La rumiación consiste en esa serie de pensamientos intrusivos que no podemos controlar y que aparecen de forma repetitiva, insidiosa que albergan preocupaciones sobre el pasado y el futuro y que generan en la persona que los sufre, ansiedad, tristeza, así como la imposibilidad de salir de ellos.
Habrás escuchado muchas veces esta expresión: ¡Anda que no te rallas! ¡Deja de darle vueltas a lo mismo!
En esto consiste la rumiación: el darle vueltas a una serie de pensamientos una y otra vez, desencadenando un bucle de cogniciones recurrentes sin poder escapar de las mismas.
El término Rumiar tiene su origen en el mundo animal, cuando determinados animales una vez ingerida la comida, la regurgitan y la vuelven a traer la boca para masticarla repetidas veces y poder ingerir y metabolizar mejor el alimento, ejemplo de rumiantes son las vacas, ovejas o ciervos.
Todos los seres humanos rumiamos determinados pensamientos y está estrechamente relacionado con algún asunto no resuelto, la mente en un afán por buscar soluciones posibles da vueltas al asunto en cuestión para encontrarlas, también se relaciona con algo que nos ha supuesto un agravio emocional e intentamos darle vueltas para encontrar un sentido valido que nos brinde certidumbre y tranquilidad. Muchas veces resuelto el problema termina la rumia.
La rumia comienza a ser patológica cuando es recurrente y afecta emocionalmente a la persona en su día a día, así como a la resolución de los conflictos de manera eficaz.
Y QUÉ DICEN LAS INVESTIGACIONES AL RESPECTO…
Varios estudios apuntan a que el papel de los pensamientos , a cómo vemos o interpretamos la realidad influye de manera directa en la ansiedad, el estrés y la depresión;
Kinderman P, Schwannauer M, Pontin E, Tai s (2013) Psychological Processes Mediate the Impact of Familial Risk, Social Circumstances and Life Events on Mental Health. Publicado en PLOS ONE. Investigadores del estudio, pertenecientes al Instituto de Psicología, Salud y Sociedad de la Universidad de Liverpool, realizaron dicho estudio en 2013 , que contó con la participación de 32.000 participantes , en una muestra de 18 a 85 años de edad, que completaron la Prueba de Estrés de la BBC y que explora las causas y consecuencias del estrés; entre sus conclusiones más destacadas reseñaron que las experiencias traumáticas de la vida son la principal fuente de ansiedad y estrés , pero la forma de pensar sobre estos eventos determinará el nivel de estrés experimentado.

La Psicología de la Rumiación
En mi experiencia como terapeuta he podido ver en mis pacientes que la rumiación de pensamientos, aunque provoca mucho malestar, no es realmente el problema sino que son síntomas de otros trastornos. Así podemos decir que es un rasgo presente en determinadas patologías:
- Personas con Trastorno Obsesivo- Compulsivo, Trastornos de Ansiedad, Estrés y Depresión, tienen un componente compartido en la rumia, presencia recurrente de pensamientos intrusivos sobre el pasado y el futuro de los que no pueden escapar y este hecho incrementa su malestar.
- Rasgos como el perfeccionismo exacerbado, la baja autoestima, los eventos traumáticos no resueltos, tienden a la rumiación: individuos que persiguen la búsqueda de la perfección, que mantienen la preocupación constante por cómo hacen determinadas cosas y como los valoraran los demás, incrementa más las probabilidades de entrar en ese bucle de pensamientos autodestructivos.
- La culpa suele ocupar además el papel central en este tipo de pensamientos y de muchos trastornos, el sentirse mal con uno mismo de manera constante por no haber resuelto las cosas mejor, por no haber tomado una mejor decisión, etc.…
CONSEJOS PARA MANEJAR ESOS PENSAMIENTOS RUMIATIVOS:

La narrativa de uno, cómo se cuenta determinadas cosas o cómo interpreta sus vivencias influye de manera directa en nuestro estado emocional.
- Lo primero es entender como funcionan los pensamientos: las personas podemos tener a lo largo del día unos 60.000 pensamientos, WOW! Se dice pronto, son eventos mentales que nos ayudan a dar sentido a la realidad experimentada y valorar escenarios y buscar soluciones posibles , los necesitamos para sobrevivir, si no actuara esta parte más reflexiva estaríamos muertos , nos guiaríamos únicamente por nuestra parte instintiva y no ponderaríamos las situaciones, ni avanzaríamos en nuestros objetivos y metas; el problema radica cuando nos identificamos con los mismos y no sabemos manejarlos.
- El problema a su vez está en el foco, con tantos pensamientos que tenemos no podemos prestar atención a todos ellos , pero si focalizamos en alguno/ algunos de manera recurrente esto no hará que terminen , si no que aparecerán más frecuentemente e influirán directamente en nuestras emociones: ansiedad, estrés, tristeza, preocupación, enfado…entender la relación entre pensamientos y emociones es fundamental, nos ayudara a gestionar los primeros para regular nuestras emociones mejor.
- Desde psicoterapia utilizamos varias técnicas y herramientas para cambiar el foco y gestionar los pensamientos rumiativos:
- La Parada de Pensamiento; que mediante un estímulo discriminativo como una palabra corta y un golpe/ o toque y después el cambio a otros pensamientos nos ayudara a parar y cambiar el foco.
- La Reestructuración Cognitiva; nos plantera otras formas de interpretar nuestra realidad más ajustada y beneficiosa.
- La Meditación y el Mindfulness; nos ayudaran a responder y no a reaccionar ante determinados pensamientos, no identificarnos con ellos y poder distanciarnos de éstos, esta técnica se conoce como Defusión Cognitiva.
- La Escritura y la Expresión de lo que Pensamos; pueden también ayudarnos para tomar distancia y hacer que se enfríen nuestras emociones: escribir un diario emocional, y externalizar lo que nos preocupa nos ayudara en este cometido.
- Trabajar la culpa, la autoestima, el perfeccionismo y la resolución de conflictos, es fundamental para salir del bucle de este tipo de cogniciones.
Somos lo que creemos que somos.
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Si sientes que la rumia es persistente y no sabes cómo manejarla, te animo a que te pongas en contacto con el equipo de Psicopartner, escribiéndonos a hola@psicopartner.com o llamándonos al 91 466 98 62 o al móvil 669 489 678, donde estaremos encantados de valorar tu caso, atenderte y ayudarte.