El Trastorno de Atracones (TA) puede tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona. Actualmente, TA es reconocido como un diagnóstico oficial dentro de los trastornos alimentarios y de ingestión de alimentos. Afecta a casi el 2% de la población mundial y puede ocasionar problemas de salud adicionales relacionados con la dieta, como niveles elevados de colesterol y diabetes.
Los trastornos alimentarios y de ingestión de alimentos no se limitan únicamente a la comida, por lo que el Manual Diagnóstico y Estadístico DSM-5 los clasifica como trastornos mentales.
Generalmente, las personas desarrollan este trastorno como una forma de afrontar problemas más profundos o condiciones psicológicas como la ansiedad o la depresión.
¿Qué es el Trastorno por Atracones y cuáles son sus síntomas?
Las personas con trastorno de atracón pueden consumir grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo, incluso sin sentir hambre. El estrés emocional a menudo influye de manera significativa, desencadenando episodios de atracones. Este comportamiento puede proporcionar una sensación momentánea de liberación o alivio durante la ingesta, pero lamentablemente conduce a sentimientos de pérdida de control, culpa y vergüenza posteriormente.
Para que un profesional de la salud diagnostique el Trastorno de Atracones, deben estar presentes tres o más de los siguientes síntomas:
- comer mucho más rápido de lo normal
- comer hasta estar desagradablemente lleno
- comer grandes cantidades sin sentir hambre físicamente
- comer solo debido a sentimientos de vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere
Las personas afectadas por TA a menudo experimentan sentimientos de extrema infelicidad y angustia relacionados con el acto de comer en exceso, así como con la forma del cuerpo y el peso.
Es importante diferenciar el trastorno de atracón frente a otro tipo de trastornos como la adicción a la comida o la bulimia.
¿Qué causa el trastorno por atracón?
Las causas del trastorno de atracones aún no se comprenden completamente, pero se ha incrementado el estudio de posibles factores de riesgo para su desarrollo.
- Genética
Existen pruebas sólidas de que el trastorno tiene un componente hereditario. Las personas con el trastorno de atracones pueden tener una mayor sensibilidad a la dopamina, una sustancia química cerebral asociada a los sentimientos de recompensa y placer.
- Género
El trastorno de atracones es más común en mujeres que en hombres. Según estudios en Estados Unidos, el 3,6% de las mujeres experimentan el trastorno en algún momento de su vida, en comparación con el 2,0% de los hombres, posiblemente debido a factores biológicos subyacentes.
- Cambios en la estructura cerebral
Investigaciones sugieren que las personas con trastorno de atracones pueden presentar cambios en la estructura cerebral que resultan en una mayor respuesta a la comida y menos autocontrol.
- Peso corporal
Aproximadamente el 50% de las personas con trastorno de atracones tienen obesidad, y entre el 25% y el 50% de quienes buscan cirugía bariátrica cumplen los criterios diagnósticos de TA. Los problemas de peso pueden ser tanto la causa como el resultado del trastorno.
- Imagen corporal
Las personas con TA suelen tener una imagen corporal negativa. La insatisfacción con su cuerpo, las dietas y el comer en exceso contribuyen al desarrollo del trastorno.
- Comer de forma compulsiva
Las personas afectadas a menudo informan de antecedentes, incluso desde la niñez y la adolescencia, de ingesta impulsiva de alimentos como el primer síntoma del trastorno.
- Trauma emocional
Vivencias o situaciones estresantes como abuso, pérdida, separación familiar o accidentes de coche son factores de riesgo. El acoso infantil relacionado con el peso también puede contribuir.
- Otros problemas psicológicas
Casi el 80% de las personas con trastorno de atracones tienen al menos otro trastorno psicológico, como fobias, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar, ansiedad o abuso de sustancias. Un episodio de atracón también puede desencadenarse por estrés, dieta, la disponibilidad de alimentos o el aburrimiento.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de atracones?
Consumir grandes cantidades de alimentos en ocasiones especiales, como Nochebuena o cumpleaños, no implica necesariamente padecer Trastorno de Atracones, a pesar de experimentar algunos de los síntomas mencionados anteriormente.
Para recibir un diagnóstico de TA, es necesario que una persona haya experimentado al menos un episodio de atracón por semana durante un mínimo de tres meses. La gravedad puede variar desde leve, caracterizada por uno a tres episodios semanales, hasta extrema, con 14 o más episodios por semana.
Una característica crucial es que, a diferencia de la bulimia, quienes sufren de TA no recurren al vómito, laxantes o exceso de ejercicio para contrarrestar los episodios de atracón. Aunque el TA puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, suele iniciar entre finales de la adolescencia y principios de los veinte años.
Como se mencionó anteriormente, afecta más a mujeres que a hombres, pero es más común entre estos últimos en comparación con otros trastornos alimentarios.
Las personas que enfrentan el trastorno por atracón suelen necesitar apoyo psicológico para superarlo y poder desarrollar de nuevo una relación saludable con la comida. Sin el tratamiento adecuado el TA se puede cronificar y persistir durante muchos años.
¿Cuál es el riesgo para la salud?
El Trastorno de Atracones se asocia con un riesgo significativo para la salud física, emocional y social.
Aproximadamente el 50% de las personas con trastorno por atracón presentan obesidad. No obstante, el TA también actúa como un factor de riesgo independiente para el aumento de peso y el desarrollo de la obesidad, principalmente debido al incremento en la ingesta calórica durante los episodios de atracones.
Aunque la obesidad en sí misma aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y cáncer, estudios indican que las personas con TA enfrentan un riesgo aún mayor de desarrollar estas condiciones en comparación con aquellas con obesidad que no tienen TA.
Otro riesgo para la salud vinculado al TA incluye problemas para dormir, condiciones de dolor crónico, asma y el síndrome del intestino irritable. En el caso de las mujeres, esta condición se asocia con riesgos de problemas de fertilidad, complicaciones durante el embarazo y el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico.
Además las últimas investigaciones han revelado que las personas con TA experimentan dificultades en las interacciones sociales y experimentan una reducción en la calidad de vida en comparación con aquellos sin el trastorno.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
El trastorno por atracón no tiene una única causa, sino que es el resultado de diversos factores.
Para reducir la frecuencia de los atracones, mejorar la salud metabólica y regular el estado de ánimo, se requiere una intervención multidisciplinaria. El éxito radica en abordar el TA desde diferentes perspectivas, tales como la psico-emocional, física y nutricional, simultáneamente.
En la actualidad, existen diversos enfoques de tratamiento que han demostrado su eficacia.
Uno de los más estudiados es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). Esta terapia es la que utilizamos en nuestro centro de manera habitual y se centra en identificar los sentimientos y comportamientos negativos que desencadenan los atracones. Al identificar las causas de las emociones y los patrones negativos de comportamiento, ayuda a implementar estrategias para mejorarlos. En Psicopartner realizamos la Terapia Cognitiva Conductual combinada con estrategias nutricionales y recomendaciones de actividad física adecuada, siendo el tratamiento más eficaz para el TA.
Otro enfoque es la Terapia Interpersonal (TIP). Se basa en el análisis crítico de los factores sociales que influyen en el desarrollo del trastorno. Hay evidencia sólida de que este tipo de terapia tiene efectos positivos tanto a corto como a largo plazo para reducir los atracones. La TIP aborda los atracones al reconocer y tratar los problemas personales no resueltos, como el duelo, conflictos en las relaciones, cambios significativos en la vida o problemas sociales subyacentes.
La Terapia Dialéctica Conductual (DBT, por sus siglas en inglés) considera los atracones como una reacción emocional a experiencias negativas que la persona no sabe cómo afrontar. Enseña a las personas a regular sus respuestas emocionales, utilizando técnicas como la atención plena para que puedan enfrentar situaciones negativas de la vida diaria sin recurrir a los atracones. Aunque aún no hay estudios científicos suficientes para confirmar la eficacia a largo plazo de la DBT en el trastorno de atracones, representa una opción prometedora.
La intervención médica y farmacológica generalmente se limita a la prescripción de fármacos para controlar la conducta impulsiva asociada a los atracones y las dietas, principalmente las restrictivas, o incluso a la consideración de la cirugía bariátrica para la pérdida de peso.
Entre los fármacos utilizados se encuentran antidepresivos, antiepilépticos, estimulantes del sistema nervioso central, así como medicamentos destinados al tratamiento de la diabetes tipo II, como Saxenda y Ozempic.
A pesar de la eficacia en algunos casos, es importante destacar que estos medicamentos pueden tener una gran cantidad de efectos secundarios para la salud.
Además, la mayoría de los estudios realizados hasta ahora se han enfocado en períodos cortos, lo que subraya la necesidad de obtener datos sobre los efectos a largo plazo de estas intervenciones farmacológicas.
¿Cómo superar los atracones?
Independientemente de la estrategia de tratamiento que elijas, el primer paso para superar los atracones es hablar con un/a Psicologo/a Sanitario/a especializado en el tratamiento de conductas alimentarias, quien estudiará tu caso y te ofrecerá un plan de intervención específico.
Como experta en Psicóloga experta en trastornos de conducta alimentaria y Coach Nutricional te invito a que pongas en marcha algunas de estas estrategias para hacer frente a los atracones:
- Llevar un registro de alimentos y del estado de ánimo: Mantener un registro puede ayudarte a identificar patrones y desencadenantes, proporcionando información valiosa para abordar los atracones.
- Elegir alimentos saludables: Opta por alimentos que proporcionen los nutrientes necesarios para tu bienestar general.
- Practicar la atención plena (Mindfulness): La atención plena puede aumentar la conciencia, fomentar el autocontrol y promover la autoaceptación, contribuyendo a reducir los episodios de atracones.
- Iniciar la rutina de ejercicio: La actividad física regular no solo puede ayudar en la pérdida de peso, sino también mejorar la imagen corporal y reducir los síntomas de ansiedad.
- Cuidar el sueño: La falta de sueño se ha asociado con un aumento en la ingesta calórica y patrones de alimentación irregulares. Priorizar un buen descanso puede ser crucial.
- Identifica tu red de apoyo emocional: Es esencial contar con apoyo, ya sea de tu pareja, familia, amigos, u otros seres queridos.
¿Crees que puedes tener Trastorno de Atracones?
Tomar una ración extra de helado después de un mal día no necesariamente indica que tienes TA, sin embargo, si:
- te encuentras que constantemente consumes grandes cantidades de comida y estos episodios te generan sentimientos de vergüenza, arrepentimiento, culpa o tristeza,
- experimentas la sensación de perdida de control sobre la comida,
- a menudo comes cuando no tienes hambre,
- comes solo/a porque te dan vergüenza las cantidades de la comida, es posible que estés desarrollando el TA.
Puede que estés desarrollando un trastorno por atracón y el primer paso para superarlo es pedir ayuda a un profesional.
Si piensas que puedes tener un trastorno por atracón y no sabes qué hacer, te animo a que te pongas en contacto con el equipo de Psicopartner, escribiéndonos a hola@psicopartner.com llamándonos al 91 466 98 62 o al 669 48 96 78, donde estaremos encantados de valorar tu caso, atenderte y ayudarte.