Fetichismo: Placer, juego sexual o un problema. 

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La palabra "fetiche" se emplea para describir un objeto inanimado capaz de despertar el deseo sexual. 

La sexualidad constituye una faceta única y personal de la vida humana. La mayoría de nosotros experimentamos pensamientos e impulsos sexuales con regularidad. 

Nuestros deseos físicos pueden manifestarse de formas específicas, a veces bajo la forma de un fetiche sexual o una atracción hacia partes del cuerpo que no son genitales. 

Poseer un fetiche no implica necesariamente la presencia de algún problema. De hecho, los fetiches pueden no representar un problema en absoluto.

Muchas personas incorporan fetiches en sus prácticas sexuales habituales. Por ejemplo, alguien con un fetiche podría pedirle a su pareja que vista ropa de cuero, o podrían masturbarse sosteniendo una media de seda. La integración de un fetiche puede incluso añadir algo de sabor y un toque de emoción especial a la experiencia sexual.

¿Cuándo un fetiche se convierte en un trastorno?

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A menudo se asume erróneamente que las perversiones y los fetiches son prácticas sexuales no convencionales o inmorales. En la actualidad, se estima que aproximadamente uno de cada seis individuos tiene algún tipo de fetiche, y la mayoría puede satisfacer sus deseos de manera saludable y consensuada. 

 Por lo tanto, los fetiches no suelen ser considerados problemáticos ni clasificados como trastornos, a menos que generen ansiedad, causen alteraciones clínicamente significativas o presenten el potencial de causar daño a uno mismo o a otros. 

El trastorno fetichista se define como el uso persistente de partes del cuerpo no sexuales u objetos inanimados para obtener excitación sexual, hasta el punto de interferir con la vida cotidiana. 

Cuando el fetiche de una persona comienza a dominar su vida, impidiéndole prosperar social o profesionalmente, o cuando una persona requiere la presencia del objeto para excitarse sexualmente y se angustia si no lo tiene cerca, y cuando el fetiche interfiere en las relaciones personales, entonces podría desarrollarse un trastorno fetichista.

Signos del trastorno fetichista

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 Aunque el trastorno fetichista es más común en pacientes masculinos, las mujeres también pueden desarrollar esta afección. Los primeros signos de un fetiche poco saludable pueden aparecer ya durante la adolescencia, cuando comienza la pubertad y el individuo se vuelve sexualmente activo. 

En este periodo, la persona puede interactuar con el objeto inanimado o con partes del cuerpo, ya sea sintiéndolo, oliéndolo o estimulando sus genitales con él. El objeto de deseo suele ser la fuente de excitación sexual, a veces incluso solo con el pensamiento.

Los signos comunes del trastorno fetichista incluyen experimentar una excitación sexual intensa proveniente de objetos inanimados o de partes del cuerpo que no son genitales (como los pies).

Estos impulsos se caracterizan por ser recurrentes, con imágenes mentales o fantasías persistentes relacionadas con el fetiche que perduran. A menudo, esto va acompañado de ansiedad, vergüenza o confusión en relación con el fetiche y los deseos asociados a él. Además, se pueden observar alteraciones en la vida cotidiana del individuo debido al fetiche, como complicaciones en el hogar, el trabajo o las relaciones interpersonales. 

Para algunos, el fetiche puede convertirse en una fuente de gratificación o alivio temporal del estrés en momentos de ansiedad. Sin embargo, cuando estos impulsos recurrentes se vuelven significativamente perturbadores, el fetiche y el deseo de la persona por él pueden generar sentimientos de vergüenza en lugar de satisfacción.

¿Qué es el trastorno fetichista?

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Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el trastorno fetichista se diagnostica cuando los fetiches de una persona afectan su salud mental u otro aspecto de su bienestar durante un período superior a 6 meses  y que aparecen los siguientes criterios específicos: 

  • Deseo recurrente, intenso o compulsivo de excitación sexual de un objeto inanimado o de una parte no genital del cuerpo.
  • El deseo sexual se manifiesta como fantasías, impulsos o conductas erráticas.
  • Ansiedad recurrente y pérdida significativa de funcionamiento como resultado del fetiche.
  • El objeto que la persona usa para sus deseos sexuales no se usa debido al travestismo (si es compulsivo o disruptivo, esto podría ser un indicio de trastorno travestista).

Sin embargo, los objetos utilizados para la estimulación sexual, como un vibrador, no se consideran en los criterios de diagnóstico del trastorno fetichista.

¿Qué son los trastornos parafilicos?

Los trastornos parafilicos son intereses, impulsos, fantasías o conductas sexuales persistentes y recurrentes de intensidad anormal que implican objetos, actividades o situaciones que son atípicos o potencialmente dañinos para uno mismo o para los demás. Esencialmente, el trastorno se desarrolla a partir de un fetiche, pero solo cuando dicho fetiche es la causa de daño al individuo y/o a otras personas.

¿Cuál es la diferencia entre trastorno parafilico y fetichismo?

El trastorno fetichista es en realidad uno de los ocho trastornos parafílicos, todos los cuales involucran fantasías o impulsos sexuales que pueden afectar negativamente a uno mismo o a los demás, junto con la vida diaria. Algunos pueden involucrar parejas que no dan su consentimiento, autolesiones o daño a otros.

Aparte del trastorno fetichista, los otros 7 trastornos parafílicos son:

  • Trastorno de exhibicionista: tener fantasías, impulsos o comportamientos sexuales recurrentes relacionados con la exposición de los genitales a extraños.
  • Trastorno de masoquismo sexual: tener fantasías, impulsos o comportamientos sexuales que implican sufrimiento físico o castigo infligido a uno mismo.
  • Trastorno de sadismo sexual: tener fantasías, deseos o comportamientos con carga sexual relacionados con infligir una forma de dolor a otra persona.
  • Trastorno de trasvestismo: comportamientos compulsivos, impulsos o erráticos relacionados con el travestismo para la excitación sexual, hasta el punto de causar angustia clínicamente significativa o pérdida de funcionamiento.
  • Trastorno de frotteurismo: fantasías, deseos o patrones de comportamiento sexuales recurrentes que implican frotar, acariciar o tocar de otro modo a una persona sin su consentimiento.
  • Trastorno pedófilia: sentimiento de atracción sexual hacia los niños, excitación sexual ante la idea de ser sexualmente activo con un niño.
  • Trastorno voyeurismo: tener o actuar según impulsos y fantasías sexuales que implican espiar a una persona inconsciente y sin consentimiento.

¿Existe tratamiento para el trastorno fetichista?

 Nuestra experiencia como Psicólogos/as Sexologos/as es que el trastorno fetichista es altamente tratable y hay que tener en cuenta que sin tratamiento sus efectos pueden conducir a resultados negativos y generar pensamientos y emociones potencialmente dañinos en relación con la sexualidad y la capacidad para disfrutar de la actividad sexual de manera saludable. 

No obstante, debido al tabú que rodea los temas sexuales, una barrera importante para acceder al tratamiento podría ser la vergüenza que siente la persona que padece el trastorno. 

Con un tratamiento adecuado realizado por profesionales especializados en Sexología los síntomas del trastorno fetichista pueden ser gestionados y, con el tiempo, incluso superados.

Entre las opciones de tratamiento que realizamos en Psicopartner para personas con trastorno fetichista hay diferentes enfoques que pueden ser utilizados pero que siempre va a requerir un enfoque individual y específico para cada persona. 

Los métodos psicológicos que más utilizamos en nuestro centro para tratar el trastorno fetichista son los siguientes:

En este enfoque, el/la Psicólogo/a Sexual proporciona al paciente un tratamiento totalmente individualizado, comprensivo y sin prejuicios. Trabajando en colaboración con el terapeuta sexual, las personas exploran su historia sexual y psicológica de manera amplia. Cuando es necesario, también realizamos pruebas adicionales para descartar otras afecciones, especialmente trastornos del estado de ánimo o hipersexualidad, que podrían explicar los fuertes impulsos, pensamientos o comportamientos sexuales. 

Este proceso ayuda a mejorar la autoconciencia del paciente que sufre el trastorno y puede permitir al sexólogo/a identificar cualquier factor o evento que pueda haber contribuido al desarrollo del trastorno, así como a sus impulsos, fantasías y comportamientos asociados, y enseñar nuevas estrategias de afrontamiento.

Esta terapia es un método terapéutico que ha demostrado una amplia eficacia y es ampliamente aplicable. 

En la terapia ayudamos a a las personas con trastorno fetichista a aprender a disminuir sus deseos e impulsos relacionados con su fetiche. Si el fetiche no es perjudicial para uno mismo ni para los demás, el terapeuta puede emplear la TCC para enseñar cómo moderar el comportamiento sexual, encontrando formas de satisfacción y al mismo tiempo ser consciente de otros aspectos de la vida diaria. 

Con la TCC utilizamos como técnica básica la reestructuración cognitiva para cambiar gradualmente pensamientos y comportamientos.

En algunos casos, puede ser necesario combinar la terapia psicológica con la intervención farmacológica. Sin embargo, aunque los medicamentos pueden ayudar a reducir el deseo sexual y los impulsos relacionados con el fetiche, no abordan el origen de estos impulsos por lo que hay una alta probabilidad de recaídas. Por lo tanto, en los casos más severos un enfoque multidisciplinario que involucre a un psicólogo-sexólogo junto con el uso de fármacos puede ser la ruta de tratamiento más exitosa.

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Cuando buscar ayuda profesional

Tener un fetiche está en el amplio espectro de una sexualidad saludable. Pero si un fetiche está afectando negativamente tu vida o la de tu pareja o familiares, podría ser el momento de consultar con un profesional de la salud mental.

Independientemente de la vergüenza que muchos de nosotros sentimos en torno a los temas sexuales, es importante buscar tratamiento y encontrar apoyo profesional para el trastorno fetichista si tus pensamientos o deseos recurrentes son motivo de preocupación.

Tener un fetiche forma parte del amplio espectro de una sexualidad saludable. Sin embargo, si un fetiche está teniendo un impacto negativo en tu vida o en la de tus seres queridos, podría ser el momento de buscar ayuda profesional de un Psicologo/a Sanitario/a especializado/a en Sexología.

A pesar de la vergüenza que muchos de nosotros podemos sentir al abordar temas sexuales, es crucial buscar tratamiento y obtener apoyo profesional si tus pensamientos o deseos recurrentes son motivo de preocupación.

La Sexología Clínica es la terapia psicológica que se ocupa exclusivamente de analizar, diagnosticar y tratar las distintas disfunciones sexuales. Solo un/a sexólogo/a, un psicólogo/a especializado/a en desórdenes de naturaleza sexual, puede abordar este tipo de alteraciones en toda su complejidad.   

Si te has visto reflejado en este artículo y consideras que tienes algún problema con tu sexualidad te animamos a que te pongas en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678, enviándonos un whatsapp al +34  613 145 003 o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Tonya Tsykova

Psicóloga Sanitaria Colegiada M-32844
Experta en Trastornos Conducta Alimentaria y Especialista en Obesidad.
Sexóloga y Terapeuta de Pareja

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