Inmersos en el mundo de las redes sociales: Facebook, Instagram, Twiter, Wasshap, Snatchap y demás, siendo su uso más acusado durante este periodo de pandemia. El compartir viajes, selfis, momentos únicos y mágicos y en donde tener más followers y likes, se ha convertido en una lucha voraz por ver quien alcanza el mejor puesto.
Las relaciones sociales resultan cada vez más extensas y en ellas la vinculación afectiva puede resultar imprecisa, lejana y el vacío emocional es más acuciante y notorio, incluso el tener relaciones sexuales esporádicas o encontrar pareja se encuentra a su vez impregnado de este tipo de redes: Meetic, Tinder, Hapnn, Pof, Grinder, son de las más sonadas.
Hemos llegado a una situación en el que lo virtual convierte el escenario de las interacciones sociales en una inmensidad de posibilidades que facilitan tanto el conocer mucha gente en un periodo corto de tiempo, como el desvincularse de los otros de una manera rápida y sin dejar huella si es lo que uno pretende, sin complicaciones añadidas amparadas por la distancia virtual que imposibilita una mayor conexión e implicación emocional.
Ghosting ¿Qué es?
Palabra derivada de ghost, del inglés: fantasma, es una práctica cada vez más extendida en este tipo de redes sociales para ligar, conoces a alguien, tenéis un par de encuentros y/ o citas y la persona desaparece sin más, sin dar ninguna explicación, le escribes y no responde, te bloquea de sus demás redes sociales; el corte de comunicación y la forma de desvincularse es tan abrupta que puede generar un fuerte impacto emocional en la persona que lo sufre y derivar en un importante incremento de la ansiedad, estrés, depresión así como un quiebre/ herida en la validación y en la propia autoestima.
Orbiting y que más…
Si la práctica del Ghosting se ha hecho poderosa y más frecuente en las redes sociales, se implanta una nueva práctica de un carácter más cruel y avasallante, el Orbiting, del inglés: Orbitar, esto implica un paso más allá, esa misma persona que desapareció, puede aparecer de vez en cuando de manera intermitente, viendo tus stories de Instagram, retuiteando tus tuis e incluso comentando alguna de tus fotos aunque sin responder a tus mensajes directos o mensajes personales de las redes.
Anna Lovine, quien acuñó la expresión, explicó que el Orbiting facilita que la persona que lo realiza te mantiene lo suficientemente cerca para que ambos se puedan observar y lo suficientemente alejada para nunca tener que hablar.
Todo ello parece responder a una necesidad de mantener abiertas todas las opciones de la persona, sin tener que comprometerse o estar dentro de una relación; la volatilidad, la falta de empatía y una sociedad que tiende a una despersonalización trepidante con este tipo de interacciones, propicia un contexto preocupante donde entre otras cosas se olvida el daño infringido, o como puede estar o sentirse el otro.
El cerebro social
Robin Dunbar, antropólogo británico, recogió en una de sus importantes teorías: La del Cerebro Social , en la cual explicó que las personas sólo pueden manejar 150 relaciones, este maravilloso número resulto de sus estudios de primates no humanos en los que encontró una relación entre el tamaño del cerebro y el tamaño del grupo con el que nos vinculamos. El tamaño del neocórtex donde se desarrolla la cognición y lenguaje, en relación con el cuerpo, está relacionado con un grupo social cohesionado, esta relación limita la complejidad que puede manejar un sistema social.
Sus estudios sobre el tamaño de los grupos, así como la manera en que los grandes grupos se conforman antes de colapsar o separarse, encontraron en el número 150 una importante consistencia. Si un grupo excede de este número es improbable que sea coherente o que dure mucho tiempo.
Categoriza además el tipo de relación y la vinculación afectiva según una concatenación de varios círculos o capas alrededor de una misma persona:
- El círculo más próximo, íntimo, de mayor vinculación afectiva comprendería 5 personas: nuestros seres queridos más cercanos.
- El siguiente: 15 buenos amigos.
- La siguiente capa: 50 amigos.
- La próxima: 150 contactos significativos.
- El penúltimo círculo:500 conocidos
- Y la última capa: 1500 personas que puedes reconocer.
Además las personas migran dentro de esas círculos o capas, aunque cada persona mantiene sus relaciones en estos límites. Refiere que lo reamente determina estas capas en la vida real , es la frecuencia, el cara a cara con las demás personas y esto implica un elección y un tiempo limitado para la interacción social.
¿Cómo podemos manejar este número mágico de 150 en la sociedad actual tan hiperconectada donde se tienen un millón o más de amigos “VIRTUALES”?
¿Y qué hacer?
Es cierto que el conectarse y estar al día en una sociedad internalizada, en donde el promover recursos y habilidades y contactar con un amplio de números de personas resulta enriquecedor y puede a su vez facilitar procesos de selección , así como un cierto crecimiento personal, social, laboral incluso cultural; resaltar que todo ese progreso de carácter tecnológico promueve una mayor distancia social y el establecimiento de unos vínculos afectivos, menos férreos, fugaces y deshumanizantes que han aterrizado para quedarse y seguir creciendo..
Es importante hacer un uso responsable de las redes sociales, recogiendo todo aquello de las mismas que nos brindan experiencias y consecuencias positivas, y promover además viejos valores, así como un tipo de contacto social que parece se están perdiendo, como el contacto cara a cara, la vinculación y la proximidad afectiva, cierto complicado en este tiempo que nos ha tocado vivir; estudios revelan lo importante del lenguaje no verbal en la interacción social: la mirada, los gestos, la prosodia o entonación, que favorecen la activación de las neuronas espejo: aquellas encargadas de observar y comprender las emociones y sentimientos de los demás, es decir, empatizar.
“En el pasado era lo que tenías. Ahora eres lo que compartes”.
Godfried Boogard.
Si consideras que haces un uso inadecuado de las redes sociales, que estás enganchado, o si has sufrido Ghosting, Orbiting y demás. Te animo a que te pongas en contacto con el equipo de Psicopartner, escribiéndonos a hola@psicopartner.com o llamándonos al 91 466 98 62 o al móvil 669 489 678, donde estaremos encantados de valorar tu caso, atenderte y ayudarte.