La depresión es uno de los trastornos psicológicos con mayor prevalencia superando incluso a los trastornos de ansiedad.
Asi poniendo datos y números en España, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2015 fueron diagnosticados de depresión 2.408.700 personas, lo que significa un 5,2% de la población española.
Por los datos demográficos que tenemos de los estudios realizados podemos ver que la depresión afecta a personas de todas las edades y diferentes condiciones sociales.
Y dentro de los trastornos de depresión, aparece que es el episodio depresivo mayor, el que aparece con mayor frecuencia, siendo un 3,9% de los casos totales.
Lo que también se ha visto en los estudios realizados es que los trastornos depresivos aumentan año trás año y arrojan previsiones alarmantes, ya que según los datos de la OMS, en el 2020 será la segunda causa de incapacidad y considera que en el 2030 será la primera causa de incapacidad.
Pero no solo es preocupante porque sea incapacitante sino también por las ideas recurrentes de ideación suicida que acompañan este trastorno y que muchas veces lleva a las personas que lo sufren a llevarlo a cabo, así según datos del INE en el año 2015, las muertes por suicidio duplico al número de muertes por accidentes de tráfico, por lo que, realmente es un tema para tomárselo muy en serio.
Fuente: INE. “España en cifras 2017”
Los estudios que hay al respecto estiman que dos tercios de los suicidios estarían afectados por un trastorno depresivo. Se estima que el riesgo de suicidio de personas con depresión es cuatro veces mayor respecto a la población general y en caso de depresión grave sería veinte veces mayor.
Y por si fuera poco, está la paradoja de que siendo un trastorno que ha sido tan bien estudiado, con una extensa investigación tanto de tratamientos, terapias farmacología, prevención, etc, y con grandes conocimientos de cómo tratar estos casos de forma eficaz, en España se estima que solo la mitad de las personas que lo sufren están diagnosticadas y bien tratadas.
La mayoría de las personas ya saben que la depresión tiene como características una pérdida de interés por las actividades que antes te gustaban, una incapacidad de hacer las cosas del día a día, perdida de energía o sensación de falta de energía, tristeza persistente, cambios en el apetito, necesidad de dormir más o menos de lo habitual, sentimiento de desesperanza, incapacidad en la concentración y en la toma de decisiones, ansiedad, sentimientos de culpabilidad, y como hemos comentado anteriormente pensamientos de muerte o de suicidio.
Nuestro compañero, David Ramallo, ya escribió su artículo "Depresión: Tratamientos Psicológicos eficaces" porqué los fármacos por si solos no son eficientes en los trastornos depresivos, ya que no son enfermedades mentales que tomando pastillas se solucionen, sino que se trata de un trastorno psicológico complejo, donde es necesario intervenciones de diferente intensidad según el nivel de la depresión, que necesita recursos farmacológicos y terapéuticos para que la persona pueda desarrollar unos recursos de afrontamiento funcionales.
En este sentido muchas de las guías clínicas ponen el tratamiento psicológico como primera elección para la depresión leve y moderada, pero lo habitual es encontrar el modelo escalonado en el manejo de la depresión:
En la mayoría de ellas sería por tanto la intervención psicológica el tratamiento de referencia en primera instancia, para ir avanzando hacia los tratamientos farmacológicos en las siguientes fases en caso de que fuera necesario o incluso en paralelo.
Sin embargo nos encontramos con una realidad muy diferente, los antidepresivos siguen siendo la primera respuesta que reciben los pacientes cuando acuden a su médico, siendo en la mayoría de las ocasiones el único tratamiento que reciben, por lo que no se está siguiendo las recomendaciones establecidas por las guías de salud nacionales ni internacionales.
El famoso estudio realizado del Prozac (famoso antidepresivo) donde unos investigadores concluyeron en un metanalisis de ensayos clínicos registrados por la FDA (Food and Drug Administration), que su eficacia era igual a la de un placebo, fue muy revelador y ha abierto muchos interrogantes acerca de la eficacia real de los antidepresivos. Para ver el artículo publicado por el país en el año 2008 pincha aquí.
Ahora bien, también hay estudios que demuestran la efectividad de la farmacología de la reducción de la sintomatología depresiva a corto plazo, disminuyendo la ansiedad, mejorando la calidad del sueño, reduciendo las ideas negativas, pero a la vez, esta efectividad viene acompañada por unos aspectos negativos, según se refleja en la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto del Ministerio de Sanidad, que destaca la dependencia, efectos secundarios y sedación entre otros.
Esta misma Guía Práctica Clínica de la Depresión en Adultos comenta que la Psicoterapia tiene una valoración muy positiva, teniendo entre sus ventajas el papel terapéutico, el aprender formas de enfrentamiento a las situaciones, y que en su eficacia tiene un valor predominante la empatía y capacidad profesional del terapeuta.
Lo que está claro es que la efectividad de la psicoterapia en el tratamiento de la depresión es algo que lleva décadas demostrando. Respecto a la efectividad de las terapias, los estudios apuntan que la terapia cognitiva conductual tiene unos altos índices de efectividad en el tratamiento de la depresión leve y moderada.
Ahora bien, en los últimos años ha aparecido dentro de las terapias de tercera generación Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT, Segal, Williams y Teasdale, 2002) con grandes resultados en el tratamiento de la depresión, Cebolla, A., & Miró, M. T. (2006), donde abordan la depresión desde un punto de vista diferente al que se había puesto hasta ahora.
Los resultados y las investigaciones que han aparecido respecto al MBCT son muy prometedores ya que ponen el foco en el tratamiento de la depresión desde un punto de vista preventivo, trabajando desde lo que desencadena y mantiene la depresión, y no sobre la sintomatología en sí.
Además las nuevas tecnologías permiten realizar terapia online en trastornos depresivos, que si bien tiene ciertas limitaciones al no tener ese contacto presencial, hay estudios que confirman que los resultados conseguidos son altamente efectivos siendo una nueva alternativa a las tradicionales terapias presenciales.
En España como vemos hay realmente una tendencia a tratar la depresión a través de fármacos, pero como hemos intentado explicar en este artículo, no es el tratamiento adecuado para este tipo de trastorno.
Desgraciadamente, no es extraño encontrarnos casos en consulta que durante años y años, llevan tomando antidepresivos simplemente porque no han sido derivados a terapia psicológica.
Solo acuden cuando pasados muchos años y en una situación bastante desesperada viene buscando unos recursos y mecanismos para afrontar de forma eficiente su situación, que con una terapia adecuada se consigue a lo largo de unos meses.
En Psicopartner tenernos experiencia en el tratamiento de los trastornos de depresión, por lo que no dudes en solicitar cita y explicar tu caso. Estaremos encantados de escuchar tu caso y ver la mejor manera de poder ayudarte.
Fuentes;
Pérez Alvárez, M., & García Montes, J. M. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la depresión. Psicothema, 13(3).
Cebolla, A., & Miró, M. T. (2006). Eficacia de la terapia cognitiva basada en la atención plena en el tratamiento de la depresión. Revista de psicoterapia, 17(66-67), 133-155.