La maternidad es una experiencia vital compleja que alberga un sinfín de emociones, retos y cambios a nivel físico y psicológico, constituye una gran transformación en el sentido del self, del uno mismo, de la propia identidad de la mujer, que ya no es solo esa mujer sino que adopta otros roles que la definen como madre, como cuidadora.
Aunque la maternidad se suele recibir con gran entusiasmo y ser un motivo de celebración y viene acompañada de muchas emociones agradables y placenteras, la presión social por ser una buena madre, los cambios físicos, así como esa nueva redefinición del yo, comprenden un desafío importante, cargado muchas veces de frustración, tristeza, ansiedad y culpa. La vivencia maternal es diversa, complicada y profundamente personal y esta parte tiende a no visibilizarse y a no ser legitimada por la sociedad actual.
Retos de la Maternidad
- Cambios en el Self, Redefinición de la Identidad
Existe un profundo cambio en como la mujer se percibe a si misma, el cuidado de otra personita implica ya no solo un proyecto vital transformador, sino la perdida de la independencia como individuo único, para adoptar este nuevo rol y lo que implica ser madre, esto puede generar conflictos en cuanto a lo que sucede con su personalidad, con sus preferencias, gustos y su tiempo.
Es importante ayudar a las mujeres en este tránsito, el aceptar e integrar todo aquello que van sintiendo, muchas veces las nuevas mamás lo definen como una pérdida de identidad, el darles espacio para comprender este cambio y entenderlo como una nueva dimensión y no solo como una pérdida, que irán incorporando con la experiencia y el apoyo y ayuda de los demás.
- Conciliación y gestión de los tiempos
La conciliación es muchas veces uno de los grandes problemas de las nuevas mamas, conciliar su vida personal , su trabajo y la maternidad que en los primeros años de la vida del menor implican mucha dedicación y cuidado, se convierte en una tarea ardua y difícil que puede venir acompañada de frustración, cansancio e impotencia; los modelos de conciliación laborales actuales no permiten dedicar tiempo de calidad a todas estas áreas y esto puede generar culpa en las mamás por no dedicar tiempo suficiente a sus hijos o a ellas mismas, esta ambivalencia genera a su vez desconcierto, ansiedad y frustración.
- Sobrecarga Física y Mental
Una de las consecuencias de ser mamá, es el cansancio físico y mental, las mamás primerizas no solo se enfrentan a una nueva etapa desconocida para ellas, sino que tienen que depositar la mayoría de sus recursos en el cuidado del pequeño, en la lactancia, en la vigilancia constante, así como la recuperación posparto y todos los cambios hormonales que esta etapa conllevan, provocando privación del sueño y un estado de alarma constante, que pueden desembocar en importantes respuestas de estrés y ansiedad; el cuidado compartido, la ayuda de la pareja y la familia extensa serán grandes aliados para transitar este periodo de una manera sana y equilibrada.
- Juicios externos y presión social
La nuevas mamás se enfrentan a infinidad de juicios sobre lo que deben y no deben hacer con su maternidad tanto de familiares, amigos, profesionales de salud y personas de su entorno; “dale pecho, no se lo des”, “el colecho es muy beneficioso”, “cómo se te ocurre, el niño se puede ahogar”… y así un sinfín de recomendaciones que en vez de ayudarles, les hacen dudar mas de su capacidad de decisión y de actuar, “lo estaré haciendo bien”, “¿soy una buena madre?”, aunque la información es valiosa, tanta y tan polarizada puede generar sentimientos de desesperanza e ineficacia en las propias mujeres.
La mujer en ayuda de este entorno puede definir sus propios parámetros de crianza alienados con sus creencias, valores personales y las recomendaciones de profesionales adaptadas a la vivencia y a la situación personal de cada mujer.
Mitos sobe la Maternidad

- Ser madre es algo instintivo y natural
Existe una creencia muy extendida en que cuando una mujer da a luz adquiere de manera automática ese conocido instinto maternal, que les hace saber qué hacer y cómo actuar en todo momento. Pero esto no es así, las nuevas mamás suelen aprender de sus hijos por ensayo y error a través de la observación y la experiencia directa, esta asunción puede generar una inmensa culpa y angustia cuando no saben lo que tienen que hacer y dudan en la crianza; el ayudarles a entender que implica un proceso de aprendizaje único y es lógico equivocarse generara emociones mas manejables y un sentimiento de aceptación mas valioso y sano para ellas.
- La conexión con el bebe es inmediata y feliz
Otra idea muy extendida y la vez errónea, el vínculo afectivo en algunas mamás puede ir desarrollándose de manera inmediata y en otras mamás no funciona así, la vivencia del embarazo, las expectativas elevadas y positivas de lo que implica ser madre, las vivencias anteriores: por ejemplo haber sufrido algún trauma: un experiencia con un fuerte impacto emocional como pérdidas perinatales, dificultades para quedarse embarazada o sufrir un parto traumático pueden ser diferencias notorias en el establecimiento de este vínculo, de ese apego entre mamá y bebe; el validar y el entender que puede que este vínculo no sea inmediato y feliz, les ayudara enormemente en ese tránsito.
- La madre perfecta ni se cansa ni se frustra
Esta idealización es a su vez frecuente y peligrosa, no se permite a las nuevas mamás estar tristes, cansadas, ni frustradas, frases del tipo:” deberías estar contenta, tienes un hijo sano y precioso”, este tipo de verbalizaciones no hacen más que silenciar e invalidar el sufrimiento personal de cada mujer como madre, como mujer, esto genera que las mamás no se expresen y pidan ayuda y se puedan intensificar y cronificar las emociones desagradables en el tiempo, al no darles el espacio y la atención que necesitan, pudiendo desembocar en problemas de salud mental, como ansiedad y depresión posparto.
Las emociones más características durante la maternidad

- Plenitud y alegría
No hay que olvidar que es una etapa preciosa que brinda momentos de enorme felicidad y alegría, el contacto piel con piel: caricias, besos y abrazos, el verlo crecer, el verle descubrir y aprender, son para las mamás una gran fuente de gozo y satisfacción, esta diada es fundamental en el desarrollo emocional del bebe, el vínculo afectivo madre/bebe es uno de los vínculos más poderosos en el aprendizaje de afectos así de su regulación en toda la vida de una persona, los apegos con la mamá, con las principales figuras de cuidado en los primeros 18 meses de vida influye de manera significativa en el tipo de relación que se tiene con uno mismo y con los demás en la vida adulta.
- Miedo, Ansiedad y Culpa
El miedo suele ser también una emoción que acompaña a la maternidad, el temor a no hacerlo bien, a que se ponga malito y no darle los cuidados que necesita puede incrementar este miedo y ansiedad, especialmente en las mamás primerizas que tienen que aprender a decodificar las señales de su hijo.
La culpa y la altas exigencias suelen ser otras grandes compañeras de ser mamá, esa voz crítica que les recuerda que deberían pasar mas tiempos con su hijo, darles de comer mejor, ocuparse mas de ellas, no hacen más que amplificar la culpa y la ansiedad, es vital ayudarles a manejar una voz mas compasiva y unas expectativas mas ajustadas por parte de su entorno y también por parte de los profesionales de salud.
- Tristeza
Pues sí ser madre también implica estar triste, el posparto es un periodo muy delicado a nivel físico, hormonal y emocional, es muy común que en las primeras semanas aparezca la conocida “maternity blues”, caracterizada por intensas fluctuaciones en el estado de ánimo, llanto frecuente y mucha fatiga y cansancio, en la mayoría de los casos este estado remite sin mayor gravedad, en algunos casos puede desarrollarse una depresión posparto, que suele ir ligada a lo comentado anteriormente: la vivencia del embarazo, traumas previos, ansiedad y estrés, vivencia del parto y el posparto; cuando la tristeza, la desesperanza y la irritabilidad persisten y afectan de manera significativa a la mamá y a la relación con su bebé hay que prestarle especial atención y pedir ayuda psicológica.
Si vas a ser o eres mamá te sientes abrumada, ansiosa, triste, cansada y/o culpable y no sabes cómo gestionarlo, no dudes en buscar ayuda profesional, ponte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al 669 489 678 o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.