Psicológos Madrid – El poder del perdón: Sanando heridas emocionales

¿Qué es el perdón?

El perdón representa la “acción de perdonar”, que se define como remitir la deuda, la ofensa, la falta, el delito .

Para la Asociación Americana de Psiquiatría el perdón es un proceso (o el resultado de un proceso), y por tanto tiene características dinámicas, que implica un cambio en las emociones y actitudes hacia un ofensor.  Elresultado de ese proceso supone una disminución de la motivación para llevar a cabo represalias o de la necesidad de mantener la lejanía respecto al ofensor, y por tanto, implica el despegarse de las intensasemocionesexperimentadas hacia él.

El proceso de perdón podemos entenderlo en varias situaciones:

• cuando es una sola persona la interviniente, hablaríamos del perdón intrapersonal o perdón hacia a uno/a mismo/a.  En este caso, los pensamientos y juicios sobre la propia persona, emociones como la culpa y/o la vergüenza entre otras,  y conductas asociadas generan un gran malestar, que requerirá de la aceptación de la responsabilidad y el reconocimiento del error cometido para poder llegar a la compasión y comprensión , para lograr sanar esa herida. 

• en las que hay dos figuras protagonistas, ofendido y ofensor, refiriéndonos en este caso al perdón interpersonal. En este artículo nos centraremos en este escenario.

En contra de lo que muchas veces se considera, el acto de perdonar no es muestra de debilidad. Se trata de una decisión consciente y voluntaria de la persona ofendida, y es a ella a quien le corresponde decidir si transita o no ese camino, así como el cuándo hacerlo,  pues es un proceso, a veces doloroso, que requiere de esfuerzo . 

El perdón no tiene por qué implicar reconciliación con el ofensor. Perdón y reconciliación son dos procesos diferentes; perdonar es un acto personal que no necesita la colaboración de la otra persona que sí es obligatoria en el caso de la reconciliación. 

¿Cuáles serían los beneficios del perdón?

Como numerosas investigaciones han mostrado, el acto de perdonar aporta importantes beneficios internos: 

• Cambios emocionales saludables: menos estrés y ansiedad, mayor serenidad y felicidad,  reduce los niveles de ira y hostilidad, se disminuyen los síntomas depresivos.
• A nivel físico se reduce la presión arterial y se mejora la respuesta del sistema inmunitario así como del sistema cardiovascular,  reduciendo el riesgo de sufrir ataques cardíacos
• Mejora la autoestima, se incrementa la satisfacción con la vida, lo que repercute en una mejora calidad de vida
• El perdón permite liberarse del pasado y dejar atrás lo que está bloqueando el presente mediante la superación del daño, así se abre un espacio para conectar con el día a día y encarar sin lastre el futuro, favoreciendo el progreso personal.

• Las relaciones interpersonales se vuelven más sanas, pues aumenta la confianza y el compromiso con los demás.

Los efectos del resentimiento

El rencor puede resultar un estresor crónico: aparece el cortisol, la hormona del estrés, que aumenta cada vez que la ofensa y el daño sufrido vienen a la mente, elevando consecuentemente la presión sanguínea y la tensión cardíaca .

El conectar de manera habitual con la ira asociada a la ofensa, obstaculiza la creación de nuevas relaciones personales y las experiencias enriquecedoras con los demás; la mente continúa actualizando el dolor sufrido en el pasado junto con emociones de tristeza, desconfianza, sensaciones de injusticia , deseos de venganza etc.

El proceso de perdonar

El proceso de perdonar requiere tiempo y esfuerzo. Supone avanzar, soltando el resentimiento, y para ello es necesario un análisis de la situación y el reconocimiento del daño sufrido, con objetividad y cierta distancia emocional. 

El perdón no es un proceso lineal, y cada persona puede experimentarlo de manera diferente. 

1. Reconocimiento del dolor: Es importante reconocer y aceptar el dolor que nos ha causado la otra persona. Esto implica confrontar nuestras emociones y permitirnos sentir la tristeza, la ira o la decepción.

1. Reflexión y comprensión: Una vez que hemos reconocido el dolor, es fundamental reflexionar sobre la situación. Se identifican y aceptan las emociones generadas, así como los pensamientos y los comportamientos asociados. Por tanto, este paso no consiste en que se nieguen o rechacen las emociones, como podría ser la rabia, la tristeza, o los pensamientos de venganza por ejemplo… sino en abrirse a todo ello y sin juicio. Se trata de intentar comprender las motivaciones y circunstancias que llevaron a la otra persona a actuar de esa manera. Esto nos ayudará a generar empatía y a poder ver lo que ha ocurrido desde una perspectiva más amplia.

1. Aceptación: La aceptación representa un paso fundamental para el cambio. Consiste en aceptar lo sucedido y soltar la carga emocional asociada con la situación. Esto implica tomar la decisión consciente de querer liberarnos del resentimiento que tenemos y tener la predisposición a perdonar. Requiere además que se haga una elección del perdón de manera voluntaria y consciente. Santa Teresa de Calculta decía:

“el perdón es una decisión, no un sentimiento, cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor” .

Es un acto libre de nuestra voluntad, elegir perdonar es empezar a perdonar. 

1. Autocuidado: Después de perdonar, es importante centrarse en el autocuidado personal. Identificar que puede ayudar a superar esta situación y facilitar el perdonar. Esto incluye buscar ayuda profesional si es necesario, buscar el apoyo emocional de amigos/as y/o familia, practicar técnicas de relajación y hacer actividades que nos proporcionen bienestar y gratificación. 

1. Reconstrucción de la relación: Este proceso es totalmente opcional. Si deseamos reconstruir la relación con la persona que nos ha lastimado, es importante establecer claridad en lo que ha ocurrido para poder reparar el daño sufrido y tener la certeza de que no va a volver a pasar. Se trata de una comunicación abierta y sincera. Expresar nuestras emociones y expectativas de manera clara y respetuosa puede sentar las bases para la reconciliación.

El psicólogo estadounidense Steven Hayes, coautor de la terapia psicológica aceptación y compromiso (ACT), plantea la siguiente metáfora sobre lo que implica mantener muy presente la ofensa recibida: 

“Quien nos ha hecho daño nos ha clavado en un anzuelo que nos atraviesa las entrañas haciéndonos sentir un gran dolor. Queremos darle lo que se merece, tenemos ganas de hacerle sentir lo mismo y meterle a él en el mismo anzuelo, en un acto de justicia, que sufra lo mismo que nosotros. 

Si nos esforzamos en clavarle a él en el anzuelo, lo haremos teniendo muy presente el daño que nos ha hecho y cómo duele estar en el anzuelo donde él nos ha metido. Mientras lo metemos, o lo intentamos, nos quedaremos dentro del anzuelo. Si consiguiéramos meterle en el anzuelo, lo tendríamos entre nosotros y la punta del anzuelo, por lo que para salir nosotros tendremos que sacarle a él antes”. 

Conectar con los propios valores y comprometerse con ellos puede resultar muy movilizador para dejar atrás lo que se aleja de los mismos.

Si tienes problemas con perdonar y ves que te quedas enganchado/a en los problemas te animamos a que pidas una primera cita con nosotros llamando al 📞 +34 669 489 678, por whatsapp en el +34 613 145 003 o bien a través del correo electrónico en hola@psicopartner.com donde estaremos encantados de atenderte y ayudarte.