La coerción y el control pueden manifestarse de múltiples maneras. A menudo, asociamos la amenaza con el daño físico, sin embargo, el tipo más insidioso de coerción es la psicológica.
En ocasiones, el amor se emplea como herramienta de control, dejando cicatrices profundas no solo en el cuerpo, sino también en el alma. Si te encuentras en una relación en la que realizas acciones que te generan incomodidad o sacrificas tu bienestar por el placer exclusivo de tu pareja, independientemente de los roles, estás experimentando una relación sexualmente abusiva.
Aquí te dejamos unas señales a tener en cuenta para saber si estás en una relación sexualmente abusiva:
- Actividades sexuales dañinas
La actividad sexual no debería causar daño o generar malestar, es un espacio de placer siendo totalmente válido que algunas personas disfruten de prácticas sexuales más intensas (parafilias) o que se utilicen juguetes o fetiches que implican placer junto con dolor.
Lo importante es saber distinguir entre estas prácticas y juegos sexuales acordados en la pareja para disfrutar de situaciones que generan malestar físico o emocional sin satisfacción alguna.
Incluso si das tu consentimiento como persona adulta, esto no excluye la posibilidad de estar siendo objeto de manipulación, donde diversas formas de abuso emocional o físico te pueden llevar a forzarte a realizar actos sexuales hacia placeres ajenos. Si sientes que no puedes negarte, es un indicio de una relación sexualmente abusiva.
- Incomodidad persistente
Es natural sentir cierta incomodidad al explorar nuevas facetas en la intimidad. La experimentación puede generar sensaciones novedosas o provocar cierta timidez inicial como al usar lenguaje erótico por primera vez o al aventurarse en terrenos desconocidos. Sin embargo, si una nueva actividad sexual la pruebas y después de un tiempo sigue sin gustarte y te genera malestar, es probable que no sea un deseo genuino tuyo.
Es momento de preguntarte de si realmente es una actividad sexual que deseas hacer o quizás estás cediendo por complacer a tu pareja sin estar teniendo en cuenta tus propios deseos.
La naturaleza humana nos impulsa a evitar situaciones dolorosas o que nos causen incomodidad. Si te ves envuelto en relaciones sexuales que te provocan malestar constante, es probable que estés siendo objeto de manipulación o control, lo cual constituye una forma de abuso sexual.
- Temor a represalias por decir “NO”
Si, a pesar de que te aseguren que tienes la libertad de decir "no" o que está bien negarte, percibes claramente una fuerte presión de tu pareja, donde el deseo del otro está por encima de lo que tú quieres y sientes que decir "no" no es aceptable, entonces estás enfrentando un riesgo que puede derivar a una relación sexualmente abusiva.
Cuando tu pareja insiste repetidamente en hacer actos sexuales que sabe que no te gustan o que no deseas realizar, se enfada contigo por no aceptar a sus deseos o aparecen reproches constantes o represalias por no acceder son señales que puedes estar en una relación sexualmente abusiva.
Continuar sugiriendo o presionando hacia estas acciones a pesar de conocer tu incomodidad y sentirte coaccionado es una forma de manipulación y control emocional y sexualmente abusivo.
- Vergüenza por tus acciones
Si sientes una intensa vergüenza al pensar que si alguien descubriera las actividades que realizas en la privacidad de tu dormitorio, es un indicio de una preocupación genuina.
Si bien es natural que algunas actividades íntimas sean más privadas, sentir vergüenza y preocupación por el posible descubrimiento de lo que haces sugiere que no es algo que realmente desees.
Si estás tan avergonzado que nunca querrías que alguien supiera lo que haces en privado, estás persuadido de hacer algo que no quieres.
El nivel de vergüenza que experimentas puede ser una señal de que estás realizando acciones que van en contra de tus deseos personales y te sientes influenciado a actuar de manera contraria a tus preferencias genuinas.
- Falta de placer mutuo
El sexo es algo que dos adultos hacen con consentimiento con el fin de tener intimidad y placer. Si sólo uno de la pareja encuentra placer en la relación sexual y la otra persona se ve obligada o forzada, entonces no se trata de amor. Se trata de abusar de alguien y utilizarlo.
Es habitual encontrarnos en terapia de pareja situaciones en la que una de las dos personas desean realizar un trio, ver a su pareja teniendo sexo con otras personas, etc.., sin tener en consideración que es lo que quiere/desea su pareja y obligándola a realizar estas prácticas sexuales. Esto va a conllevar una falta de equilibrio y de igualdad en la relación, estableciéndose una relación de dominancia y sumisión.
Si a tu pareja, solo le preocupa su propia satisfacción y le importa un comino si tú estás satisfecho/a o si esta práctica te hace daño, si abandonas cada encuentro sexual sin sentirte valioso o sin placer, entonces probablemente seas víctima de una relación sexualmente abusiva.
- Sensación incómoda de mantener un secreto
Sentir que guardas un secreto en tu corazón, similar a la vivencia de un niño pequeño abusado sexualmente por alguien de confianza, es una experiencia que genera gran incomodidad.
El amor y la intimidad no deben involucrar la sensación incómoda de ocultar algo que se percibe como incorrecto o secreto. Si te encuentras en la situación de sentir que escondes algo del mundo, se genera una señal de alerta sobre la salud y transparencia de esa relación íntima.
El tener secretos en la pareja es algo normal e incluso saludable ya que desarrolla complicidad e intimidad. El problema aparece cuando hay una obligación por parte de otra persona de no poder contar algo que te atormenta, que te desagrada y que te hace cómplice de haber realizado actos sexuales no deseados ni consentidos.
- Baja autoestima después del sexo
Si la experiencia sexual con tu pareja te genera sentimientos de baja autoestima y te hace cuestionar tu propia valía, es un indicio de que el sexo está siendo utilizado como una herramienta de control.
La esencia del sexo radica en la gratificación compartida y el respeto mutuo. Si tras la intimidad te encuentras experimentando malestar emocional, es evidente que no se trata de una experiencia satisfactoria para ti. Esto podría indicar que estás siendo tratada/o más como un objeto para el placer ajeno que como un ser humano con necesidades y emociones propias.
Sentir vacío después de un encuentro íntimo es un síntoma revelador de una relación abusiva. Cuando el sexo se convierte en el medio a través del cual tu pareja controla tus emociones, es una señal clara de abuso sexual en la relación.
- Sientes que el sexo es la única forma de conseguir amor.
Si percibes que el único motivo por el que alguien te muestra afecto o permanece a tu lado es debido al sexo es probable que estés siendo víctima de abuso sexual.
Cuando tu pareja te induce a participar en relaciones sexuales degradantes o que te causan daño, condicionando su amor a estas acciones, está ejerciendo abuso sexual sobre ti.
La manera fundamental de liberarse de una relación sexualmente abusiva es resistir cualquier intento de control. No caigas en la falacia de minimizar el abuso emocional, ya que este tipo de coerción puede ser igual de dañino que el abuso físico.
La vergüenza que resulta de esta dinámica deja profundas cicatrices emocionales. Es crucial reconocer que aquellos que abusan sexualmente lo hacen con la intención de ejercer un control sobre ti.
En una relación saludable, el amor y la validación no derivan de cumplir las expectativas del otro, sino de un mutuo respeto y cuidado.
La insinuación constante de tu pareja de participar en actividades sexuales que te causan dolor o que no concuerdan con tus valores y deseos, refleja una marcada falta de respeto hacia ti.
Si te ves obligado a realizar actos sexuales con el propósito de ganar el amor de alguien, que sepas - ¡ESTO NO ES AMOR EN ABSOLUTO!
Independientemente de las justificaciones que intenten dar a una visión distorsionada del amor, si sientes que estás inmerso/a en una relación sexualmente abusiva, LO ES, sin lugar a duda. Es crucial alejarse antes de perderse por completo en esa dinámica.
Tú eres quien tiene la autoridad final sobre tu propio cuerpo. Tu decisión previa o el haber aceptado en el pasado no anulan tu derecho a cambiar de opinión. En cualquier momento, puedes establecer límites y decir "no más", y es fundamental que tu pareja respete esa decisión.
La relación sexualmente abusiva no surge por haber cometido errores o por no haber sido lo bastante bueno para prevenirlo. Se origina cuando alguien decide manipularte y controlarte. Es importante recordar esto: mereces una relación sana y feliz. En cualquier circunstancia, el abuso es inaceptable.
Si te has visto reflejada/o en este artículo o consideras que el sexo está siendo un problema para vuestra relación de pareja no dudes en buscar ayuda profesional. Tanto de manera presencial en nuestros centros cómo con nuestros psicólogos online puedes contar con un equipo de Psicólogos expertos/as en sexología clínica y terapia de pareja.
Puedes contactar con nosotros llamando al +34 669 489 678, a través del correo electrónico en hola@psicopartner.com o mediante el formulario de contacto de nuestra página web.