¿Qué es la resiliencia?
El concepto de resiliencia procede del campo de la física, donde se entiende como la resistencia de un material al choque, a la tensión y a la presión, y su posterior capacidad de retornar a su forma original. Relacionado con la definición anterior, en el ámbito de la psicología, la resiliencia es considerada como la habilidad de una persona o un grupo, para mantener su capacidad de adaptación a pesar de vivir experiencias adversas.
Existen múltiples definiciones, a nivel psicológico, del término resiliencia, pero todas ellas comparten varios elementos comunes: la exposición a algún acontecimiento vital negativo, la adaptación a ese suceso y la superación y crecimiento posterior.
Es importante señalar que la resiliencia no es una cualidad innata y tampoco tiene un carácter estático, sino que se refiere a un proceso dinámico por el que una persona o un grupo de personas, son capaces de adaptarse a las circunstancias, aún siendo éstas traumáticas o adversas. La resiliencia contempla varias dimensiones, la personal, la familiar y la social. Será en este caso la dimensión familiar la que analizaremos.
Elementos potenciadores de la resiliencia familiar
La familia es un sistema en el que todos sus miembros se influyen entre sí. Las respuestas que la familia aporta a las diferentes situaciones que vive, dependen tanto de los recursos de sus propios integrantes, como de los recursos del grupo familiar en su conjunto.
La terapeuta de familia Froma Walsh, expone que la resiliencia en las familias es tejida por relaciones y experiencias que se desarrollan durante los ciclos de la vida, entre las generaciones y a lo largo del tiempo. Por tanto, la resiliencia se construye en nuestras relaciones, en el entorno familiar y se ve favorecida cuando las adversidades y los diferentes problemas que se atraviesan son vistos como una manera de crecer y de superar los propios límites.

Las familias a lo largo de su ciclo vital se enfrentan a situaciones adversas y estresantes que ponen a prueba su capacidad adaptativa, ejemplos de ello podrían ser el atravesar problemas económicos, de salud, cambios de ciudad, separaciones, duelos etc.
Las investigaciones en el campo de la resiliencia familiar señalan una serie de elementos potenciadores de ese proceso resiliente:
- El apego y apoyo. Entendiendo la familia como un lugar seguro, afectuoso, que aporta apoyo incondicional a cada miembro y reconoce su valía. Un ambiente en el que se estimula la expresión y gestión emocional de una forma saludable.
- Un buen funcionamiento familiar se acompaña de una organización con una estructura flexible, pero donde existen reglas, normas, funciones y patrones de relación, que aportan a la unidad familiar un sentido de estabilidad y continuidad en el tiempo.
- La cohesión familiar y la búsqueda conjunta de soluciones en situaciones de estrés y de adversidad, es decir, que exista un proceso colaborativo en la resolución de los problemas.
- Las creencias y los valores familiares son componentes claves en el funcionamiento familiar y representan un importante papel en la formación de la resiliencia. Por ejemplo, el respeto a la individualidad de cada miembro, la confianza en las capacidades de cada uno y de la familia en su conjunto, la atribución de un sentido a la adversidad o una perspectiva positiva de afrontar las situaciones.
- La comunicación, permite también dar un impulso a la resiliencia cuando se posibilita a nivel familiar la expresión de las distintas opiniones, se favorece el diálogo, el debate o la negociación de forma natural.
- La flexibilidad psicológica ayuda a la persona y al grupo a adaptarse a las circunstancias. Supone no negar el suceso, sino ser conscientes de lo que ocurre y ajustarse a lo sucedido. Adaptarse para lograr los objetivos, siguiendo el curso de nuestros proyectos y valores, incluso en situaciones dolorosas.
- El tiempo familiar compartido, buscar espacios y tiempos de interacción, planificando conjuntamente actividades, lo que fortalece los lazos de afecto y confianza entre los integrantes de la familia.

En la terapia familiar que realizamos en Psicopartner desarrollamos la resiliencia familiar a través de cambios en las conductas, de potenciar la unión familiar estableciendo canales de comunicación adecuados que permitan el entendimiento y la comprensión.
Como se ha señalado anteriormente, la resiliencia no es innata, y por tanto puede aprenderse. Resulta beneficioso entrenar a las familias en estos componentes, de modo que puedan fortalecerse y crecer para afrontar los sucesos estresantes de la vida. Convirtiendo así a la familia en un contexto más de promoción y fomento de la resiliencia tanto a nivel de grupo como a nivel personal.
En Psicopartner tenemos experiencia en la mediación y terapia familiar, somos Psicologos Mediadores expertos en resolución de problemas familiares tanto a nivel presencial como online, por lo que si tienes problemas en tu familia puedes llamarnos al 669 489 678 y solicitar una primera sesión con uno de nuestros Psicólogos Familiares.