Si hiciésemos una encuesta preguntando a las parejas qué sería lo más doloroso para ellas, lo que nunca quisieran vivir, probablemente nos contestaran que un engaño o infidelidad.
El engaño y la infidelidad en las relaciones de pareja es una de las primeras y principales causas de divorcio o separación. No todas las parejas que la sufren se separan, algunas mantienen su relación por diversas razones, pero la inmensa mayoría de ellas sufre una herida muy profunda en la relación, la pérdida de confianza.
La infidelidad casi siempre lleva consigo mentiras, ocultación, etc, así una de las personas en quien más confiábamos ha llevado una vida paralela a nosotros.
Qué es la infidelidad.
En las relaciones se habla de la fidelidad como un componente importante de la relación, pero, raramente se establece de forma explícita y clara en qué consiste ser fiel, no explicitando los comportamientos que son admisibles para cada uno en la relación de pareja, así puede haber diferentes estándares y lo que para uno de ellos puede serlo para el otro no.
Un criterio habitualmente compartido es el sentimiento de traición, y es que casi siempre se da en secreto, ocultando información y -o mintiendo al otro miembro, rompiendo o al menos dañando un principio más o menos explícito: la lealtad, provocando que una base sobre los que se ha asentado la relación se deteriore: la confianza en la pareja y, muchas veces, en un@ mism@.
Consecuencias y repercusiones.
El engaño y la mentira, haya o no infidelidad causa estragos en la pareja, siendo uno de los mayores motivos de sufrimiento de la misma e incluso, para quien la ha sufrido sin quererlo, uno de los eventos más dolorosos de su vida. Podemos incluso pensar que para quien ha sido infiel y quiere recuperar a su pareja, no va a ser un camino fácil, pues los remordimientos por el daño causado le van a acompañar durante mucho tiempo.
Es habitual encontrar síntomas depresivos y ansiosos en la persona traicionada, fácilmente entendible si tenemos en cuenta que, cuando la infidelidad coge de sorpresa, un vínculo que se consideraba seguro, ha dejado de serlo.
Presenta habitualmente síntomas propios del Trastorno de Estrés Postraumático tales como imágenes intrusivas, pesadillas, flashbacks, etc. Una fuerte reacción a estímulos que le recuerden la traición como canciones, películas, comentarios, una cara parecida a la persona con la que se mantuvo el affaire, etc, hipervigilancia ante cualquier situación que suscite la posibilidad de una nueva traición, etc.
Si pensamos las repercusiones fundamentales para quien la ha sufrido podemos dividirlas en tres áreas:
-Comportamentales:
Hablamos de reacciones habitualmente encaminadas a tratar (muchas veces sin éxito ) a eliminar, a erradicar el dolor sufrido.
Una reacción muy habitual es la evitación del infiel, llegando a realizar una separación inmediata, que se debe en muchas ocasiones a un intento de evitar el sufrimiento producido.
Además también pueden aparecer reacciones de agresividad verbal e incluso física hacia la pareja o contra el- la tercero- tercera persona implicada en la misma.
Otras reacciones frecuentes que vemos en consulta es la aparición de una hipervigilancia para conseguir la seguridad de que no se va a repetir, así como la realización obsesiva de preguntas y comprobaciones encaminadas a buscar la “seguridad” de que se ha acabado.
- Emocionales:
El sufrimiento es enorme. Resulta muy frecuente que la persona que no lo esperaba por parte de su pareja y la descubre, o su pareja se lo confiesa, se quede inicialmente en estado de negación o incluso de shock”.
Tras esta respuesta inicial aparecen sentimientos de rabia contra la pareja y a veces contra un@ mism@ por no haberse dado cuenta de ello, no haberlo podido prever, deseos de venganza contra su pareja o contra la tercera persona y de querer buscar justicia.
Estas emociones se ven acompañadas de tristeza, falta de confianza en uno mismo, viéndose muchas veces dañada la autoestima.
-Cognitivas.
Una de las primeras reacciones de la persona traicionada son pensamientos recurrentes y rumiativos acerca de lo ocurrido, que pueden llegar a ser abrumadoras e incontrolables, muchas veces dificultan la concentración e interfieren en el funcionamiento diario normal.
Acompañado de la misma, otra reacción habitual es la búsqueda incesante de explicaciones, Preguntas recurrentes hacia el otro y hacia uno mismo de por qué ha pasado, qué ha hecho él-ella.
Otra de las respuestas más importantes es el cambio de la imagen que se tiene sobre el compañero y de la relación de pareja, muchas veces he oído en pacientes frases del tipo “ se me ha caído un mito”, con fuerte sentimiento de incertidumbre hacia el futuro de la pareja y miedo; tanto a la ruptura como a seguir juntos siendo infelices.
Qué hacer para recuperar la confianza.
Afrontar una traición es un proceso que genera mucha ansiedad y malestar emocional a ambos. No es fácil recuperar la confianza tras un engaño, pero sí es posible y la terapia psicológica tanto individual como la terapia de pareja son herramientas fundamentales.
Lo primera cuestión a plantearnos es si se decide continuar con la relación. En caso afirmativo es necesario que se produzcan una serie de procesos encaminados a recuperar la confianza y la intimidad.
- Desactivación Emocional:
Una primera fase consiste en la desactivación del impacto emocional que ha sufrido la víctima. Hay que tener en cuenta que el engaño puede ser una experiencia profundamente traumática para quien la sufre.
Las emociones desencadenadas por esta situación pueden ser apabullantes y muy difíciles de manejar ya que aparecen un abanico de emociones negativas, que van desde la ira y la tristeza hasta la confusión y la desesperanza.
Esto llega a provocar que las víctimas de la infidelidad a menudo experimentan una pérdida de confianza en sí mismas y una incapacidad para poder confiar en los demás en un futuro afectando a sus relaciones.
El trabajo terapéutico suele estar basado en las siguientes áreas:
- Aceptación de la realidad: Después de una infidelidad es necesario aceptar la realidad de lo que ha sucedido. Esto implica poder reconocer el dolor así como la traición que se ha cometido.
“Es necesario aceptar que el pasado no se puede cambiar”
- Reconstrucción de la autoestima: Recuperar la confianza en un@ mism@ es esencial para superar el impacto emocional de la infidelidad. Esto implica trabajar en el desarrollo personal, establecer metas personales y ser consciente de las personas que están actuando como red de apoyo emocional.
- Reencuadre de la infidelidad:
Una segunda etapa orientada a realizar un reencuadre de lo ocurrido, encontrar una explicación que nos permita avanzar hacia la reconciliación. En esta segunda etapa el foco estaría en:
- Aprender a perdonar: El perdón es un proceso que lleva tiempo, pero es imprescindible para poder liberarse del peso emocional de la infidelidad. Perdonar no significa olvidar lo que sucedió, sino liberarse del resentimiento y la amargura.
- Comunicación de pareja: Es necesario mantener una adecuada comunicación entre ambos miembros de la pareja no basada en los reproches. Así, que el infiel recoja el dolor causado a su pareja de forma genuina, sincera, asumiendo el daño causado y con una verdadera intención de restituirlo. Asimismo, si la víctima consigue ver los sentimientos y necesidades de su pareja; muy poco a poco la confianza se irá recuperando.
- Establecimiento de nuevas bases:
Finalmente, habría una tercera fase orientada a reestablecer las nuevas bases sobre las que se asentará la pareja, incluyendo las acciones necesarias para reforzar los puntos débiles de la misma.
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