La elección de pareja es un proceso complejo de establecimiento de una vinculo estable con otra persona para satisfacer nuestras necesidades afectivas.
Deseamos que la otra persona nos quiera y nos acepte al mismo tiempo que tememos ser rechazados/as, abandonados/as o juzgados.
“El amor no consisten mirarse el uno al otro sino en mirar juntos en la misma dirección”. Antoine de Saint-Exupéry
Factores que influyen en la elección de pareja:
- Los estilos de apego que hemos creado a lo largo de nuestra historia vital. Y es que, ya en la primera infancia aprendemos a relacionarnos de una forma u otra, a través del aprendizaje que nos brindan nuestras primeras relaciones, sobre todo las que generamos con nuestra figura de apego principal, que en la familia tradicional solía ser la madre.
- Es determinante la forma en la que nos sentimos cuando creamos esos primeros vínculos, ya que en esos momentos aprendemos de manera inconsciente a sentirnos seguros, a estar preocupados y ansiosos ante la ausencia de nuestra figura de apego o a acostumbrarnos a que nuestras necesidades, muchas veces las afectivas, no sean cubiertas.
- A medida que vamos desarrollándonos, asumimos distintos roles en las relaciones; aprendemos a ser siempre los que cuidamos a los demás, a necesitar excesivamente los cuidados de nuestras personas queridas, o en el caso de un estilo de apego seguro, el más adecuado para nuestra salud y bienestar, aprendemos a desarrollar nuestra propia autonomía y a la vez mantener un equilibrio entre cubrirnos las propias necesidades y apoyarnos en los demás. Porque los seres humanos somos seres sociales, y ser vulnerables no es algo negativo, necesitamos de los demás, el problema viene cuando, ya sea por exceso o por defecto de estas necesidades que no sabemos gestionar, sentimos malestar y dificultades para entablar relaciones sanas con nuestro entorno.
- Los modelos de pareja que observamos en nuestro entorno, ya sean nuestros padres, hermanos o amigos, por ejemplo. Cuando crecemos en un entorno adaptativo aprendemos a respetar y a ser respetados, a expresar lo que sentimos y, por ende, a comunicarnos. Pero cuando vivimos en entornos donde faltan estos pilares fundamentales, normalizamos aquellas conductas y dinámicas que vemos en dichas relaciones. De esta manera, generamos dificultades para identificar situaciones que podrían ser disfuncionales, porque es lo que siempre hemos visto y creemos que es lo normal, aunque nos genere malestar.
- El momento vital en el que nos encontramos es otro factor determinante en la elección de pareja, ya que, es probable que, al estar atravesando situaciones complejas a nivel personal, nos sintamos más vulnerables y deseosos de recibir apoyo y afecto por parte de la otra persona y esto nos haga no tener tanto en cuenta si nuestra pareja cumple los requisitos que buscamos en una pareja como el rol de esa persona en ese momento, la necesidad de que esté ahí aunque nuestra relación no tenga lo que nos gustaría. En este caso, hay que tener cuidado para evitar caer en la dependencia emocional.
- Otro factor importante a la hora de elegir pareja es el social, lo que vemos en nuestro entorno, en clase, en redes sociales… y cómo no, lo que nos transmiten dichas redes, sobre todo en adolescentes, ya que tiene un gran peso en su elección la forma de relacionarse de personas a las que admiran, lo que perciben en sus grupos de iguales…y si no hay un estilo de apego seguro marcado y/o no tienen una adecuada educación de género y/o sexual se puede caer nuevamente en normalizar conductas que percibimos en los demás que pueden ser muy perjudiciales.
¿Cómo elegir y construir una relación de pareja sana?
- Aparte de la atracción, que es una parte importante cuando eliges pareja, es fundamental que nos sintamos respetados en la relación, que pueda darse una comunicación eficiente por parte de ambas partes, que podamos ser dentro de la pareja tal y como somos y poder expresarnos.
- Una vez hemos realizado la elección de pareja, es necesario construir un proyecto en común, y ello requiere esfuerzo, que no sacrificio, ya que el esfuerzo supone que ambas partes se impliquen y el sacrificio, como su propio nombre indica, implica malestar, y las relaciones de pareja, al igual que todas las demás relaciones, no deben ser una fuente de malestar. Hay que tener un espacio propio y otro espacio compartido y que este último sea con una persona a la que, teniendo las herramientas para estar sin ella, elijamos cada día estar con ella por lo que nos aporta.
- Cada pareja es un mundo y tiene sus propias reglas escritas y no escritas. Hay que tener en cuenta que para que haya equitatividad es necesario que ambos miembros se sientan cómodos con su tipo de relación y se sientan libres para poder tomar decisiones, priorizando el propio bienestar, ya que, cuando uno está bien, su estado influye en su pareja y en la relación, fortaleciéndola.
Si sientes que tu relación no funciona bien, tienes creencias limitantes en relación al amor y/o la pareja, tienes problemas en tener relaciones sanas y saludables, te animamos a ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.