Si planteásemos los pilares básicos sobre los que se sustenta la estabilidad emocional y el bienestar psicológico de una persona; casi todos contestaríamos que éste se basa, en el orden que cada uno elijamos; en la pareja quien la tenga, la familia, los amigos, la economía y el trabajo. Pensemos por un momento que de entre todos ellos uno de los que más tiempo y energía demanda diariamente es el trabajo; éste ayuda a cubrir muchas necesidades esenciales de nuestra vida: demandas económicas, nos hace madurar intelectual y emocionalmente, es una fuente para relacionarnos socialmente a través de él, etc.
Para una gran cantidad de actividades profesionales es necesario emplear años de preparación. A día de hoy, casi todas las profesiones están en constante cambio, evolución; con funciones nuevas y muchas veces variables para quien lo desempeña, cuyo papel, ámbito de actuación y rol por parte del trabajador varía constantemente.
El empleo supone una fuente de gratificación, aprendizaje y a la vez de tener que enfrentarse a retos, a nuevos requerimientos para que las que muchas veces el empleado no se siente capacitado o preparado para llevarlas a cabo, convirtiendo el mismo en una amenaza para nuestra integridad mental, apareciendo aquí la sensación de peligro y por tanto de ansiedad .
En su esencia la ansiedad es una emoción básica y primaria inherente a los seres humanos, esencialmente un mecanismo innato que se activa ante la percepción de un riesgo y nos predispone a solventar el mismo de la forma que, acertada o erróneamente, el organismo considere adecuada.
Hay grados continuados de ansiedad: desde una Ansiedad adaptativa cuya intensidad es acorde con la situación y finaliza con la misma; hasta una ansiedad desadaptativa cuya intensidad es desproporcionada a la situación, generalmente se mantiene cuando finaliza la misma o aparece directamente sin que aparezca la situación.
La ansiedad laboral, a veces identificada como estrés laboral, aunque no son exactamente lo mismo, es la ansiedad causada por el trabajo y que gira en torno a él. La forma en que se experimenta y los factores que la causan son diferentes para cada individuo, dependiendo de factores intrínsecos de la personalidad del individuo, así como de factores extrínsecos propios de la estructura organizacional del trabajo.
CÓMO RECONOCER QUE TIENES ANSIEDAD EN EL TRABAJO.
Es difícil superar algo cuando no somos conscientes de tenerlo o de admitirlo. Ésta es una lista de los síntomas comunes de la ansiedad laboral. Una vez que hemos definido lo que experimentamos, podemos estar más encaminados en su solución.
- Pensamientos recurrentes y constantes sobre el trabajo que sentimos como invasivos, que se producen no sólo en el trabajo sino también fuera de él y sobre los que percibimos que no podemos eliminar, que no tenemos un control sobre los mismos.
- Te preocupas excesivamente por el trabajo hasta el punto de que ésta interfiere con tu vida personal, no siendo capaz de desconectar.
- Sientes miedo ante la idea de ir a trabajar, con anticipaciones negativas, muchas veces catastrofistas de lo que va a ocurrir.
- Evitas nuevos retos, nuevas promociones o proposiciones por el trabajo por el miedo a no estar a la altura, de no saberte desempeñar.
- Dificultad de comenzar a trabajar, posponiendo las tareas.
- Experimentas dificultad para concentrarte.
- Sentimientos constantes de irritabilidad o frustración fundamentalmente cuando estamos o pensamos en el trabajo que se extrapolan a potras áreas de nuestra vida.
- Síntomas físicos, como insomnio, sensación de no descansar, aunque se hayan dormido suficientes horas, fatiga e inquietud, dolores de cabeza, de estómago, en definitiva, diferentes dolencias físicas sin que se les encuentre causa médica, etc.
CAUSAS DE LA ANSIEDAD LABORAL

Existe un gran abanico de desencadenantes de la ansiedad laboral y varían de una persona a otra. Entre las circunstancias más comunes que pueden conducir a la ansiedad laboral se encuentran las siguientes.
- Podemos experimentar ansiedad en un puesto nuevo debido al miedo por cumplir las expectativas de un nuevo cargo o jefe. Lo desconocido muchas veces resulta amenazante, en especial si nos sentimos presionados a obtener resultados de manera rápida.
- Proyectos, objetivos o compromisos laborales desproporcionados o poco claros para los que uno no se siente preparado, así como plazos poco realistas o una carga de trabajo inabordable por el trabajador, sintiendo éste que no cuenta con los recursos profesionales ni personales necesarios para acometer lo que se le exige y-o espera.
- Conflictos entre compañeros-jefes o demás profesionales que generan un mal ambiente laboral teniendo que estar el trabajador en una situación de tensión y vigilancia permanentes.
- Falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal, lo que trae consigo un exceso de horas de trabajo que conllevan fatiga-agotamiento y, en muchas ocasiones, una disminución del rendimiento.
- Experimentar ansiedad de manera generalizada o un trastorno de ansiedad; especialmente si se trata de timidez, ansiedad social o falta habilidades interpersonales pues conlleva una marcada dificultad para iniciar y mantener interacciones sociales y resolver conflictos de manera adaptativa.
- Factores internos, como la autoexigencia o exigencia hacia los demás en el que existe la concepción de que nunca es suficiente, el perfeccionismo, la necesidad de tener todo bajo control, la presión impuesta por uno mismo puede causar ansiedad laboral. Muy conocido en este caso es el llamado síndrome del impostor.
CÓMO PODEMOS MANEJAR LA ANSIEDAD EN EL TRABAJO.

Aquí te dejo unos consejos que te pueden ayudar a gestionar de manera adecuada la ansiedad den el trabajo:
- Analiza tus pensamientos y sentimientos sobre el trabajo y sobre ti mismo.
Es posible que éstos puedan estar distorsionados, no adecuándose por tanto a la realidad. Es importante cuestionárnoslos.
- Concéntrate en tus propias metas.
Define qué quieres lograr en tu profesión y cuál es el motor que te mueve hacia esa meta, por qué lo quiero lograr. La motivación por el futuro puede ayudarte a volver a concentrarte en tus objetivos y reenfocar los problemas que se presentan. - Planifica y organízate tu jornada.
Elabora una lista de tareas a realizar, tareas postergadas, tiempo aproximado a emplear en cada una de ellas, recursos con los que contamos para llevarlas a cabo, dificultades que nos vamos a encontrar y planificar cómo podemos solucionarlas nos ayudará a ser más eficientes, maximizando la posibilidad de conseguir los requerimientos y objetivos, devolviéndonos una imagen de trabajador profesional y competente.
- Evita llegar al agotamiento físico y-o mental.
Pues este cursa con una bajada en el rendimiento, que de producirse generará ansiedad. Para ello es necesario realizar descansos durante el trabajo, mantener unos hábitos correctos de alimentación y sueño y dejar un tiempo a actividades de ocio alejadas del trabajo.
- Identifica su origen.
Comprender las circunstancias, te ayudará a entender si podemos cambiar el foco del problema y qué estrategias podemos aprender, desarrollar y potenciar para llevarlo a cabo; o bien si no podemos cambiar ese origen encontrar diferentes alternativas para adaptarnos o en caso contrario, cambiar.
Así, si no te agrada el sector en que estás trabajando, podemos plantearnos la posibilidad de un reenfoque en el ámbito laboral. Si algo externo (como un jefe o un compañero de trabajo abusivo) está en el origen de tu ansiedad laboral, probablemente necesitemos desarrollar recursos para mejorar nuestra relación con ellos o, en última instancia, cambiar de puesto.
Si te has visto reflejado-a en este artículo, te sientes desbordad@ y sientes que no puedes manejar y controlar estas situaciones, puedes ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 y reservar una cita presencial o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.