El concepto de eyaculación precoz es clave en este contexto para definir el objeto de análisis. Tras esta premisa el punto de partida será evaluar el escenario y determinar el tipo de tratamiento más adecuado para resolver el problema.
En este sentido, es importante saber que la terapia psicológica sexológica es fundamental porque se configura como un tratamiento con un alto índice de éxito. La eyaculación precoz, por su naturaleza, es un trastorno sexual. Su rasgo definitorio fundamental es cuando surge el orgasmo acompañado por la eyaculación persistente ante una estimulación sexual de bajo nivel. Y, esto ocurre, justo antes, durante o poco tiempo después de la penetración.
Generalmente, se presenta antes de ser deseado por la persona.
En líneas generales, este es el concepto de eyaculación precoz. Obviamente, tiene otros componentes que afectan no solo a la persona afectada sino también a su pareja. En esa coyuntura la eyaculación precoz es causa de malestar entre la pareja. Y, además, en muchas ocasiones dificulta las relaciones interpersonales. De ahí, que pueda ser la causa de conflictos en las parejas. Los varones solteros que están en esta tesitura evitan, en ocasiones, iniciar nuevas relaciones para evitar contextos no deseados a consecuencia del trastorno.
De ahí, que, en muchos casos, sufran aislamiento social.

Naturaleza del trastorno sexual
Por otra parte, hay que señalar que para realizar un diagnóstico certero de la naturaleza del trastorno sexual aludido hay que responder afirmativamente a varios factores. Por ejemplo, si siempre o, en la mayoría de las ocasiones, se eyacula en menos de un minuto después de la penetración. Si nunca o casi nunca es posible retardar la eyaculación en el contexto de una relación sexual. E, incluso, durante la masturbación.
Y, finalmente, si la situación causa tanta angustia y frustración que se llega a evitar la intimidad sexual. En este sentido, hay una suma de factores psicológicos y biológicos que activan los mecanismos para que se produzca esa disfunción sexual. La comunidad científica clasifica la eyaculación precoz en dos ítems:
- Primaria. Aquella que se produce en cualquier contexto sexual. Es decir, si ocurre todas las veces desde el inicio de las relaciones sexuales.
- Y secundaria o adquirida. Esta sucede cuando se han mantenido relaciones sexuales satisfactorias y, de repente, surge el problema.
Síntomas asociados a la eyaculación precoz
La eyaculación precoz, como cualquier otro trastorno sexual, lleva asociados diversos síntomas derivados de este problema sexual. En este sentido, los afectados pueden experimentar diversos trastornos físicos, pero, principalmente, y, en origen, psicológicos. Entre otros, insatisfacción antes, durante y después, de las relaciones sexuales.
También muestran rechazo hacia su imagen corporal. Y otros síntomas más acusados como irritabilidad, ansiedad o baja autoestima. Las personas que sufre este trastorno sexual pueden llegar a sentir inseguridad, rabia. Además de bajo estado de ánimo. Y, como hemos señalado antes, tensión en la relación con la pareja.
A pesar de todo este conocimiento, los científicos no han podido determinar la causa precisa de la eyaculación precoz pero en nuestra consulta podemos ver dos factores claros que influyen en desarrollar este trastorno:
- Mayormente aparecen causas psicológicas como pueden ser experiencias traumáticas de índole sexual como los abusos sexuales, las experiencias sexuales a corta edad, y otros factores como depresión, falta de autoestima o sentimiento de culpa. También es normal que aparezcan otros factores como los problemas de pareja o la ansiedad.
- También puede ser debido a factores biológicos como niveles hormonales anormales, rasgos hereditarios. También interactúan en los factores biológicos el bajo nivel de neurotransmisores en el cerebro o la infección de próstata o uretra.
Tratamiento terapéutico de la eyaculación precoz
El tratamiento terapéutico guiado por Psicólogos/as sexólogos/as es la solución a la mayoría de los casos de eyaculación precoz. La psicología llega allá donde los fármacos no consiguen llegar. Y, además, es una solución definitiva porque resuelve el problema en origen.
Por ello, la terapia, como se ha demostrado mediante pruebas de neuroimagen, es definitiva para resolver las situaciones psicológicas que desencadenan la eyaculación precoz.
En esta línea, las áreas de trabajo se centran en trabajar sobre los aspectos psicológicos que han podido ocasionar trastornos ligados a la eyaculación precoz como la ansiedad, la depresión o el estrés.
Asimismo, se aplican técnicas como la psicoeducación relacionada con la eyaculación precoz o técnicas de comportamiento sexual para preparar a la persona afectada a tener mayor control físico y mental del estímulo y respuesta sexual.
Sin embargo, las terapias no se limitan a estos aspectos exclusivamente dado que cada paciente presenta diferentes situaciones que se han de abordar de forma única y personalizada. Así también es frecuente recurrir a técnicas de autoayuda para que aprendan a gestionar las emociones de una forma positiva. Por ejemplo, mejorar la autoestima.
En general los tratamientos no pueden prescindir de aspectos relacionados con fármacos como anestésicos tópicos o ansiolíticos ya que suele ser la primera opción que los médicos de atención primaria ofrecen.
En los casos más severos la opción más eficaz y duradera en el tiempo es la combinación de terapia junto con medicamentos. Aunque la terapia es la que aporta más valor. Tras identificar el origen del problema, será, sin duda, la terapia el método definitivo.
Orientación de un psicólogo/a sexólogo/a
En cualquier caso, la orientación de un psicólogo especialista en sexología servirá al paciente y a su pareja sexual para aprender a detectar cuáles son las sensaciones que preceden al orgasmo. La finalidad será conseguir que ese deseo o excitación sexual se canalice adecuadamente. De modo que al repetir el proceso, el cerebro registra esas sensaciones y llega un momento en el que es capaz de controlar su reflejo eyaculatorio.
El tratamiento, además, incluye a la pareja sexual del paciente dado que se ha de trabajar para que la comunicación sea fluida. Esto es así para evitar una situación en la que la persona que recibe el apoyo psicológico se sienta presionada y reciba el apoyo de la pareja que es fundamental en un proceso como el descrito.
Respecto a la conducta el tratamiento implica soluciones menos complejas. En este sentido, se trataría de masturbarse un par de horas antes de tener relaciones sexuales. El objetivo de esta acción es retrasar la eyaculación mientras se produce el acto sexual. Otra opción podría ser incrementar la frecuencia de las relaciones sexuales durante un tiempo. En ese periodo sería interesante practicar otro tipo de juegos sexuales para restar presión y tensión sexual.
No dudes en buscar ayuda profesional si te afecta este trastorno sexual. Nuestros psicólogos online expertos en sexología son expertos en tratar la eyaculación precoz. Puedes contactar con nosotros llamando al +34 669 489 678, a través del correo electrónico en hola@psicopartner.com o mediante nuestra página web.