Las disfunciones sexuales son mucho más frecuentes de lo que tendemos a pensar, el problema es que muchas personas prefieren no darle importancia, generalmente por vergüenza. Sin embargo, como con cualquier otro problema de salud, es importante saber reconocer, aceptar y afrontar que podemos estar sufriendo alguno de los diferentes trastornos que suelen afectar a la vida sexual de hombres y mujeres.
¿Qué son las disfunciones sexuales?
Entendemos por disfunciones sexuales a las dificultades para mantener relaciones sexuales o para disfrutar de ellas. Pueden ser de origen orgánico, psicogénico o ambos, e incidir en cualquier fase de la respuesta sexual (deseo, excitación, orgasmo). También se denominan trastornos sexuales e impiden que la vida erótica de las personas que los padecen, se puedan desarrollar de forma satisfactoria, tanto a nivel individual como de pareja.
Según algunos estudios, afectan entre un 40% y 45% de las mujeres y un 20% y 30% de los hombres, en algún momento de sus vidas, aunque el pudor puede hacer que algunas personas no lleguen a consultarlo nunca con un experto, por lo que las cifras reales podrían variar.
Aunque el sexo no es una necesidad básica, una vida sexual plena puede estar relacionada con la salud y con la calidad de vida, por eso hay disfunciones sexuales que pueden afectar negativamente a las personas, especialmente a nivel emocional, y llegar a generar problemas de autoestima o crisis en la pareja. La buena noticia es que en la mayoría de los casos se pueden tratar y solucionar con el tratamiento adecuado.
Las disfunciones sexuales se clasifican según la fase da respuesta sexual a la que afectan, y también según su sintomatología porque, debido diferencias morfológicas y biológicas evidentes, se manifiestan de manera distinta en hombres y en mujeres.
Síntomas más frecuentes en mujeres
- Ausencia o insuficiencia de lubricación vaginal.
- Dificultades o imposibilidad para llegar al orgasmo o para sentir placer sexual.
- Molestias o dolor durante el coito (dispaurenia).
- Imposibilidad de penetración vaginal (vaginismo).
Síntomas frecuentes en hombres
- Imposibilidad para lograr la erección.
- Dificultad para mantener la erección adecuada para la penetración.
- Eyaculación precoz.
- Eyaculación tardía o incapacidad para eyacular.
Síntomas comunes
- Falta de deseo sexual.
- Dificultad o incapacidad para excitarse.
- Dolor o molestias durante las relaciones sexuales.
Tipos de disfunciones sexuales
En función del factor relacionado, las disyunciones sexuales se pueden clasificar en cuatro categorías:
Trastornos o disfunciones del deseo sexual
Es el más habitual y preocupa sobre todo cuando las personas están en una relación de pareja. Se caracteriza por la ausencia o disminución del apetito sexual y por consiguiente por una falta de deseo y receptividad para mantener relaciones sexuales. Es más común en mujeres que en hombres, llegando a afectar hasta casi un tercio de las mujeres entre los 18 y los 59 años. El porcentaje aumenta a partir de la menopausia debido a los cambios hormonales.
Trastornos o disfunciones de la excitación sexual
Las dificultades afectan a la segunda fase de a respuesta sexual, es decir la de excitación o meseta. Hay deseo sexual o receptividad, pero el cuerpo no responde adecuadamente, y se presentan problemas de disfunción eréctil en los hombres, o de lubricación vaginal en las mujeres. Las causas pueden ser de origen fisiológico o psicológico.
Trastornos o disfunciones del orgasmo
La incapacidad para llegar al orgasmo, se conoce como anorgasmia y puede ocurrir a pesar de existir un gran deseo sexual y una estimulación adecuada. Este tipo de disfunción provoca una ausencia o un retraso continuados del orgasmo después de haber desarrollado adecuadamente las fases anteriores de deseo y excitación. Es más frecuente en mujeres, aunque también se da en hombres, y suele tener un importante componente psicológico o emocional, además de afectar a la autoestima de la persona afectada.
Trastornos o disfunciones por dolor
Estos trastornos consisten en la presencia de dolor genital durante el coito. Es mucho más común en las mujeres, aunque los hombres también lo pueden padecer. En ambos casos se conoce como dispareunia. El vaginismo es otra disfunción que provoca dolor, que en este caso solo afecta a las mujeres e imposibilita la penetración.
Posibles causas de las disfunciones sexuales
Las disfunciones sexuales pueden aparecer en cualquier etapa de la vida de una persona y tienen múltiples orígenes, incluso puede existir más de una causa en algunas personas. Las más frecuentes son las siguientes:
- Estrés crónico.
- Consumo de alcohol, tabaco o drogas.
- Disminución de los niveles hormonales.
- Problemas de salud mental como ansiedad o depresión.
- Traumas ocurridos en el pasado como agresiones sexuales o violación.
- Miedo o temor a las relaciones sexuales.
- Problemas en la relación de pareja.
- Menopausia.
- Embarazo, parto o lactancia.
- Determinados medicamentos o tratamientos farmacológicos.
- Enfermedades diversas como cáncer, problemas de corazón, diabetes, esclerosis múltiple o dolencias que afectan a la vejiga.
Tratamiento de las disfunciones sexuales
El tratamiento para las disfunciones sexuales depende de la causa que lo origine, aunque en la mayoría de los casos los factores físicos y psicológicos suelen estar conectados siendo el abordaje psicológico fundamental en la terapia sexual. Por eso, la terapia es uno de los tratamientos más recomendados, independientemente de que se realice simultáneamente un abordaje médico o farmacológico del problema.
El primer paso es realizar una evaluación para establecer un diagnóstico y a partir de ahí elaborar el plan terapéutico más adecuado. La intervención terapéutica trabaja aspectos como la información y educación sexual, la modificación de actitudes y habilidades, técnicas de control del estrés y la ansiedad o entrenamiento de capacidades físicas. También se suelen tratar trastornos somáticos asociados o psicopatologías generadas por traumas.
Las terapias se realizan de manera individual o en pareja, y en este segundo caso se incide en la comunicación, el entendimiento y la colaboración de las dos personas, para mejorar sus experiencias eróticas.
Como ves, la mayoría de las disfunciones sexuales tienen solución, y de hecho es importante afrontarlas, tanto si estás en pareja como si no, ya que tarde o temprano pueden dar lugar a inseguridades, baja autoestima y un profundo malestar emocional. Si sientes que algo no va bien, o que tu vida sexual en pareja podría mejorar, no dudes en ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER para concertar una visita.
Angel Luis Guillén
Psicólogo Sexólogo