Como mujer, madre y profesional de la salud, realmente creo que estoy aquí para dar, apoyar, acompañar, ayudar y estar allí para los demás.

Elegí mi carrera profesional después de obsesionarme con la forma en que el ser humano regula y equilibra su entorno interior para poder mantener un estado físico, mental y emocional óptimo. 

Uno de los temas que me apasiona y me encanta trabajar, es el tema de las relaciones humanas, sean familiares, sociales, laborales, románticas o íntimas. Es, probablemente, el tema más delicado y difícil, tanto para estar, como para trabajar, y he estado en ambos lados.

La práctica posterior me demostró que el camino para llegar al corazón del ser humano puede ser bastante enrevesado y profundo, que con sólo la psicología clínica me quedaba corta, así que necesitaba formación y experiencia en otras áreas para poder abarcar la complejidad de la problemática.

Decidí formarme más; hice el Máster en Sexología Clínica y formación en Terapia Integral de Pareja con grandes profesionales en el tema. 

En la consulta suelo ver algunos patrones de conducta muy arraigados, desesperación, soledad en la presencia del otro, falta de contacto físico, desprecio, incluso la violencia, frecuentemente acompañados de las disfunciones sexuales y los Trastornos de Conducta Alimentaria.

De allí mi interés por el tema de la nutrición, sobre todo, relacionada con distintas alteraciones emocionales, sexuales y hormonales, a menudo asociadas a distintas enfermedades orgánicas. 

El tema me pareció muy serio y decidí formarme profesionalmente; hice el Máster en Nutrición y Dietética, Experto en los Trastornos de Conducta Alimentaria y Coaching Nutricional. 

Considero que la terapia integrativa que utiliza el enfoque multidisciplinar suele dar mejores resultados.

Sigo aprendiendo, a diario, cómo dominar el arte de trabajar las relaciones.

Además, con los mejores profesores – ¡MIS PACIENTES!