El hecho de ayudarnos los unos a los otros favorece las relaciones de reciprocidad, el amor mutuo y la satisfacción, esto ayuda a que se generen vínculos más o menos estrechos de amistad, de pareja o familiares.
Como seres gregarios y sociables necesitamos agruparnos, compartir e intercambiar, incluyendo los afectos; como consecuencia nos apegamos, crecemos y nos desarrollamos en pro de nuestra supervivencia y nos nutrimos de esta ayuda y vínculos de manera bidireccional, generando relaciones sanas y en ambos sentidos; de aquí el famoso dicho “dar para recibir”.
Sin embargo existen personas que sólo dan, olvidan sus propios intereses, preferencias y necesidades para cubrir las de otros; pero no obedece a una manera desinteresada y altruista sino a expensas de beneficios psicológicos encubiertos: disponer del control de la relación, necesidad de validación y aprobación de los demás, construcción de su self o su identidad vital en pro de dar respuesta a las necesidades de los demás; a simple vista pudiera parecer una relación saludable para ambas partes, aunque el resultado sería una relación unidireccional en la que ambos miembros no pudieran desarrollarse como individuos autónomos e independientes.
Pongamos un ejemplo:
María de 80 años es la madre de Tomás que tiene 48 años, María enviudo joven a los 50 y ella se encargaba de todas las tareas del hogar y del cuidado de su marido, asumió de manera negativa la pérdida de éste y volcó los mismos cuidados en su único hijo Tomás, él quiso independizarse varias veces de casa, pero su madre le advirtió de los muchos peligros de si lo hacía y lo bien que iba a estar en casa con ella atendiendo sus cuidados y necesidades, a Tomas le daba cada vez más miedo la simple posibilidad de irse y decidió quedarse con su mamá.
Como observamos en este ejemplo; María centra su identidad personal en el cuidado de los demás y Tomas alimentado por este miedo de su madre y la seguridad de permanecer en la zona de confort, no se desarrolla, ninguno de los dos lo hace, ambos permanecen en una dinámica toxica de codependencia e invalidación.
Puede parecer un caso extremo, pero si observamos en nuestro entorno nos percataremos de vínculos que reproducen patrones similares de comportamiento, a este tipo de personas que necesitan salvar y cuidar a los demás se las denomina con el Síndrome del Salvador, personas que creen que necesitan salvar a otros pero no a sí mismas, ya que se consideran los únicos seres válidos para dar solución o resolver los problemas de los otros, no dejándoles tomar un papel activo e independiente de su propia vida.
Causas y Características del Síndrome del Salvador
Este patrón de comportamiento puede obedecer a creencias y estilos educativos recibidos, la educación conforma un factor fundamental en el desarrollo de la personalidad de un individuo, si en la relación con nuestros progenitores o figuras de apego fundamentales hemos observado estos patrones es fácil que los internalicemos en nuestra vida adulta.
Son personas con un control exacerbado y patológico; sienten que tiene control sobre los demás brindándoles su apoyo, generando una necesidad en los demás por recibir su ayuda y alimentando así la creencia de que resultan indispensables para esa persona a la que salvan.
Son personas inseguras que necesitan de la aprobación y validación de los demás y puede que no se hayan desarrollado en otras facetas de su existencia obligando a paliar estos vacíos e inseguridades a expensas del cuidado los demás, cuando sienten que no pueden cumplir este rol se sienten desprotegidas, frustradas y desvalorizadas.
Son personas que tienen miedo a quedarse solas o a enfrentarse sus miedos y carencias; detrás de esa ayuda y protección existe la necesidad de controlar, mientras la persona requiera de sus cuidados y protección, el salvador la podrá controlar y evitara así el riesgo de ser abandonado. Es una forma de manipulación emocional del otro/a.
Y Qué Hacer
- Lo primero es ser consciente de esta dinámica toxica, en el caso de la persona Salvadora ayudarla a crear y a desempeñar otros roles más sanos en su vida cotidiana; como hemos comentado anteriormente en éste artículo existe en éstas personas un miedo profundo e inseguridad a no sentirse válidas y funcionales en otras áreas, así como al hecho de enfrentarse a sus carencias y dificultades personales; es importante un trabajo de psicoterapia e in introspección para descubrir estilos educativos parentales, vínculos de apego tempranos, experiencias vitales frustradas y generar un camino de desarrollo personal autónomo, funcional y validante.
- En el caso de la persona Salvada también es importante reconocerse en esa relación poco sana y de codependencia y ayudarla a sentirse más segura y confiada para tomar un papel más activo e independiente en su propia vida y en sus decisiones, mejorando su autoestima, su sentimiento de eficacia y su sentido de identidad. Es una forma de romper la dependencia que se ha ido generando y acabar con el “síndrome del esclavo satisfecho”.
- En ambos casos es necesario un trabajo de psicoterapia, corresponden a relaciones en muchos casos de tal codependencia que el romper esta dinámica puede implicar malestar acusado por las dos partes; la persona Salvadora puede sentir que pierde su sitio, su función vital y su identidad generando síntomas ansiosos y depresivos y la persona Salvada puede sentir que pierde su seguridad y su soporte vital, incrementándose así los miedos y la inseguridad para solucionar problemas o resolver tareas cotidianas. Por ello es fundamental realizar un trabajo de validación, seguridad y autonomía desde la escucha activa, la paciencia y el cariño.
“El carácter independiente surge de poder bastarse a sí mismo”.
Francisco Grandmontagne
Si piensas que estás en una dinámica de codependencia de este tipo y te sientes ansioso, abatido y triste y no sabes qué hacer, te animo a que te pongas en contacto con el equipo de Psicopartner, escribiéndonos a hola@psicopartner.com llamándonos al 91 466 98 62 o enviándonos un whatsapp al +34 613 145 003, donde estaremos encantados de valorar tu caso, atenderte y ayudarte.