No podemos evitar el estrés. Forma parte de la vida. El estrés es un mecanismo natural que tiene mucho que ver con el hecho de haber sobrevivido como especie, evolutivamente hablando. El estrés es consustancial al hecho de estar vivos. Hoy en día, el tiempo cronológico es una de las causas más importantes de estrés. Aunque pueda resultar extraño, no todo es estrés, también es posible experimentar paz interior. La calma mental existe fuera del tiempo. Y si experimentas calma mental, es imposible que puedas sentir estrés a la vez.
Tal y como dice Kabat Zinn, la calma, la relajación y el equilibrio que genera permitir que el tiempo transcurra, transforma la manera en que experimentamos el tiempo. Al entrar en contacto con nosotros mismos fuera de la corriente del tiempo, hacemos lo más importante que podemos hacer, estar en paz con la propia mente.
¿Qué es el estrés y cómo nos afecta?
El doctor Hans Selye fue quien popularizó en los años 50 el término de estrés. Definió el término “estrés” como la respuesta conjunta de nuestro cuerpo y nuestra mente a las situaciones estresantes. En el fondo, la idea del estrés es sencilla de comprender:
“Un hecho será estresante si nos provoca como respuesta el estrés. Y ese hecho puede ser interno o externo a nosotros. Y diferente para cada uno de nosotros”.
La no especificidad de la respuesta del estrés
El estrés tiene diferentes causas. La respuesta de nuestro organismo, entendida como estrés, a la presión interna o externa, no es específica.
Cada individuo tienes su propia versión del estrés. Por eso se dice que el estrés es ideográfico: a cada persona nos estresa algo único e individual. Por ejemplo, si nos caemos al agua y somos expertos nadadores no experimentaremos estrés, pero si no sé nadar, entonces experimentaré un tremendo estrés.
En definitiva, tal y como decía Selye “todos tenemos nuestra propia versión del estrés”. Y lo interesante es que “No caemos presas del estrés a causa del acontecimiento estresante, sino de cómo lo percibimos y lo manipulamos”.
El síndrome de adaptación general
El síndrome de adaptación general hace referencia al hecho de que nuestro organismo es objeto de una respuesta fisiológica generalizada. El objetivo es adaptarse a las presiones recibidas, sean las que sean.
El estrés es sano y cumple un papel fundamental. En el momento en el que las circunstancias nos retan, nuestro cerebro se activa y chequea rápidamente si considera que tenemos recursos necesarios para hacer frente a esa amenaza. Es una cuestión natural, y sencilla de entender.
Además, el autor se dio cuenta de que el estrés intenso (provocado por hambre, preocupaciones, cansancio o frío prolongados) podía terminar con los mecanismos de protección del cuerpo.
Eustrés: el estrés bueno
Cuando experimentamos acontecimientos positivos muchos de ellos pueden representar alternaciones profundas de nuestra vida. Requieren un proceso de adaptación, y por eso, en sí mismos son estresantes.
Un ascenso en el trabajo, unas vacaciones, una boda, el nacimiento de un bebé, una jubilación, … son ejemplos de cómo es posible que un cambio a priori positivo pueda transformar el eustrés inicial en angustia (distress) si no conseguimos adaptarnos.
Visión transaccional del estrés psicológico:
El Doctor Richard Lazarus, de la Universidad de Berkey fue otra eminencia que investigó el estrés. Una de sus mayores aportaciones es contemplar el estrés como una transacción entre un individuo y el ambiente que le rodea.
El significado de la transacción será el que determine si la situación puede ser interpretada como estresante o no.
El estrés psicológico
Es un tipo especial de relación establecida entre una persona y su entorno. En el sentido de que la valora como gravosa: una situación que desborda a los recursos propios y además es peligrosa para su bienestar.
Para que algo sea psicológicamente estresante, tengo que percibirlo como una amenaza.
Lo interesante es que puedo llegar a tener más control del que creo que tengo sobre lo que me causa estrés. Para ello es necesario cambiar la forma en que me veo a mí en relación con “eso”. Puedo cambiar mi experiencia de la relación y modificar hasta qué punto supera mis recursos o pone en peligro mi bienestar.
Puedo reforzar mis recursos practicando Mindfulness.
Puedo ser más resistente al estrés si aumento mis recursos y mejoro mi bienestar físico y psicológico: realizando ejercicio y meditando en aquellos momentos en los que no me siento especialmente vulnerable al estrés.
Los recursos son todos los apoyos, las fuerzas internas y externas que me ayudan: mi familia, mis amistades, grupos de interés, mis creencias, la visión que tengo de mí, mi nivel de resistencia al estrés, ….
Si cultivo y desarrollo estos recursos, tendré menos probabilidades de sentirme amenazado por los eventos estresantes.
Personas resistentes al estrés:
Un individuo es resistente al estrés si dispone de más recursos que otros para afrontar idénticas circunstancias.
- Contemplan la vida como un reto.
- Asumen un papel activo al ejercer un control que implique significado.
- Tienen un elevado sentido de coherencia.
- Cuentan con poderosas convicciones interiores.
El efecto del estrés sobre mi salud dependerá de:
- Mi habilidad para adaptarme al cambio continuo, manteniendo mi equilibrio interno.
- La interpretación que le doy a los eventos que me suceden.
- Mis creencias sobre la vida y sobre mí.
- El grado de consciencia y de autoconocimiento que puedo llevar a mis patrones de comportamiento automáticos. Observar cómo reacciono de manera inmediata cuando me angustio y qué consecuencias trae ese impulso a mi cuerpo y a mi mente. Una vez que arrojo consciencia (luz), a esa parte de mí que desconocía estoy en condiciones de poder transformarlo, si es que eso es lo que decido hacer.
El primer paso es aprender a reconocer cuándo estoy sintiendo estrés:
Puedo ser capaz de desarrollar una nueva manera de tratar con el cambio, con los problemas y con las presiones en general.
Una forma de controlar el grado de estrés que estoy sintiendo en este momento es poder “calibrar” el equilibrio que hay entre mis recursos internos, que me permiten afrontar este estrés, y el suceso que me está estresando.
El hecho de ser consciente de las opciones posibles con que cuento en estas situaciones estresantes, y la eficacia real de cada una de ellas, me empoderará considerablemente, sintiéndome capaz de controlar así mi experiencia con el estrés.
El segundo paso es comprender aquello por lo que estoy pasando:
Para ello es importante desarrollar mi capacidad de percibir mis experiencias en su contexto. Contemplando mi situación con mayor claridad. Esto tiene implicación directa en el nivel de estrés relacionado con mis reacciones habituales a las situaciones difíciles.
El doctor Lázarus afirmaba que “No son tanto los sucesos estresantes que se dan en mi vida los que me descontrolan, sino la manera en la que los percibo y manejo. Si puedo cambiar la forma en que los veo, puedo cambiar también la manera de responder a ellos”.
En la conclusión a la que llega nuestro cerebro tendrán mucho que decir nuestra experiencia pasada, nuestras creencias.
- Si considera que tiene recursos adecuados, afrontará esa circunstancia.
- Si por el contrario considera que no tiene recursos, probablemente aparecerá la emoción del miedo. Las respuestas se moverán a una horquilla que va desde la lucha a la huida, pasando por el bloqueo.
Un nivel de estrés intenso, y mantenido en el tiempo es perjudicial para nuestro organismo. El cortisol generado para activarnos puntualmente necesita ser expulsado del cuerpo. Si mantenemos una respuesta continuada del nivel de alerta, el cortisol empezará a ser un problema para nosotros.
Es este tipo de estrés al que apuntan los escritores Sylvia García Sánchez y Cesáreo de Amezcua Viedma (licenciado en Teología y Sociología. Doctor en Psicología y Profesor-Investigador de la Universidad de Texas (Houston) y de la Escuela Nacional de Sanidad de Madrid) en su libro Estrés y Paz Interior.
Un manual eminentemente práctico, y sencillo de leer, que te va guiando a modo de mapa por el que ir transitando en el momento en el que detectes que estás muy estresado. El desgarramiento interior que puedes sentir cuando sufres estrés crónico encontrará alivio a partir de la puesta en práctica de cualquiera de las técnicas que se refieren en el Programa que se propone en este libro.
En cualquier caso, el mapa no es el territorio y es desde tu propia experiencia desde donde podrás incorporar los aprendizajes que mejor se adapten a ti y a tus circunstancias vitales y actuales. Porque en el libro se ofrecen todo un abanico de posibilidades para aprender a relajarte, a controlar tu ambiente y a cómo gestionar el estrés autogenerado, entre las que destacamos:
- Ejercicios de relajación muscular
- Visualización creativa
- Relajación informal
- Ejercicio físico y alimentación
- Aprender a gestionar el tiempo
- Desarrollar la asertividad
- Meditación
Una las herramientas que se propone es la de la meditación. En palabras de Vicente Simón, meditación es la auto observación terapéutica para sostener esos momentos desagradables, estresantes.
En el artículo publicado en esta misma página, titulado ”¿Para qué sirve Mindfulness?Una herramienta para el bienestar emocional”, mencioné en su día los mecanismos psicológicos de actuación de mindfulness a partir de los trabajos de investigación realizados por Hölzel el al., (2011):
- Control atencional.
- Conciencia corporal.
- Regulación emocional.
- Revalorización y exposición.
- Un cambio en la perspectiva del Self.
Estos componentes interactúan entre sí y entran en juego a lo largo de diferentes momentos de la práctica de Mindfulness. A partir de la práctica diaria, con un entrenamiento formal e informal, se consigue mejorar cada uno de estos mecanismos.
Con la intención de que puedas hacerte una idea de en qué consiste, pueden entrar en este audio y probar si sus efectos te ayudan para acercarte un poco más a un estado de calma interior. Como decía Thich Nhat Hanh “La calma es cada paso”.
Te invitamos a que nos acompañes el próximo 21 de noviembre en la presentación de este libro “Estrés y Paz interior” que llevaremos a cabo Angel Luis Guillén, como Socio Fundador del Centro de Psicoterapia, Coaching y Mindfulness “Psicopartner” y yo, como Experta de Mindfulness. Te esperamos en la Librería San Pablo en la Plaza Jacinto Benavente, el jueves 21 de noviembre a las 19:30h.