sentimientos, como si estos no existieran, imperando el silencio en la pareja. De esta manera se deja entrever que no hay espacio para el diálogo.
- Actitud defensiva, justificando y “defendiendo a capa y espada” su posición. Nos sentimos atacados con facilidad, asumiendo una postura defensiva en muchas ocasiones contraatacando con otras quejas, la cual lleva inherente eludir nuestra cuota de responsabilidad en el conflicto. Con el paso del tiempo esta actitud se puede instaurar como una respuesta habitual llegando a hacer una guerra fría en la que estamos esperando que el-la otr@ haga o insinúe algo para saltar.
- Crítica. Cuando se ataca al otro intentando descalificarlo; no se trata de una simple protesta por un problema puntual, sino que se emite un juicio sobre la persona y su valía. En estos casos, las críticas tienen el objetivo de culpar a la pareja, humillarle o avergonzarle.
- Desprecio; implica una falta de respeto hacia el otro, que en algunos casos puede degenerar en verdadera aversión. Normalmente se manifiesta a través de frases sarcásticas y un sentido del humor hostil. También se puede recurrir a la burla, a ponerle en ridículo o incluso al insulto directo.
Qué se encuentra detrás de las dificultades de mantener conversaciones difíciles.
¿Qué hay detrás de las discusiones constantes? Son muchas las razones por las que las parejas discuten. Sin embargo, se vuelven recurrentes porque no se han resuelto de forma satisfactoria para ambas partes o porque la razón aparente no es el origen del problema.

¿Cómo saber cuál es el motivo real de las peleas constantes?
- No habéis establecido claramente las bases de la relación, qué tipo de relación queremos tener. Algo básico en una pareja, ya que de no establecerse lleva a adivinar lo que el otro quiere-espera o bien nos impulsa a actuar según nuestros deseos y expectativas. Cuando éstos no están en consonancia con nuestr@ compañer@, el malestar está instaurado.
- Existen dificultades para empatizar. Cuando existen serias dificultades para ponerse en la piel del otro, resulta francamente difícil flexibilizar nuestra postura. Con lo que una conversación orientada a un acuerdo o a aceptar diferentes puntos de vista se va a tornar cuanto menos desagradable.
- Hay desequilibrios de poder. Suele manifestarse con un reparto no igualitario de las diferentes tareas y roles de la pareja.
- Existen miedos y conflictos pasados que no se han resuelto satisfactoriamente. Los cuales activan fantasmas del pasado, influyendo en que actuemos según el pasado y no según el presente.
- Las expectativas sobre las relaciones y la pareja son poco realistas o no compartidas en la pareja, generando frustración en uno o, más frecuentemente, en los dos.
- No aceptar las etapas por las que pasan las relaciones. Es habitual que las parejas y las personas vayan cambiando, y necesario que ambos sean capaces de adaptarse a los mismos para que la pareja funcione.
- El entorno familiar y social es insatisfactorio. Un problema que, de no tener unas expectativas comunes, habilidades de comunicación y capacidad de alcanzar acuerdos, tenderá a cronificarse.
Pautas para manejar conversaciones difíciles.
Te dejamos unos consejos para poder manejar conversaciones difíciles.
- Ante todo es importante preguntarnos si estamos en condiciones de mantener una conversación desde la racionalidad, la emocionalidad y la empatía; no desde el enfado y la rabia; pues si lo hacemos en ese momento serán estas emociones las que dirijan nuestra conversación, y no las ganas de querer solucionar el problema.
- Analizar si vale la pena discutirlo, cuáles son tus emociones respecto a lo que ha pasado. No hagas responsable a la otra persona de cómo te sientes, no olvidemos que nosotros somos los responsables de nuestras emociones.
- Buscar un momento y un lugar adecuado donde mantener con tu pareja esta conversación difícil, en el que podamos expresarnos libremente, sin distractores externos y con tiempo suficiente para poder dialogar.
- Es importante hacerle saber a nuestra pareja que queremos hablar con ella / él, y no a bordarle con nuestra conversación. Un comentario del tipo es un buen momento para hablar algo que me preocupa predispone generalmente a la pareja a bajar las defensas y mantenerse receptivo ante una discusión difícil.
- Cuando se discute, tratar de asumir el problema desde un punto de vista de la pareja, y mío como un miembro de la pareja; no sólo desde mi punto de vista individual ya que el problema se aborda y se debe abordar de forma diferente si atañe a la pareja que si solo me atañe a mí de manera individual.
- Orientar la conversación hacia un problema-dificultad a resolver juntos, no como una guerra con el otro miembro de la pareja al que tengo que ganar.
- Discutir SOLO sobre ese tema y no aprovechar para sacar a relucir todos los trapos sucios de la relación.
- Aprender a parar la discusión. Asumir que ha llegado un momento en que no podemos expresar lo que queremos, sentimos y que no podemos llegar a una solución. En ese momento, posponer la discusión para otro momento supone una victoria.
- No posponer las conversaciones importantes eternamente, pues genera en ambos un malestar latente.
- Es importante plantear soluciones frente al problema o tratar de buscarlas juntos. Pretender tener una conversación difícil con tu pareja sin una solución generará frustración y dejará un sin sabor. Por el contrario, exponer el problema y posibles soluciones donde ambos se sientan conformes generará un aprendizaje en la pareja ante situaciones difíciles.
Terapia de pareja para facilitar la comunicación en pareja

En las sesiones de pareja que hacemos en Psicopartner ayudamos a la pareja a tener conversaciones difíciles de manera constructiva y efectiva, la terapia de pareja es una herramienta fundamental para fortalecer y mejorar la relación. Al proporcionar un ambiente seguro y guiado por un Psicólogo especializado en pareja, esta terapia permite a los dos a mejorar su comunicación, resolver conflictos de manera constructiva y fortalecer el vínculo emocional.
Además, la terapia brinda la oportunidad de desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y fomentar un crecimiento personal tanto a nivel individual como en pareja. Al enfrentar las dificultades con apoyo y orientación, la terapia de pareja renueva la esperanza en el futuro de la relación y ofrece una base sólida para un amor duradero y una conexión más profunda.
Si te has visto reflejado-a en este artículo, tienes dificultades en tu relación de pareja y sientes que no puedes manejar y controlar estas situaciones, puedes ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 y reservar una cita presencial o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.