Los seres humanos compartimos bastantes cosas. El miedo a lo desconocido y la incomodidad ante la incertidumbre se repiten en muchos de nosotros. La práctica de mindfulness puede ayudarnos a sobrellevar el aislamiento por el coronavirus y todas las dificultades que esto conlleva.
VIVIENDO EN UN CONTEXTO CAMBIANTE
La Comisión Europea ha decidido prohibir la entrada en la Unión Europea durante 30 días. En España el número de personas infectadas por el Covid-19 y de fallecimientos crece sin parar. Por ello, el Gobierno español ha cerrado los pasos fronterizos y ha declarado el "Estado de Alarma" para afrontar la emergencia sanitaria que vivimos, durante al menos 15 días.
Este es un paso más en la escalada de medidas que desde las autoridades se vienen implementando desde hace un tiempo.
La mayoría de nosotros hemos pasado de la intuición de que algo así podría llegar a ocurrir, a la certeza implacable de que el problema de salud llamado Covid-19 ya ha llegado. Está entre nosotros.
AISLAMIENTO SOCIAL: LA MEJOR RECETA
A falta de vacuna, y ante otras medidas disuasorias, el aislamiento social es el que augura mayores garantías de éxito. Es imprescindible para acabar con esta epidemia: No contagiarnos. No contagiar a otros. Y para ello necesitamos permanecer en casa.
Mantener la salud colectiva no es el único problema al que nos enfrentamos. También tenemos muy presente que se ha parado la actividad económica. En un porcentaje muy alto de los casos sobreviviremos al coronavirus, pero qué ocurrirá con nuestra capacidad de generar riqueza. Ahora mismo todas las preguntas están en el aire. Y no hay respuesta inmediata ni certera sobre nada.
¿QUÉ PODEMOS HACER AHORA?
¿Y ahora qué podemos hacer? La mayoría de la población estamos en casa. Aislados. En el mejor de los casos estamos sanos. Sólo nos queda esperar a que pasen los días: 15, 30,… quién sabe.
Sólo esperar, … y también ¿pensar? El humano tiene una media de 70.000 pensamientos al día. Y si estamos preocupados, sobre cuestiones que nos atañen tan directamente, como la propia vida y la de quienes más queremos, estos pensamientos cobran una fuerza especial. Son pegadizos.
Nuestra mente está preparada evolutivamente para funcionar así. Cuando tenemos un problema, nos gustaría que las cosas fuesen de otra manera. Nos centramos en esa discrepancia, y empezamos a darle vueltas para encontrar una solución.
“Está pasando algo que no me gusta. Intento que pase algo distinto, y si no pasa nada diferente. Aparece el conflicto”.
Esta manera de solucionar los problemas suele funcionar cuando se trata de cómo construir un edificio, cómo llegar por el camino más rápido al trabajo…. Pero la lógica que aplicamos a la resolución de los problemas físicos (tengo un problema y busco la solución) no nos va a ayudar a sostener los fenómenos mentales como la incertidumbre, el miedo, o a cambiar los estados de ánimo difíciles.
Es normal que no encontremos soluciones inmediatas a esta situación que estamos viviendo a raíz de la pandemia mundial. Como individuos, no nos ha ocurrido nunca.
Podremos recurrir a nuestras fortalezas individuales acumuladas a lo largo de los años. Pero quizás no sea suficiente. Por ello, esta es una oportunidad única para aprender a desarrollar una capacidad innata que tenemos todos los humanos: practicar la consciencia del momento, Mindfulness.
Porque si no es posible solucionar este problema, quizás el punto esté en no añadir sufrimiento a eso que no nos gusta. Si luchamos mentalmente contra esta situación estamos agravando el problema: generando resistencia y entrando en un bucle de ansiedad.
¿DÓNDE ESTÁ TU MENTE?
¿Dónde está tu mente? Practicando mindfulness, aprendes a parar unos minutos y a observar la dispersión de tu mente. La clave está en salir de ese espacio mental, trayendo la atención al cuerpo, o a la respiración.
Haciendo esto, los pensamientos y emociones pierden fuerza. Dejas de estar dentro de ellos y puedes observarlos con una cierta perspectiva. Esos fenómenos mentales no son tú. Dejando de estar atrapado en tu mente.
Entrenando una atención clara y despierta sobre lo que ocurre, irás desarrollando una respuesta eficaz. Dándote cuenta de lo que estás haciendo. De cómo te afectan las cosas y cómo te relacionas con ello.
Minfulness es recordar que estamos aquí. Y practicar la consciencia. De esta forma estabilizamos la atención para que no se nos vaya tanto la cabeza a esos pensamientos que nos agobian. En definitiva reducir la rumiación.
SI AHORA NO HAY RESPUESTAS ¿CÓMO SOSTENEMOS LAS PREGUNTAS?
En estos momentos no nos gusta lo que está ocurriendo. Es normal. Y no tenemos respuestas. También es normal.
Quizás la gran pregunta es si te puedes permitir no tener respuestas. Si te puedes permitir sostener la pregunta. Admitiendo que esto es lo que hay de momento. Poco a poco, con el tiempo las respuestas irán apareciendo. Las que sean. Muchas de ellas nos vendrán dadas. Y otras no. Cuando llegue ese día, será el momento de decidir.
Con mindfulness exploramos la posibilidad de gestionar lo que está ocurriendo desde un planteamiento radicalmente distinto. Evitando que eso que está ocurriendo y no nos gusta, nos condicione. Eligiendo la manera de responder, y que esta sea más efectiva.
Es una opción personal. Responsabilizándonos de lo que hay. Y eligiendo la respuesta más eficiente y acorde a nuestros valores. De esta manera no añadimos más sufrimiento al que ya viene dado por la situación.
Victor Frank, neurólogo y psiquiatra austriaco, padre de la logoterapia, nos habla sobre este tipo de experiencias de incertidumbre y sufrimiento, en su libro autobiográfico (como superviviente de varios campos de concentración nazis) “El hombre en busca de sentido”.
Rescato varias frases que apuntan directamente a las reflexiones de este artículo:
- “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.
- “El hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física”.
- “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio tenemos el poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad”.
#QUÉDATE EN CASA CON PSICOPARTNER
Puedes aprovechar durante este período tan especial, a descargarte los audios de Mindfulness para la calma mental que hemos colgado para que podáis practicar.
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