PsicoPartner – Psicopartner ® Psicólogos en Madrid y Online https://www.psicopartner.com Somos referentes en la salud, el bienestar emocional y psíquico de las personas, equipos y empresas, contribuimos a incrementar tu calidad de vida. Fri, 05 Sep 2025 09:51:47 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.3 https://www.psicopartner.com/wp-content/uploads/2018/08/2017-06-28-PHOTO-00000380-100x100.jpg PsicoPartner – Psicopartner ® Psicólogos en Madrid y Online https://www.psicopartner.com 32 32 Psicológos Madrid – La autoestima https://www.psicopartner.com/la-autoestima/ https://www.psicopartner.com/la-autoestima/#respond Thu, 11 Sep 2025 00:01:46 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15504

Y qué es la autoestima, es un término de uso muy cotidiano, aunque las personas en general no saben muy bien cómo definirlo, ni que atañe realmente.

La autoestima es un constructo abstracto que nosotros los psicólogos podemos inferir a través de cuestionarios, entrevistas y verbalizaciones del tipo, “no me quiero lo suficiente”, “no valgo”, “pienso que los demás son mejores que yo”…

La autoestima tiene relación con la cantidad de amor, de cariño que uno se brinda y debería ser independiente de los que hace y de la valoración de los demás, ahora lo explicaré mejor, aunque no es fácil distanciarnos de lo que hacemos y de la valoración de los otros porque es así como hemos construido esa valía, ese amor que nos otorgamos.

Se puede confundir también con el autoconcepto que implicaría como nos vemos y valoramos en función de las cosas de nosotros que nos gustan y nos disgustan, lo ideal es que tengamos un autoconcepto de nosotros ajustado incluyendo características agradables y características que no nos agradan tendiendo a la autoaceptación.

Y cómo construímos la autoestima

Desde que somos pequeños en nuestra relación con los demás aprendemos que si hacemos lo que le gusta a los demás recibimos muestras de afecto, quieren estar con nosotros, compartir sus juguetes y sin embargo si hacemos cosas que les disgustan o desagradan no quieren pasar tiempo con nosotros y nos dan muestras de hostilidad, rechazo y nos retiran el afecto.

Esto conlleva a que aprendamos que nuestra conducta tiene un valor, que ese valor es el que le dan los demás y es como regulamos nuestra conducta para recibir ese afecto.

Un aprendizaje posterior comprendería: si lo demás me valoran y me quieren por hacer las cosas de un modo determinado, yo me valoraré del mismo modo, si hago las cosas así , bien , como están definidas, me doy valor, cariño, y si no las hago de ese modo, me quito valor, cariño a mí mismo.

El problema radica en que constantemente tenemos la autoestima arriba y abajo en función de cómo hagamos las cosas y de cómo nos valoran los demás.

Albert Ellis, psicólogo creador de la terapia racional emotiva, discutía con sus pacientes el constructo de la valía, y definía la valía como un aspecto intrínseco a todos los seres humanos, únicamente por el hecho de existir, eso es, tú eres valido por ser y por estar sin más, el resto son comportamientos que pueden tener unas consecuencias mejores o peores pero no nos definen.

También resaltaba la importancia y el valor que otorgamos a cosas extrínsecas para sentirnos validados: el trabajo, la posición social, el estatus económico, aspectos tan cambiantes que es fácil que una vez no estén, si nos validamos a través de todo eso, nuestra autoestima quede herida y minada.

Diferencias entre culpa y responsablidad

La Culpa está muy ligada a la autoestima , es ese sentimiento de malestar con uno mismo cuando nos equivocamos, se nos olvida algo, o hacemos las cosas de un modo que no nos gusta y nos quitamos ese valor y afecto, activa ese tipo de verbalizaciones que no hacen más que hacernos sentir con elevado malestar:

“soy una inútil”, “mira que soy torpe”, “cómo he sido capaz de hace las cosas tan mal”.


Es un sentimiento que nos inmoviliza y nos impide avanzar y buscar soluciones, además de manera objetiva, alguien es culpable de algo cuando su conducta tiene una intención deliberada de dañarse a sí mismo y a los demás, y sí lo pensamos fríamente, cuántas cosas hacemos con intención de dañarnos a nosotros o a los demás, casi ninguna o ninguna seguro que es vuestra respuesta.

La Responsabilidad es diferente, sentirnos responsables de nuestros actos implica, que asumo que como ser humano que soy, soy imperfecto y que por lo tanto puedo equivocarme, soy consecuente con mis actos y mis decisiones, y se me perjudico o daño a otros sin querer asumo las consecuencias y compenso el daño otorgado, busco soluciones , aprendo y avanzo, pero no me quito valor, como comprobareis es un sentimiento más proactivo, que no nos quita valor, ni cariño y nos moviliza hacia delante.

¿Cómo fortalecer la autoestima?

  • Es importante en primer lugar, distanciarnos de lo que hacemos y lo que somos como he explicado anteriormente, como seres humanos por el hecho de existir, de tomar decisiones y sentir ya que somos seres emocionales y racionales, tenemos un valor y que es constante y no cambiante, nuestros comportamientos y las cosas de las que disponemos o incluso nuestra imagen, estar más gordo o más delgado pueden ir cambiando y no son constantes. Es cierto que regulamos nuestra conducta en función de las consecuencias y debemos sentirnos bien o mal por las consecuencias que se deriven de la misma y no por nuestros actos en sí, por ejemplo, tenderé a comportarme de un modo responsable en el trabajo y me compararte de manera amable con mis amigos, porque las consecuencias serán que conservare mi trabajo y mis amigos, pero si un día me equivoco en el trabajo o me comporto de manera desagradable no tengo porque quitarme valor, ni menospreciarme.
  • Cuidar mi autodiálogo, tratarme con cariño amor y respeto, si hago algo mal y me equivoco, puedo decirme, el valor de mi conducta es independiente de mi valía como persona, puedo aprender de este error, repararlo y seguir avanzando.
  • Diferenciar de que soy culpable y responsable, hay veces que me siento culpable de cosas que no se han realizado con intención de dañar y hacen que me sienta mal conmigo mismo y me reste valor, y puede que sí sea responsable , como he dicho asumo las consecuencias y no me quito afecto, aunque también hay veces que asumo las responsabilidad de cosas que ni siquiera tienen que ver conmigo, me mandan un proyecto en el trabajo en un marco de tiempo que no es posible realizar , sentirme responsable de esto sin serlo, no va más que a derivar en ansiedad, estrés, y frustración , aquí incluiría también esos plazos o metras que a veces nos marcamos que no son viables , ni plausibles, es importante saber diferenciarlo y marcarnos objetivos que sean realistas y realizables.
  • Mantener un autoconcepto ajustado positivo y negativo, valorar y potenciar mis cualidades, y ser consciente de mis limitaciones y defectos, es decir, aceptarse, cambiar lo que podemos cambiar y aceptar aquello que no nos gusta y no podemos cambiar desde el cariño y el amor a uno mismo.

“Te has criticado a ti durante años, y no ha funcionado, prueba a halagarte, y observa qué ocurre”. Louise L. Hay

Si sientes que te quieres poco, que te hablas negativamente y que esto te genera malestar y te impide avanzar, ponte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 o bien utilizando nuestro servicio de psicólogos online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Nictofobia | Miedo a la oscuridad https://www.psicopartner.com/nictofobia-miedo-a-la-oscuridad/ https://www.psicopartner.com/nictofobia-miedo-a-la-oscuridad/#respond Thu, 03 Jul 2025 10:27:53 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=13762

El miedo a la oscuridad en niños

“Mami, Papi tengo miedo a la oscuridad”.

Para hablar del miedo a la oscuridad, así como otros miedos propios de la infancia tendremos que tener en cuenta que el miedo en sí mismo es una emoción. Así que esta ahí desde que nacemos, el miedo es una emoción de las llamadas “defensiva” que no “negativas”, en tanto en cuando está instalada como una respuesta automática que avisa a nuestro sistema nervioso de los peligros que pueden acecharnos.

El miedo por lo tanto activa nuestro sistema de alerta, nos dice que tenemos que defendernos de alguna manera.

Tener miedo por lo tanto es normal, todo el mundo tenemos miedos y en el caso de los niños pequeños son muy frecuentes algunos de ellos que se intensifican o aparecen en función de la etapa del desarrollo en el que se encuentran los pequeños.

Uno de los primeros miedos en aparecer en los pequeños es a las personas extrañas, suele aparecer hacia los 10 meses de edad en clara relación con la adquisición definitiva del apego y la vinculación afectiva con sus figuras de protección.

El más frecuente de todos los miedos infantiles, el que más inquieta a los niños y que todos conocemos por algún conocido o por nuestros propios hijos es el miedo a la oscuridad, es atávico, se remonta a la noche de los tiempos y es por lo tanto evolutivo. Los seres humanos somos ante todo un mamífero, y un mamífero diurno, todas nuestras adaptaciones están diseñadas para estar activos de día y para descansar de noche.

Puede aparecer antes de los 3 años, pero ese infrecuente, lo más habitual es que los pequeños refieran el miedo a partir de esa edad pudiendo instalarse y convivir con el niño hasta la adolescencia.

¿Podemos evitar el miedo a la oscuridad?

Como todos los miedos de carácter evolutivo, es benigno, no necesita ser tratado y si los adultos actuamos con normalidad desaparece de forma espontanea.

Si tu pequeño/a tiene miedo y no puede dormir sin luz, recomendamos utilizar una pequeña luz de cortesía o de noche, tenue que permita al niño saber en todo momento donde está si se despierta y conciliar el sueño sin temor a que “los monstruos que viven debajo de las camas y dentro de los armarios” de todos los niños acudan a perturbar su descanso y el de sus padres.

Los adultos que cuidamos del niño tenemos que hacerle saber, que aunque duerma solito/a, siempre que tenga miedo vendremos a atenderle, con amabilidad, con calma, si, aunque sea a las 3 de la madrugada (hora de las pesadillas) y que nos quedaremos a su lado hasta que vuelva a dormirse.

En este sentido es esencial que entendamos que si hemos decidido que el niño duerma solito en su propia habitación, no debemos llevar al niño a ningún otro lugar para que vuelva a conciliar el sueño, lo único que necesita el pequeño es a papá o a mamá a su lado para volver a sentirse seguro y protegido.

Los adultos que cuidamos del niño tenemos que hacerle saber, que aunque duerma solito/a, siempre que tenga miedo vendremos a atenderle, con amabilidad, con calma, si, aunque sea a las 3 de la madrugada (hora de las pesadillas) y que nos quedaremos a su lado hasta que vuelva a dormirse.

En este sentido es esencial que entendamos que si hemos decidido que el niño duerma solito en su propia habitación, no debemos llevar al niño a ningún otro lugar para que vuelva a conciliar el sueño, lo único que necesita el pequeño es a papá o a mamá a su lado para volver a sentirse seguro y protegido.

Conviene aquí hacer una mención especial a los factores culturales, a los mensajes que a modo de mandatos y estereotipos enviamos sin darnos cuenta a los niños pequeños. Las conversaciones con amigos, con familia extensa están llenas de esas frases “hechas” que usamos para hacernos entender, pero que los niños entienden de forma literal.
Si en nuestro entorno o incluso nosotros mismos mostramos temor, reverencia o respeto a estar en la calle durante la noche, si hacemos referencia los oscuro que está todo, debemos tener en cuenta que nuestros pequeños están percibiendo nuestra inquietud y nuestra inseguridad y por tanto su sistema nervioso colocará al pequeñin en modo de máxima alerta ante esas situaciones.

La Nictofobia: el miedo a la oscuridad en los adultos

“María tiene 19 años, vuelve a casa a las 12 de la noche después de tomar algo con unas amigas, al llegar a su calle se da cuenta de que no hay luz, el alumbrado público no funciona, al final de la calle ve la figura de dos personas que caminan hacia ella, no puede dejar de mirarlas, su actitud no es especialmente sospechosa, pero no puede ver bien su rostro, sus ropas, sus manos, así que empieza a sentir miedo, no lo puede evitar. María nota como se le acelera el corazón, como le sudan las manos, no puede evitar empezar a respirar cada vez más deprisa y finalmente antes de cruzarse con las dos personas sale correindo hacia su portal. Nerviosa, manipula las llaves y trata de abrir la puerta que se atasca, cree que el corazón le va a estallar en el pecho,.

Finalmente María logra entrar en su casa, enciende la luz y aún muy asustada y tarda más de tres horas en dormirse, está tan asustada que deja la luz de su mesilla encendida toda la noche.

Al día siguiente había quedado para salir con las mismas amigas, seguramente volverá tarde, al levantarse por la mañana no puede evitar recordar la experiencia de la noche anterior y vuelve a notar como sólo al recordarlo se le acelera de nuevo el corazón, siente tanto miedo de volver a sentir miedo, que decide no salir. Hoy María tiene 24 años, no ha vuelto a salir de noche de su casa y duerme con la luz de la mesilla encendida desde aquel dia…”

En la historia de María, tendremos que saber que desde pequeña fue descrita como muy miedosa por sus padres, su madre también tiene muchos miedos, desde pequeñita a la madre de María le contaban historias de hombres que venían por la noche a llevarse a los niños, era la forma de hacer que se portase bien, sin quererlo en ningún modo mostró a María muchas veces su miedo con expresiones como “uh que oscuro está ahí, no, no, mejor vamos por este otro sitio”, cuando María empezó a salir le pedía que le mandase mensajes cada cierto tiempo para saber dónde estaba,… podríamos seguir poniendo ejemplos de cómo poco a poco se fue gestando el germen de la fobia en la protagonista de la historia.

El tratamiento de la fobias

Tradicionalmente el tratamiento de las fobias se ha abordado con mucho éxito utilizando técnicas cognitivo-conductuales. Estas técnicas se basan en la exposición en situaciones reales o imaginadas, de forma gradual y controlada a las situaciones temidas. Se suele hacer oponiendo un estado de relajación previo al momento de la exposición. Todo el empeño de la terapia consiste en que la persona se habitúe poco a poco y con el menor sufrimiento posible a estar en las situaciones o frente a los objetos que provocan la fobia.

En Psicopartner vamos un paso más allá, entendemos que la persona es un sistema social, por encima de todo, que tenemos que prestar atención a su historia personal, a los mandatos y a las situaciones de toda su vida que le han producido temor, utilizamos para ello metodologías y terapias que incluyen técnicas no solo conductuales sino también de gestión emocional, de desensiblización, de aceptación de compromiso, con el objetivo de que la mejora que experimenten nuestros pacientes sean globales y generalizables en todos los ámbitos de su vida.

Si tienes miedo a la oscuridad y está afectando a tu vida o bien tienes un hijo/a que tiene este problemas y no sabes como tratarlo, llamanos al 91 466 98 62 o bien al 669 489 678 y reserva tu cita online (videollamada) o presencial. Estaremos encantados de atenderte.

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¿Por qué mienten los niños? https://www.psicopartner.com/por-que-mienten-los-ninos/ https://www.psicopartner.com/por-que-mienten-los-ninos/#respond Thu, 19 Jun 2025 11:06:58 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=13655

Los niños y las mentiras

Vivimos en una sociedad en la que la mentira se ha vuelto habitual, la frase “todo el mundo miente”, o “no te puedes fiar de nadie”, es y forma parte de nuestro día a día. Ocurre a todos los niveles, entre los mejores amigos, en el trabajo tanto por parte de nuestros jefes como por parte de nuestros subordinados, a nivel político, por supuesto. Pero, ¿los niños?, ¿mienten?, y si es así ¿qué podemos hacer para ayudarles y ayudarnos?, en este artículo trataremos de responder las siguientes preguntas:

  • ¿Pueden mentir los niños pequeños?
  • ¿A qué edad puede estar mintiendo mi hijo?
  • ¿Todo lo que cuenta es verdad, lo tengo que creer siempre?
  • Y si miente, ¿qué debo hacer con la mentira?

Antes de responder a estas preguntas repasemos como maduran los seres humanos. Diremos, siguiendo una interpretación del desarrollo desde la teoría del apego, que el ser humano madura o crece en una espiral, en un conflicto permanente entre la auto-realización y el vínculo. En los niños hay varias edades clave en las que necesitan sentirse ellos mismos y alejarse de sus figuras vinculares.

  • Los dos-tres años momento en el que los niños experimentan (no todos) rabietas y comportamientos disruptivos, esta edad es conocida como los “terribles dos”.
  • Los seis-siete años, momento de nuevo en el que se alejan de sus figuras vinculares para probar su recién estrenada madurez y control emocional, en este momento y hasta la adolescencia construyen ya sus relaciones sociales con iguales.
  • La adolescencia, periodo que nos llevaría un artículo entero. Podríamos decir que hay tantas adolescencias como adolescentes, es una época claramente caracterizada por los cambios físicos y la búsqueda de referencias fuera del ámbito familiar.

Esos tres momentos son claves y susceptibles para que aparezcan dificultades, entre ellas, las mentiras.

Principales mentiras intantiles

  1. Fabulan y forma parte de su desarrollo, no deja de ser una manera de colocarse en el centro de lo que ocurre a su alrededor en un momento de su vida en el que es especialmente sensible, un momento de su vida en el que además es por naturaleza egocéntrico e interpreta que es el centro de todo. Esto es esencial para fijar el auto–concepto, para el desarrollo de su auto-estima y por lo tanto para poder crecer de forma saludable. No es infrecuente que los niños tengan o inventen un amigo imaginario con el que compartir sus experiencias, suelen aparecer entre los 3 y 5 años.
  2. Porque hacen todo lo que este en su mano para proteger la polarización. Los niños hasta bien entrada la adolescencia serán capaces de mentir e incluso de auto-culparse de lo que ocurre en aras de sostener una polarización que es necesaria para conservar el vínculo afectivo. Recordemos que cuando un bebé nace fijara su apego con aquellas personas que sean capaces de proteger y cuidar de forma efectiva. Las mentiras y las desconfianza en los demás y en uno mismo aparecerán como consecuencia de darse cuenta de que precisamente quien debería proteger y cuidar no sólo no lo hace sino que puede hacer daño. Los niños son perfectamente capaces de mentir para proteger a mamá, a papá, o a ambos, así que debemos estar muy atentos para no instrumentalizar a los niños buscando su complicidad en alguna mentira. Esto ocurre desagraciadamente con mucha frecuencia en los casos de separación, en los que los niños sufren mucho, sintiéndose responsables de lo que ocurre entre sus padres.
  3. Pueden mentir por lo mismo que mienten los adultos, por el peso de la culpa. La vergüenza es una emoción que se suele adquirir hacia los 3 años. Antes de esta edad no es posible que un pequeño sienta vergüenza tal y como la interpretamos los adultos, ya que carece de los pre-requisitos básicos para mostrar esta adquisición, esto es, el auto-concepto, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, así como la capacidad para poder anticipar, aunque sea de forma muy incipiente, las consecuencias de sus propios actos. La vergüenza es una emoción que nos permite ajustarnos socialmente, es gracias a ella que aprendemos lo que se espera de nosotros en cada momento, es lo que hace que un niño de 5 o 6 años sepa cual es la forma adecuada de comportarse en las situaciones a las que normalmente se enfrenta. No debemos confundir la vergüenza con la timidez. Habrá niños que se muestren cohibidos o temerosos ante una situación social que no dominan, ante la presencia de extraños, especialmente de adultos, lo que no significa que sientan vergüenza.

¿Cómo puede ocurrir que un niño mienta por vergüenza?  Cuando el pequeño se equivoca y le reprendemos, si lo hacemos de forma especialmente violenta, si mostramos inseguridad, extrañeza o miedo. Ésta conducta por parte del adulto desorganizará al niño que podrá mentir para sacar el peso de la culpa de si mismo.

Mentiras y fabulaciones

Debemos distinguir entre mentiras y fabulaciones, las últimas son referencias que el niño hace a aquello que le está pasando y que seguramente le preocupe. En las fabulaciones los niños mezclan cosas que han vivido o que han visto vivir a otros y que tienen visos de ser reales y elementos claramente imaginarios y poco probables a ojos de los adultos. En estos casos debemos explorar, preguntar a los niños sobre aquello que les preocupa, hacerlo de forma calmada y tranquila, sin forzar a hablar al pequeñín. A veces, especialmente en los más pequeños podremos obtener más información observando su juego o jugando con ellos.

Consecuencias de las mentiras

Hemos visto que los niños pueden mentir, y hacerlo desde bien pequeños La mentira es por tanto una conducta natural en los seres humanos, aunque puede convertirse en un hábito peligroso.

Si el hecho de mentir se vuelve funcional, esto es, nos sirve para conseguir aquello que deseamos de forma rápida e inmediata, corremos el riesgo de utilizar la mentira como una forma fácil de conseguir lo que deseamos, y que la repitamos una y otra vez mientras funcione.

Las personas que mienten de forma habitual o compulsiva están expresando una dificultad o una falla vincular de cierta gravedad, suelen tener problemas con su autoestima estando muy preocupadas por lo que ocurre en el exterior, aunque no se les note o traten de disimular, algo que forma parte de su mundo de ilusión, de mentira. Paradógicamente pueden parecer felices, a veces ausentes, «en su mundo», sin embargo las personas que viven en una mentira permanente en un mundo de ilusión sólo se engañan así mismas y terminan sintiéndoles vacías e infelices.

¿Qué podemos hacer?

Podemos evitar esto educando a nuestros hijos para contar siempre lo que les pasa, hacerles ver que sus padres (o quien ejerza esta misión de cuidar y proteger) están ahí pase lo que pase, sin juzgarles, sin confrontar sus pequeñas mentiras o engaños, la mejor forma de manejarse con el engaño de un niño pequeño será actuar como si la mentira no se hubiese formulado, esto es haciendo ver al pequeñín que tenemos todo bajo control y que sabemos la verdad.

Sin embargo, controlar esto no es fácil, especialmente cuando no hemos trabajado bien estos comportamientos con nuestros hijos pequeños, o cuando hemos enseñado con nuestro ejemplo a nuestros hijos que la mentira puede ser legítima.

Un niño que se habitúa a mentir para conseguir lo que desea, para protegerse o para sentirse mirado por los demás, seguirá haciéndolo hasta que pongamos remedio. Este tipo de dificultades son susceptibles de trabajar en la consulta de psicología, siempre con amabilidad con firmeza y cariño, los niños y los adolescentes aprenden a confiar y a contar aquello que les da vergüenza o miedo, los juegos y los cuentos son herramientas esenciales en este trabajo que los psicólogos de Psicopartner abordamos desde el máximo respeto con el objetivo de ayudar a la familia a alcanzar el nivel de bienestar y confort que permita que los niños sientan su casa como lo que debe ser, un espacio seguro.

En Psicopartner realizamos terapia de adolescentes y niños tanto de forma presencial como de manera virtual a traves de nuetros servicio de psicólogos online, puedes solicitar una primera sesión rellenando el formulario de contacto o bien llamando al 669 489 678.

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Adolescencia https://www.psicopartner.com/adolescencia/ https://www.psicopartner.com/adolescencia/#respond Thu, 12 Jun 2025 13:23:26 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=13188

Vivir con un adolescente y cuidar su autoestima

Comenzaremos por establecer un supuesto fundamental. Entenderemos que el proceso vital
es un proceso de cambio continuo un proceso de desarrollo constante, que se inicia con el
nacimiento y que culmina con la vejez y finalmente la irreversible muerte.


Así, durante toda la vida los seres humanos pasaremos por varias crisis vitales que nos harán
evolucionar y progresar en un camino que va desde la necesidad de vincular y mantener dicho
vínculo protector (familia, amigos, pareja) y la necesidad de autorrealizarnos y ser nosotros
mismos, de construirnos en las relaciones que establecemos fuera de nuestra propia familia.
Uno de los momentos más especiales que tenemos que afrontar en nuestra vida es la
transición de la vida infantil a la vida adulta, algo que conocemos como adolescencia o
pubertad

problemas adolescencia

¿Por qué precísamente la adolescencia es un momento tan especial
y por qué nos resulta tan dificil de manejar a los adultos?

En primer lugar debemos aceptar que nuestro hijo/a ya no es un niño, ya no nos necesita tanto, a los cambios físicos, biológicos y hormonales que son bien evidentes tendremos que sumar los cambios en su comportamiento que son indicadores de un cambio en las referencias. Dejan de tener importancia los modelos parentales y pasan a un segundo plano, a partir de la pubertad los modelos que nuestros chavales seguirán se encuentran en el grupo de sus amigos, en las redes sociales, en los deportistas en los héroes de comics o videojuegos.


Dejará de ser importante lo que les dicen sus padres y pasarán a tener la máxima importancia los “likes”. los “followers”, las “quedadas”. Cambian sus intereses y se alejan de la protección de papá y mamá, y esto no siempre es bien aceptado por estos últimos.

adolescencia

Los problemas de la adolescencia suelen venir heredados desde la primera infancia, es decir ponemos en relación la forma en la que nos relacionamos con los hijos cuando son pequeños con la forma en la que nos relacionamos con ellos cuando son mayores. Establecemos con ellos mandatos o roles, formas de comportarnos ante sus demandas y tratamos de que ellos respondan de una determinada manera.

Puede parecernos que los niños con problemas y dificultades en la pubertad provienen de un entorno especialmente roto, o desregulado, los que han vivido y crecido en una familia «disfuncional».

Esto es cierto sin duda, y chavales con problemas en casa suelen presentar dificultades de ajuste en otros ámbitos de su vida. Sin embargo desde Psicopartner hacemos especial hincapié dentro de la terapia familiar en otros elementos como por ejemplo la sobreprotección que va a impedir o dificultar que permitamos crecer e independizarse a nuestro hijo, generando unas dependencias y unos conflictos en la familia que pueden dificultar su desarrollo como personas y que busquen fuera el reconocimiento y la mirada que no pueden tener en casa.

En este sentido conviene hablar de polarización, los bebés llegan polarizados a la vida, una polarización que sirve siempre al mantenimiento del vínculo. Ésta polarización hace referencia a que el niño siempre tendrá una percepción de que mamá, papá siempre son buenos, siempre hacen lo que necesita el bebé y por tanto todo lo que hacen sirve para proteger y poder crecer.

Es paradójico porque en la adolescencia precísamente lo que va ocurrir es que necesitaremos mantener esa polarización y por tanto la sensación de que nuestros padres están ahí para nosotros de forma incondicional. Sin embargo y pese a necesitar esa vinculación los adolescentes tiran y tiran de los adultos tratando de despegarse. Como podemos intuir en un caldo de cultivo de conflictos, de incomprensiones y de dificultades de comunicación si papá y mamá no entienden esto y no aprender a estar ahí siempre para sus hijos.

Esta particularidad de la adolescencia coloca a los adultos en un reto constante, un reto para tener paciencia, para ser capaces de tener una mirada incondicional sobre los chicos y para saber estar cuando nos vuelven a necesitar porque no nos engañemos, siempre vuelven, siempre necesitan a sus figuras vinculares para que hagan esa labor de rescate y de apoyo cuando ellos lo necesitan.

Y nos van a necesitar para afrontar gran cantidad de situaciones vitales en las que necesitan que seamos conscientes de que aunque se crean «mayores, adultos» siguen construyéndose en la relación, siguen necesitando que cuidemos lo que los adultos decimos y como lo decimos, lo que hacemos y como lo hacemos.

terapia psicologica adolescentes

¿Cuándo es aconsejable que un adolescente acuda a un Psicológo?

Éstas son algunas de las dificultades que tienen que ver con la autoestima y que podemos observar en los adolescentes, y que nos deberían poner en alerta, que nos deben llevar a la consulta de un especialista:

  • Aislamiento (especialmente del grupo de iguales).
  • Dificultades con el sueño.
  • Dificultades con la alimentación (por exceso o por defecto).
  • Falta de interés por aspecto que antes eran de su agrado.
  • Ansiedad, discusiones en la familia y/o cambios constantes en el humor.
  • Estado de ánimo apático, triste de forma permanente.
  • Presencia de autolesiones y de ideación autolítica (hacerse daño a sí mismo).
  • Descenso acusado y repentino del rendimiento académico.

El tratamiento terapeútico especializado en Adolescentes en Psicopartner

En Psicopartner el apoyo a las familias y a los adolescentes partirá desde un posicionamiento sistémico, desde una perspectiva de respeto por la identidad de la persona en todas sus facetas y en todos sus ámbitos de vida.

El abordaje de los problemas del adolescente ya exige que en el momento de la terapia entendamos todos que no se trata de niños. Realmente su forma de ver y entender el mundo se asemeja cada vez más a la de los adultos y por ello las herramientas terapéuticas se también serán similares a las de los adultos. Al igual que en las terapias de los niños se da participación en el proceso a la familia próxima, con quienes se trabaja, para mejorar la dinámica de la relación familiar.

La sintomatología descrita más arriba suele estar asociada con patologías del estado del ánimo, de la personalidad, los desajustes en las relaciones personales, tanto en los grupos de amigos como de pareja, la exposición a situaciones de riesgo, en el ámbito del consumo de sustancias o en el ámbito de la sexualidad, los trastornos de la conducta alimentaria y las tan temidas autolesiones, síntoma casi siempre de dificultades disociativas y expresión de un dolor que no pueden poner en palabras.

El proceso de psicoterapia breve, incluye un paquete de entre 20 y 25 sesiones en las cuales se abordan con técnicas narrativas, con técnicas cognitivo-conductuales, con formación en inteligencia emocional y si se considera necesario técnicas EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) para el procesamiento y el ajuste en situaciones potencialmente traumáticas.

La clave del éxito en nuestro proceso está en la capacidad de los profesionales para conseguir un vínculo con el adolescente que le permita hablar, narrar, en definitiva explicarse y colocarse en su lugar en el mundo.

En Psicopartner hemos desarrollado programas terapéuticos específicos para adolescentes para poder realizarlos tanto de forma presencial como a través de nuestro área de psicólogos online. Llámanos al 914 669 862 o envíanos a un email a hola@psicopartner.com para solicitar una primera sesión, estaremos encantados de atenderte.

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La importancia del apego en las relaciones adultas https://www.psicopartner.com/la-importancia-del-apego-en-las-relaciones-adultas/ https://www.psicopartner.com/la-importancia-del-apego-en-las-relaciones-adultas/#respond Thu, 29 May 2025 00:16:39 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=14361

Hablar de apego significa hacer una pequeña reflexión inicial sobre su significado y sobre la forma en la que lo entendemos en la sociedad occidental. Cuando hablamos de que tenemos apego a algo o a alguien la mayor parte de las veces tratamos de indicar con esa expresión que tenemos la necesidad de estar cerca de ese objeto o de la persona a la que nos hemos vinculado.

Si se trata de un niño pequeño rápidamente asociamos esta palabra con el cariño, el amor y la mirada que todos los niños buscan en sus seres amados, de ahí viene la frase tan socorrida y manida que nos sirve para explicar casi todas las conducta de los niños pequeños, «lo hace para llamar la atención», desde mi punto de vista, nada más lejos de la realidad.

¿Qué es la teoría del apego?

John Bowbly y Mary Ainsworth formularon la teoría del apego en 1969, en dicha teoría, muy someramente, se postuló que los bebés humanos nacen con la capacidad para conectarse de forma estrecha con sus cuidadores principales, en un recurso que podríamos llamar neuroevolutivo que tiene como objetivo único garantizar la supervivencia del bebé, asegurar su protección y que recibe los cuidados necesarios para crecer y poder desarrollarse.

En definitiva un recurso fabuloso de la naturaleza de los seres humanos que sirve al aseguramiento de la supervivencia como especie. Nada puede haber más alejado del concepto de cariño y amor que destilan algunos libros de autoayuda, no en vano en inglés (idioma original los autores de la teoría) el apego se define como attachment, ¿algo más que decir?.

El ser humano es un mamífero, diurno, que caza y recolecta y que vive, o mejor dicho sobrevive en grupos de unos 40 individuos (en su entorno natural), por lo tanto, y esto es esencial para entender la importancia del apego en el desarrollo global del individuo, somos esencialmente relacionales. Nos explicamos, nos construímos, nos desarrollamos como personas siempre en un contexto de relación y, sin ninguna duda, para que la persona alcance su máximo potencial es imprescindible que este entorno relacional sea seguro.

La influencia del apego en la resiliencia

Este concepto de seguridad en las relaciones tanto en la primera infancia, en la adolescencia como en la edad adulta esta en la base de la felicidad y de la serenidad de las personas. Contar con una red social eficaz es una de las mejores herramientas a nuestra disposición para la recuperación de una enfermedad, para hacer frente a un reto profesional y en definitiva para sentir que tenemos éxito en nuestra vida adulta, pero además es sin duda un factor de protección a la hora de prevenir las dificultades psicológicas, si nos damos cuenta contar con una buena estructura relacional está íntimamente ligado con la capacidad de generar resiliencia.

El concepto de “Resiliencia” que formulo Boris Cyrulnik, y que hace referencia a la capacidad que algunos seres humanos tienen para recuperarse y levantarse después de vivir un hecho o una serie de hecho potencialmente dañinos. Lo hemos oido una y mil veces, seguro, los que nos ocurre cuando somos pequeños, lo que vivimos o no vivimos nos puede llegar a marcar para toda la vida.

La teoría de Ainsworth y Bolbwy cuenta actualmente con un respaldo científico que la hace prácticamente incuestionable, los avances en neurociencia han servido para probar los postulados principales de la formulación original que voy a repasar muy someramente.

En función de la capacidad de los proveedores de cuidados para suministrar protección y en función de la respuesta emocional que se le muestre al pequeño podremos observar los siguientes tipos principales de apego:

  • Apego “seguro”, definido por el papel del adulto como base segura, el niño explora, interactua con los objetos usando al adulto como un refugio al que volver si tiene problemas. Se relaciona con sus iguales de forma normalizada, se acerca y explora también en las relaciones con sus pares.
  • Apegos inseguros: Observables en niños que no paran de llorar, que parecen no tener consuelo nunca. Que lloran cuando los bañan, cuando tienen hambre, cuando no la tienen, cuando tienen sueño o cuando no lo tienen, que parecen no responder a los cuidados que se les dispensan.
    • Pueden ser de expresividad ansiosa, “el niño que se aferra a sus padres y no deja que puedan hacer nada a menos de medio metro de él”
    • O bien pueden ser evitativos “el niño que pese a reclamar constantemente el contacto físico lo rechaza cuando se le dispensa”.

En ambos casos los niños se vuelven temerosos en las relaciones con sus iguales, o bien reclaman permanentemente la intervención de otros o bien son definidos como muy independientes, aunque en realidad no se acercan a los otros porque son temerosos.

  • Apego desorganizado: Observables en niños que son víctimas, o que son abandonados, o que viven con padres que son claramente negligentes (porque presentan una psicopatología por ejemplo), suele expresarse por una ausencia total o parcial de expresión emocional, no parecen reaccionar a los estímulos ambientales y a veces se sospecha de ellos que puedan tener alguna dificultad adaptativa de carácter neurovegetativo , en edades más maduras son claramente alexitímicos (no pueden expresar emociones) y tiene fuertes dificultades para establecer relaciones y para integrase en los grupos de iguales. El DESNOS, Trastorno reactivo del apego o Trastorno relacional temprano es una entidad nosológica relevante y vinculada con este tipo de estilos de apego.

La influencia del apego infantil en la autoestima del adulto.

Que frecuente es en la consulta de psicología recibir a personas que nos cuentan que tienen o han tenido una relación complicada con sus padres donde es frecuente que nos comenten situaciones como:

  • Que no sintieron el cariño de estos «no recuerdo un beso o un abrazo de mi padre».
  • Que nos cuentan que fueron educados de forma coercitiva, con violencia incluso (física o verbal).
  • Que nos cuentan que sentían que estorbaban en su familia «mi madre dijo en un momento dado, ójala no la hubiese tenido».
  • Y mil situaciones diferentes de rechazo de los padres…

¿Realmente creemos que con esas experiencias tempranas, o no tanto, podemos ir a las relaciones adultas con seguridad, confiados, sin recelos?

Muchas personas se embarcan en una relación tras otra buscando esa mirada «incondicional» que no recibieron nunca, exponiéndose en dichas relaciones, humillándose muchas veces, todo por salvar la amistad o el amor. Otras muchas se acercan a las relaciones con desconfianza, con agresividad incluso, con todas las defensas levantadas, preparándose para recibir y devolver los «golpes» que puedan producirse. Personas que nos cuentan que han sido siempre así, o que tienen no tienen conciencia de que estos problemas empezaran en un momento determinado.

Presentar un fallo en el vínculo, una falla vincular o una estructura de apego adulto dañada es más común de lo que podemos imaginar y afecta de forma muy importante al autoconcepto, a la autoestima y por tanto a la capacidad de sentirnos y ser felices.

Tratamientos del apego

Los modelos terapéuticos basados en la teoría del apego enfatizan el esfuerzo en la educación afectiva y emocional en el descubrimiento de uno mismo, en el autoconocimiento y en la exploración de la estructura relacional temprana, al objetivo de repararla. El enfoque para este tipo de modelo debe ser humanista, la consulta del psicólogo debe convertirse en ese lugar seguro que nunca o pocas veces tuvimos, el terapeuta debe ser capaz de generar un vínculo de confianza en el que los juicios, los consejos deben quedar fuera.

La persona aprende a reconocerse y a identificar los motivos por los que se comporta como lo hace, con el objetivo de generar una narrativa nueva, consciente, reparadora, una narrativa que facilite el «empoderamiento» y el reconocimiento de uno mismo como un ser humano completo, capaz de todo lo que se proponga.

En Psicopartner trabajamos con un modelo de psicoterapia breve, basado en trauma y apego, en el que unimos recursos de los modelos integrativos y humanistas a las técnicas más avanzas en terapia como EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares), con el objetivo de ayudar a las personas en este camino de reparación y de encuentro consigo, con su mejor yo posible.

Si te has visto reflejada/o en este articulo y consideras que necesitas ayuda profesional, puedes solicitar una sesión con nosotros en el +34 669 489 678 , en hola@psicopartner.com o bien a través de nuestra plataforma de psicólogos online donde estaremos encantados de atenderte.

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Test Malos Amigos https://www.psicopartner.com/test-malos-amigos/ https://www.psicopartner.com/test-malos-amigos/#respond Mon, 10 Mar 2025 08:28:58 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=19502

Test: ¿Qué tipo de mal amigo tienes cerca?

Test: ¿Qué tipo de mal amigo tienes cerca?

Responde sinceramente y al final revisa qué tipo de mal amigo predomina en tu entorno.

1. Cuando compartes un logro importante (trabajo, estudios, proyectos), tu amigo:




2. ¿Cómo reacciona cuando tienes un problema serio y necesitas apoyo?




3. ¿Alguna vez has sentido que tu amigo compite contigo en todo?




4. Cuando organizan un plan con el grupo de amigos…




5. Cuando discutes con este amigo, ¿qué hace?




6. Si decides distanciarte de este amigo, ¿cómo reacciona?




7. Si cometes un error o fallas en algo, ¿cómo reacciona tu amigo?




8. ¿Cómo te hace sentir este amigo en general?




9. ¿Cómo es la relación en redes sociales con este amigo?




10. ¿Qué es lo peor que ha hecho este amigo?




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Psicológos Madrid – La autonomía en los niños https://www.psicopartner.com/la-autonomia-en-los-ninos/ https://www.psicopartner.com/la-autonomia-en-los-ninos/#respond Thu, 19 Sep 2024 00:02:04 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15943

La autonomía personal está íntimamente relacionada con el concepto de capacidad adquirida, aquellas capacidades que los seres humanos traemos programadas y que se adquieren o desarrollan cuando se van alcanzando una serie de hitos evolutivos propios de la edad cronológica.

Como ejemplos más representativos la bipedestación (que en los niños occidentales se alcanza a los 13 meses como media), el inicio del lenguaje (12-18 meses), etc. Estas capacidades adquiridas incluyen aspectos como el aprendizaje del sueño, del control de esfínteres o del juego con iguales y la interiorización de algunas normas sociales

¿Por qué es importante dar autonomía a los niños pequeños?

Dicen los psicólogos de la teoría del apego (Bowlby) que el ser humano nace apegado, después se desapega y posteriormente se vuelve a apegar, este proceso de desapego que se inicia en la infancia y culmina en la adolescencia hace que los niños cada vez sean más dependientes de sus iguales y menos de sus padres. Este es un proceso natural, normal y sano y por tanto debemos procurar que nuestros hijos vayan pasando por todos los hitos de desarrollo, incluidos los emocionales con arreglo a sus necesidades de crecimiento e independencia.

Por tanto, de lo autónomo que sea nuestro hijo, siempre desde una perspectiva de sus capacidades evolutivas, depende en parte su grado de adaptación al medio y que se ajuste a los esperable o normal para el resto de los niños de su misma edad de desarrollo.

Si estamos diciendo que la autonomía personal tiene que ver con la capacidad de adaptación al medio natural y social y que esta adaptación debe estar en consonancia con las capacidades que, por su edad de desarrollo, tiene que tener nuestro bebé, cuando interferimos y las bloqueamos de forma inconsciente, podemos pensar de forma lógica que dificultamos su desarrollo, manteniendo al bebé en condiciones muy por debajo de sus capacidades reales.

Veamos algunos ejemplos de situaciones en las que los niños tienen impedido su desarrollo y limitada su autonomía:

  • Por deprivación sensorial, esto es niños que no ha tenido acceso a la estimulación visual, táctil y gustativa propia de las primeras etapas de la vida. Este es el caso de algunos niños que proceden de orfanatos, hogares de acogida de países en vías de desarrollo y en general de entornos desfavorecidos.
  • Por comodidad de los padres, no disponer de un entorno físico adecuado a su motricidad. Usando en exceso cunas-parque, hamacas, ta-ca-tas, o sillas de paseo, en lugar de disponer el entorno para la estimulación del movimiento y la exploración autónomas.
  • Desconocimiento. En relación con lo anterior, cada vez es más común encontrarnos en consulta con padres que manifiestan no saber que la visita a parques y espacios abiertos es beneficiosa para el niño, como consecuencia de ello, especialmente los niños nacidos en otoño e invierno, pueden no relacionarse con otros niños de su edad hasta más allá de los dos años, especialmente si no están escolarizados.
  • Por traumas. Se ven dificultades de desarrollo muy importantes en niños que son víctimas de violencia o abusos, mostrando mayor propensión a las psicopatologías y a las dificultades adaptativas en general.

Obviamente y afortunadamente estas situaciones son escasas, casi todos los padres están preocupados y ocupados de que sus hijos alcancen los hitos de desarrollo cuando corresponde, tomando medidas cuando esto no es así. No obstante tenemos una tendencia general a pensar que los niños son demasiado pequeños, nos cuesta renunciar a nuestros bebés y tendemos a hacer las cosas por ellos.

La sobreprotección en los niños

Diremos que la sobreprotección por oposición a la autonomía es aquel fenómeno cada vez más común por el cual tendemos a mantener a nuestro bebé en un estadío de desarrollo anterior al que le corresponde por su edad cronológica y por tanto de sus capacidades objetivas.

En nuestro papel de padres nos excedemos y lo hacemos todo por ellos, si además tenemos que conjugar nuestra vida profesional con la familiar nos sentiremos muy culpables por no dedicar tiempo a nuestros hijos y todo el tiempo estará dedicado a ellos, llegando en algunos casos extremos a resentirse nuestra vida social adulta, incluso la de pareja.

Vemos algunos ejemplos de esto;

Pese a que los niños tienen dientes, y pueden masticar y deglutir alimentos algunos incluso de manejo difícil para ellos, como las patatas fritas, se mantienen en un modo de alimentación semisólido que no facilita la masticación. Recordemos que la masticación eficaz está relacionada con la tonicidad fonoarticulatoria y por tanto con los prerrequisitos de aparición de las primeras palabras. Así mismo una baja tonicidad está a su vez implicada en el control del babeo, este es uno de los motivos de preocupación de muchos padres que nos preguntan, ¿no debería ya controlar las babitas?, y que se sienten desconcertados cuando les preguntamos sobre los hábitos de alimentación de los niños para evaluar este aspecto.

Un clásico es que los niños no sepan dormir solitos, normalmente “se les duerme” o se les acomoda en el sofá ante la tv, la tableta o el móvil, hasta que caen rendidos, como consecuencia de ello, cuando les llevamos a la cama los niños se despiertan se ven solos y nos reclaman. Muchas familias optan por dormir con sus hijos, pero no por elección personal o para reforzar el vínculo, sino porque están totalmente convencidos del sufrimiento del niño cuando este llora porque su mamá no está.

En los centros escolares a veces nos encontramos con alumnos que presentan una movilidad reducida, sus padres son capaces de “forrar al niño” con 4 o 5 capas de ropa, el niño suda, no puede moverse de forma cómoda. Pero papá y mamá están más tranquilos porque así no se constipa.

Como parte de la tarea educativa de ser padres, debemos asumir que una de las facetas más importante es la de capacitar al niño, de adaptar el medio que le rodea para estimular sus potencialidades y dando protección por supuesto ante las dificultades, pero siempre con la premisa de que deben ser los hijos los que aprendan a desenvolverse con cierta independencia en el entorno que les proponemos.

superproducción infantil

La importancia de generar un apego seguro

Las evidencias que tenemos procedentes de la investigación sobre apego nos advierten de los riesgos de presentar un apego inseguro o desorganizado, una de las fuentes de apego desorganizado e inseguro en los niños parece tener relación de forma indudable con la sobreprotección, provocada casi siempre por los miedos y las inseguridades propias que acabaremos trasladando al bebé si no lo remediamos.

Vemos algunos de los riesgos descritos:

  • Retrasos moderados en las capacidades motrices, y en la coordinación óculo-manual, como consecuencia de la falta de interés del el niño por el desplazamiento y la exploración, la manipulación y transformación de los objetos de interés. ¿Para qué voy a andar si me llevan cogido a todas partes o si me dan en la mano todo lo que reclamo?
  • Rechazo al contacto con sus iguales y por tanto dificultades de adaptación a entornos de contacto con otros niños, como la escuela, o los parques. Este hecho es observable en aquellos niños y niñas que no han tenido contacto con otros niños en su entorno próximo, les llamaremos “los niños que viven en un mundo de adultos”. En estos casos el adulto vive al niño como un tesoro, como un objeto que hay que cuidar y no percibe la necesidad que el ser humano tiene de relacionarse con sus iguales.
  • Retraso en la aparición del lenguaje, sobre todo como consecuencia de que los padres responden siempre al niño, y nunca le piden que verbalice o exprese. En muchas ocasiones nos encontramos con niños que solo emiten conductas no verbales propositivas (señalar, gruñir, o llorar) cuando quieren algo, sus padres tienen que jugar a la adivinación, con la consecuencia adicional de que si se equivocan el niño se frustra y puede incluso mostrarse agresivo.

Como indicábamos al inicio los apegos desorganizados e inseguros están en el origen de algunos problemas adaptativos de los niños y según los investigadores del apego en la base de los problemas de autoestima y personalidad que podemos observar en la adolescencia.

Si consideras que tu hijo/a tiene problemas de autonomía te animamos a que pidas cita con nosotros llamando al teléfono +34 669 489 678 o bien enviándonos un email a hola@psicopartner.com donde estaremos encantados de atenderte.

También ponemos a tu disposición nuestros servicios de psicología online para realizar terapia infantil o de adolescentes.

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Psicológos Madrid – Síndrome de mujer maltratada https://www.psicopartner.com/sindrome-de-mujer-maltratada/ https://www.psicopartner.com/sindrome-de-mujer-maltratada/#respond Thu, 12 Sep 2024 00:01:16 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=16020

Somos conscientes de cierta deriva y cuestionamiento en el juicio social utilizado en muchas ocasiones con fines políticos ante el tema del presente artículo. Por ello queremos dejar claro en primer término que la finalidad del presente artículo tiene un carácter estrictamente divulgativo sin pretender alcanzar ninguna otra finalidad que una lectura sencilla y clarificadora.

Es a partir de la década de 1970 y 1980 que se empieza a utilizar esta nomenclatura, “síndrome de la mujer maltratada” para explicar un grupo de síntomas y señales que aparecen en mujeres víctimas de la siempre difícil demostrable violencia psicológica en el ámbito de la pareja. Este síndrome quedaría encuadrado como un subgrupo del trastorno de estrés postraumático o TEPT.

Siguiendo a Walker, L. (2012) el síndrome se caracterizaría por 6 grupos de síntomas:

  • “Recuerdos perturbadores de hechos traumáticos”
  • “Hiperexcitación o niveles muy altos de ansiedad”
  • “Conducta elusiva, embotamiento emocional expresado en forma de depresión, disociación, minimización, represión y renuncia”
  • “Relaciones interpersonales conflictivas debido al poder ejercido por el agresor y por sus intentos de control”
  • “Distorsión de la imagen corporal, dolencias físicas o somáticas”
  • “Problemas sexuales”

Todos estos grupos de síntomas podrían perfectamente explicarse en una sola frase que resume las dificultades por las que pasan las personas que experimentan este síndrome:

¿Cómo puedo integrar, asumir y/o aceptar que la persona que supuestamente me quiere y con quien me debo sentir protegida pueda hacerme tanto daño?

Pensemos en ello de forma razonada; cuando una persona decide unir su vida a la de otra y tener algo en común, y lo hace desde el amor, y se encuentra pasado el tiempo con que ha perdido su libertad, su capacidad para hacer y deshacer en su vida, incluso en ocasiones su libertad real para salir a la calle o ir a tomar algo con quien ella quiera.

Cuando no puede elegir la ropa que se pone sin ser juzgada por ello, cuando sus comunicaciones son espiadas y censuradas, incluso cuando haga lo que haga siente que va a ser castigada, tanto física como psicológicamente (desprecios, humillaciones, insultos, etc). ¿Pensamos de verdad que una persona que está sometida de esta forma tiene ni siquiera la capacidad de pedir ayuda?

Recientemente el INE, publicó la estadística de víctimas de violencia de género, que se situó en el año 2021, según esta entidad en 30.141 personas, lo que supone un incremento de un 3,2% con respecto a 2020.
Estamos refiriendo casos en los que se ha podido detectar y demostrar la presencia de la violencia física y/o psíquica, informados desde el ministerio de justicia del gobierno de España. Sin duda unos datos que nos deben hacer pensar en la cantidad de personas que sufren y que muestran la sintomatología descrita pero no pueden o no saben cómo pedir ayuda.

Tratamiento del maltrato psicológico

De nuevo siguiendo a Walker, vemos cuales son los elementos centrales del tratamiento para paliar los efectos del maltrato psicológico continuado:

En primer lugar, se capaz de definir y ponerle nombre a lo que les ocurre, diseñar y ser capaz de poner en práctica un plan de seguridad.

Algo que parece fácil para otras personas, pero no para las víctimas:

  • Ser capaz de pensar, sentir y actuar.
  • Generar herramientas para poder controlar el estrés y ser capaces de sentirse relajadas.
  • Ser capaces de aceptar una pérdida o separación.
  • Aprender a proteger a los menores, cuando están en riesgo.
  • Ser capaces de establecer relaciones saludables.

Estos y otros objetivos son habituales en los programas de abordaje de las personas supervivientes de la violencia de género.

Desde nuestra perspectiva, sanar y reparar las heridas que provoca el maltrato, debe requerir un abordaje integrativo. Un abordaje en el que la persona pueda crear un vínculo de confianza con su terapeuta, siguiendo las palabras de Aznárez, B. “es el vínculo lo que cura”, la consulta debe ser un lugar totalmente seguro, un espacio donde la víctima, eso es lo que es, pueda expresarse sin sentirse juzgada, cuestionada y sin que nadie minimice lo que le ocurre, algo que aún hoy es muy frecuente encontrar en el ambiente cercano, incluso en la propia familia de las personas maltratadas.

mujer maltratada

Como ocurre en los casos de maltrato infantil, de abusos sexuales, sanar y recuperar el trauma que supone la exposición a hechos tan terroríficos, significa en primer lugar poder hablar de ello, poder pensar en ello y poder soñar con ello. No son infrecuentes la aparición de pensamientos intrusivos, imágenes o flashbacks, pesadillas y otros múltiples síntomas que solemos asociar con el TEPT (trastorno de estrés postraumático).

Un abordaje integrativo supondrá también un ejercicio de autoconocimiento, siguiendo a Van der Kolk cuando dice:

“Aquello que no se conoce no se puede cambiar”

Un ejercicio de psicoeducación emocional, de identificación de las partes de nosotros mismos que toman el control de nuestra vida sobre todo cuando no son llamadas a ello. Un ejercicio de profundización de la persona en cual es su estilo relacional adulto, aquel por el cual sus relaciones sistemáticamente son definidas como tóxicas, aquel por el cual, pese a saber en todo momento que es lo que queremos, que es lo que nos hace daño, nos empuja como si se tratase de un imán, a relacionarnos con personas y a reaccionar en la relación ante estas personas de forma que salimos dañados.

No entenderemos un proceso psicoterapéutico en la década actual sin introducir elementos para la recuperación, desensibilización y procesamiento de las situaciones traumáticas, vividas de forma directa o vicaria (vistas en otros).

Para ello recomendamos el tratamiento de los recuerdos traumáticas con metodología EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares). Esta metodología ha demostrado su efectividad en el procesamiento de los recuerdos traumáticos y es la terapia de elección para el TEPT, recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde 2013. Actúa activando los mecanismos naturales del ser humano para el procesamiento adaptativo de la información.

En Psicopartner somos psicólogos expertos en aplicación de psicoterapia con EMDR, desde un modelo integrativo y adaptado a las necesidades y posibilidades de afrontamiento de cada uno de los pacientes víctimas de maltrato, TEPT o cualquier patología en la que el trauma pueda tener un papel protagonista.

Si te has visto reflejada en el artículo, te animamos a que pidas cita con nosotros llamando al teléfono +34 669 489 678 o bien enviándonos un email a hola@psicopartner.com donde estaremos encantados de atenderte.

También ponemos a tu disposición nuestros servicios de psicología online donde encontrarás la ayuda que necesitas.

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Vivir con un adolescente | los problemas de la pubertad https://www.psicopartner.com/vivir-con-un-adolescente-los-problemas-de-la-pubertad/ https://www.psicopartner.com/vivir-con-un-adolescente-los-problemas-de-la-pubertad/#respond Thu, 08 Aug 2024 00:07:39 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15035

Una de las principales situaciones de consulta para los psicólogos infanto-juveniles es la de encontrar un o una adolescente de mirada huidiza, que muchas veces no quiere estar en el despacho de una persona que se parece muchísimo a lo que identifica como la fuente principal de sus problemas, a saber, sus padres.

Hablar de adolescencia significa pensar en una parte del proceso vital del ser humano en la que por primera vez busca, anhela y necesita encontrarse a si mismo. De esta forma se expresa un eje de conflicto que nos perseguirá toda nuestra vida y en el que oscilaremos acercándonos a cada uno de los dos polos de dicho eje, esto es vínculo y autorrealización. Los referentes y modelos cambian para los chavales, que un día se acuestan siendo niños y al día siguiente parece que se despiertan siendo mini adultos que reclaman su espacio, su lugar, su independencia en todos los órdenes, ante una familia, que en el mejor de los casos reaccionará adaptándose a estas necesidades, en el peor de los casos se generará un conflicto.

En la consulta solemos atender a estos últimos, padres y madres que nos piden que “arreglemos” a su hijo, que parece estar “roto”, nos cuentan con angustia que todo ha cambiado, que se pasan todo el día discutiendo, enfadados, encerrados en su habitación, “enganchados” al móvil, acostándose tarde y levantándose aún más tarde, que no se quieren asear, que se revelan y se niegan a asistir a los actos familiares, y así podríamos seguir con un largo etcétera de aspectos que hacen que la convivencia familiar se vea alterada de forma notable.

adolescentes problemas

Cambios, cambios, cambios

Acotemos el asunto, cuando pensamos en un adolescente, lo hacemos centrando nuestra imagen en un chaval o chavala de unos 14 a 16 años, desgarbados, con acné, en grupos ruidosos por la calle, “sacos de hormonas” decimos. Pues bien acotaremos mejor el término. Los cambios físicos visibles y fisiológicos, especialmente los “hormonales” que tanto nos gusta utilizar a los adultos como argumento justificador comienzan mucho antes hacia los 11-12 años.

¿Sorprendidos?, pues no podremos decir que estos cambios han finalizado hasta los 18 o 20 años. Es por tanto un periodo muy largo de la vida de una persona en el que tiene que aceptar muchas cosas.

  • Cambios físicos, un cuerpo que se desarrolla y que pierde poco a poco sus atributos infantiles y comienza a adquirir los desarrollos adultos. Así niños y niñas deben hacer un tremendo esfuerzo para “encontrar” su identidad y su imagen personal.
  • Cambios en los modelos y referencias, que pasan de los infantiles y familiares y los jóvenes y externos, lo que provoca no pocos conflictos con sus padres. Son momentos en los que se pone a prueba el estilo educativo de los progenitores.
  • Cambios en las responsabilidades y obligaciones. Y no nos referimos tan solo a los que se les “sobrevienen” desde la familia. En España la edad penal de una persona comienza a los 14 años y la edad para el consentimiento en los actos médicos a los 16 años. A los 16 años terminan las enseñanzas obligatorias, pero ya un año antes, los chavales deben empezar a elegir sus estudios optativos. Con 17 años harán elecciones que condicionarán su futuro profesional prácticamente sin remedio.

Todo un reto para su autoestima ¿verdad? No me imagino la crisis vital que supondría para un adulto; que de repente tuviese que afrontar a la vez, una operación quirúrgica, un cambio laboral y una crisis de pareja. Pues si nos permitimos el símil, esto es lo que tienen que conseguir superar, salvando las distancias, nuestros hijos e hijas cuando pasan de la niñez a la edad adulta.

La próxima vez que nos sentemos ante nuestro pequeño, ya no tan pequeño, deberíamos tener en mente todo esto, entender, comprender, empatizar y mentalizar con su incomodidad, con su crisis de identidad y de valores, con su necesidad de encajar y encajarse con todos los cambios que le suceden y que tantas veces atribuimos a su carácter, a falta de responsabilidad a su inconsciencia. Si lo conseguimos, estaremos preparados para establecer o restablecer, mejor dicho los canales de comunicación con los chicos.

Son muchas veces las que las familias toman medidas que lejos de ayudar a los jóvenes, empeoran aún más la situación especialmente si se trata de imposiciones, privaciones, castigos o el uso de la violencia verbal o física para tratar de corregir al menor. En otras ocasiones se tiende al diálogo, con intentos más o menos infructuosos de convencer o persuadir a los adolescentes para que cambien sus hábitos, sin tener en cuenta que sus modelos ya están fuera del ámbito de la familia y de que por tanto sus referencias han cambiado.

Vamos a desgranar ahora tres consejos que aunque pueden suponer una gran esfuerzo para implementarlos en el entorno de la familia, consideramos que son necesarios para la mejora de la comunicación y de la convivencia con los chavales.

  • Establecer normas y límites que permitan desarrollarse a la persona y madurar por sí misma. No se trata de imponer límites al niño sin más, se trata de responsabilizarnos como padres y madres de la labor educativa, labor que en muchas ocasiones dejamos en manos de terceros (cuidadoras, educadores, maestras). Aunque esto es especialmente importante en la primera infancia, no debemos descuidarlo, ser capaces de negociar y consensuar los límites con nuestros hijos será la herramienta más útil para establecer un entorno de respeto y diálogo. El estilo educativo que establezcamos con nuestros hijos en estas etapa se mantendrá en el tiempo y les dará un modelo a seguir para cultivar sus vínculos afectivos.
  • Establecer un clima de comunicación y diálogo Debemos ser capaces de conseguir que nuestros hijos se sientan libres de expresarse, sabiendo que vamos a escucharlos, a respetar su opinión y a tenerla en cuenta si llega el caso. Huir de la presión por alcanzar resultados, de las amenazas y los castigos que pueden alejar a nuestros hijos e hijas de nosotros o no permitirnos detectar un problema cuando surja.
  • Expresión de sentimientos positivos y negativos. Está en relación con lo anterior, forma parte del establecimiento de un clima de comunicación, pero para que ellos se expresen adecuadamente debemos reflexionar sobre si nosotros lo hacemos también y empezar a darles ejemplo con una expresión emocional equilibrada y ajustada a lo que la situación social que vivimos nos demanda.
terapia psicológica adolescentes

El trabajo del terapeuta con adolescentes

Vínculo, vínculo, vínculo, y no me cansaré de repetirlo, el trabajo con niños y especialmente con adolescentes debe estar basado en la creación y mantenimiento de un vínculo que permita a los chicos valorar el espacio de la terapia como un lugar seguro. Las dificultades del menor aparecen frecuentemente designadas por el adulto que le acompaña. “No se que le pasa, yo creo que…” esta frase se repite frecuentemente en la consulta de psicología con adolescentes. Es una parte esencial del trabajo de los profesionales, saber ver que hay detrás de esa demanda de consulta, dar voz al niño que tenemos delante, que se niega a comunicarse con sus familiares, que está en rebeldía o que, cada vez más frecuentemente, pide ayuda.

Y no necesariamente piden ayuda porque alguien les esté haciendo daño. Piden ayuda porque son muy conscientes de que les pasa algo, de que no están bien como están, sobre todo de que no se “ven” bien, no pueden ponerle nombre a lo que les pasa y quienes hasta ahora podían resolver todas sus dificultades, ya no pueden, o ellos y ellas sienten que ya no pueden ayudarles.

Los psicólogos debemos abordar estas dificultades rompiendo los moldes y los estereotipos con que la sociedad nos hace ver a los chicos y chicas, sin juzgar su conducta o sus emociones, sin menospreciar sus vivencias y experiencias. Debemos tratar a nuestros queridos adolescentes como lo que ellos sienten que son ya, adultos que pueden, en la medida de sus posibilidades, tomar decisiones y hacerse cargo de ellas.

El modelo de psicoterapia breve se ajusta a la perfección a estas necesidades, y en Psicopartner somos especialistas en el trabajo con adolescentes y sus familias desde este modelo. Con el máximo respeto por los chicos y chicas y sus dificultades adaptativas, trabajamos introduciendo conceptos de educación emocional, desarrollo vincular y gestión relacional tratando de conseguir que se sientan más cómodos y seguros de sí mismos, que vean el futuro con optimismo y que aprendan tanto ellos como sus familias a establecer canales de comunicación que sirvan a la mejora de la convivencia.

Si tienes cualquier consulta ponemos a tu disposición nuestro servicio de psicólogos online para que puedas contactar con nosotros desde cualquier lugar

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Psicológos Madrid – Los adolescentes y la ansiedad https://www.psicopartner.com/los-adolescentes-y-la-ansiedad/ https://www.psicopartner.com/los-adolescentes-y-la-ansiedad/#respond Thu, 18 Jul 2024 00:01:03 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15364

María de 14 años está en casa, es domingo, a media tarde, ha hecho sus deberes ha salido con sus amigas a dar una vuelta por su barrio, un domingo cualquiera en la vida de una adolescente normal, en una familia normal.

María está sentada en su cama, está viendo en su móvil algunas historias que sus amigas y ella misma han subido a las redes sociales. De repente empieza a sentirse mal, todo comienza con un ligero dolor de cabeza, un poco de presión en el pecho, una pequeña inquietud a la que no sabe poner nombre.

María no sabe que le pasa, nunca se había sentido así, empieza a temblar y a llorar, llama a su madre que en un primer momento se asusta. El susto de mamá no hace más que incrementar la sensación de desamparo de María, que ahora nota el corazón latir a toda velocidad, como si se le fuera a salir del pecho.

María esta padeciendo una crisis de ansiedad, pero no lo sabe. Su madre sí sabe lo que es la ansiedad porque ella misma las tuvo hace años. Tiene tanto miedo a que su hija sienta lo mismo que sintió ella, que le parece que lo mejor que puede hacer es minimizarlo. La madre de María le resta importancia, le dice que a lo mejor esta exagerando un poco, que no es para tanto, que intente tranquilizarse y se le pasará. Y funciona, María se calma y parece que todo vuelve a la normalidad, que todo queda en un susto.

Pero no es así, porque a la mañana siguiente, antes de ir al instituto se vuelven a reproducir los síntomas, María recuerda que su madre le dijo que todo eran exageraciones suyas y ya no cuenta nada, se queda con su ansiedad, con su malestar, y así día tras día, hasta que un día no puede más. Los síntomas son tan fuertes que ya no puede disimularlos, el llanto, la sensación de miedo y descontrol alertan a toda la familia, que reprocha a María haber guardado silencio sobre esto…”

Este relato podría ser el relato de cualquiera de las y los jóvenes y algunos adultos que acuden a la consulta de psicología buscando ayuda para algo que lleva torturándoles, a veces durante años. En muchos casos, se quejan de que nadie les hizo caso y que tuvieron que aprender a aguantar el malestar.

No minimicemos el problema de la ansiedad

Veamos qué es lo que les pasa a nuestros adolescentes y porqué debemos darle importancia:

La ansiedad o angustia es la expresión de una emoción, una emoción que es normal experimentar por parte de los seres humanos ante situaciones de alerta, una emoción que conocemos con el nombre de miedo. Como la mayor parte de las emociones humanas, se encuentra ya en los bebés recién nacidos y es imposible no sentirla

Así, podemos decir que la ansiedad nos ayuda a enfrentarnos al mundo, nos prepara para afrontar, defender y para evitar o huir si es lo único que podemos hacer. Como todas las emociones, el miedo está ahí y cumple una función que tiene que ver con asegurar la supervivencia.

Cuando un adulto o un niño mayor sienten miedo o temor y experimentan ansiedad, suelen ser capaces de reconocerla y afrontarla, esto es, a conocer de dónde surge, y a resolverla.Los niños pequeños no pueden regular su respuesta emocional de forma autónoma y lo hacen a través de los adultos, esto es lo que llamamos heteroregulación. Lo que significa que se calmarán a través de la observación de la reacción emocional del propio adulto.

Es por esto que esperamos de los adolescentes y jóvenes que ya sepan manejarse con situaciones de incertidumbre, y es por esto que no aceptamos con facilidad la reacción que observamos en nuestros hijos si se descolocan.

La reacción de la madre de nuestra historia es una de las más comunes. Y es que el adulto, madre o padre del adolescente vive la situación de su hijo con incertidumbre y tiende a evitar y minimizar, para que la sensación de su hijo desaparezca “por arte de magia”, problema resuelto.

Manifestaciones de la ansiedad

El síntoma básico es una sensación de intenso malestar físico y mental.
Las manifestaciones suelen variar en cada persona, con predominio de unas sobre otras, incluso cambiar en el tiempo. Las más frecuentes son:

  • Señales físicas. Taquicardia, sudoración, sensación de falta de aire, presión en el pecho, mareo, temblor, boca seca, palidez o enrojecimiento, calor, desmayo, inquietud o inmovilidad, tartamudeo, diarrea, vómitos, dolor, en especial cefalea y dolor abdominal.
  • Señales que afectan al estado de ánimo. Sensación de incapacidad y bloqueo mental con dificultad para pensar, leer, atender etc. En general pensamientos negativos, mal humor, tristeza, irritabilidad.
manifestaciones de la ansiedad

¿Qué da lugar a la ansiedad?

En general, cualquier situación vivida como peligrosa, cualquier vivencia negativa de uno mismo o de nuestro entorno. Así, puede darse en situaciones cotidianas como ir al instituto, subir a un ascensor, ante determinadas `personas o animales, etc.

Debemos prestar mucha atención al temor a la exposición social, en un momento en el que el ser humano esta cambiando. El adolescente está pasando de la infancia a la edad adulta, teniendo que hacer un esfuerzo para adaptarse a múltiples exigencias nuevas (académicas, sociales, familiares), pero también tiene que aceptar los cambios en el propio cuerpo. Este último aspecto tiene mucho que ver con la mayor parte de los problemas en los que la ansiedad se vuelve protagonista.

La experimentación del miedo a su vez genera más ansiedad, actuando como un acelerador de la sintomatología. Las situaciones de tensión que alteran el ambiente familiar aumentan las posibilidades de aparición de dificultades adaptativas en los adolescentes (peleas, divorcios, dificultades económicas, enfermedades, fallecimientos).

Otro factor a tener en cuenta es el entorno escolar. No hay que olvidar que en esta etapa de la adolescencia la presión de los deberes y exámenes suele ser alta, se les exige tomar decisiones importantes que van a tener implicaciones sobre su futuro (letras, ciencias, mixtas, ..) o exámenes como la EVAU que van a suponer una gran presión en los adolescentes.

¿Cuándo consultar?

Cuando cause malestar intenso, frecuente y/o mantenido en el tiempo, alterando la vida del adolescente y/o, si la respuesta de ansiedad se acompaña de dificultades en el sueño, la alimentación o el estado de ánimo (tristeza, llanto fácil, apatía, dificultad para expresar o sentir las emociones).

Es importante realizar un tratamiento adecuado lo antes posible ya que la ansiedad es un trastorno que se cronifica con el tiempo. La terapia psicológica ha demostrado ser el tratamiento más eficaz para los trastornos de ansiedad.

Tratamiento de la ansiedad en adolescentes

Siempre que nos enfrentemos a un trastorno de ansiedad en necesario que el tratamiento esté pautado y supervisado por un profesional. Vemos los tipos de tratamiento más habituales.

  • Psicoeducación. Ofrecer información y educación a la familia y/o paciente en el conocimiento de los trastornos de ansiedad.
  • Orientación familiar. Instrucciones sobre cómo tratar al adolescente, cómo manejar y reaccionar ante las crisis.
  • Psicoterapia. Todos los abordajes terapéuticos deben tener en cuenta el entorno social del joven. Los problemas de ansiedad que requieren psicoterapia suelen ser en sí mismos un síntoma de dificultades adaptativas más severas.
  • Psicofármacos. Pueden ser necesarios desde el inicio o a lo largo del cuadro. Se suelen utilizar de forma complementaria a otro tipo de tratamientos y solo si la psicoeducación o la orientación familiar no son suficientes.

En Psicopartner somos especialistas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad y expertos en el trabajo y el abordaje de las dificultades de los adolescentes, proporcionamos un espacio de escucha, de calma, un lugar seguro en definitiva, en el que las chicas y chicos pueden sentirse cómodos y pueden aprender como resolver los problemas que les preocupan, siempre desde el respeto y el conocimiento de sus necesidades.

Si tu hijo/a adolescente tiene ansiedad te invitamos a ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, donde puedes pedir una cita presencial en alguno de nuestros centros o bien utilizar el servicio de psicólogos online.

Puedes enviarnos un email a hola@psicopartner.com , llamarnos al teléfono +34 669 489 678 o bien enviarnos un whatssapp al +34 613 14 50 03 donde estaremos encantados de de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Técnicas y estrategias para elevar el deseo sexual https://www.psicopartner.com/tecnicas-y-estrategias-para-elevar-el-deseo-sexual/ https://www.psicopartner.com/tecnicas-y-estrategias-para-elevar-el-deseo-sexual/#respond Thu, 07 Mar 2024 10:17:31 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=14776 El deseo sexual es una de las fases de respuesta sexual humana que está altamente condicionado por las preocupaciones, el cansancio, el estrés, la ansiedad, etc.., y puede llegar a ser un verdadero problema para uno/a mismo/a así como un conflicto dentro de las pareja y detonar un alto malestar emocional.

Con este taller vamos a ofrecer claridad sobre qué es el deseo sexual, que estrategias y técnicas podemos llevar a cabo para aumentar el deseo y disfrutar de una sexualidad plena y sana.

 El taller tiene 4 horas de duración y se realiza en un solo día en las oficinas de Psicopartner de la Calle Velázquez 70.

El programa del taller consta de tres partes:

Sexualidad: 

  • Qué sabemos y que no sabemos. 
  • Mitos respecto al deseo sexual.

Estrategias prácticas para desarrollar y facilitar el deseo sexual: 

  • Fantasías y erotismo del nuestro cuerpo y nuestra pareja. 
  • Habilidades de acercamiento y seducción. 
  • La clave erótica.
  • Hábitos que mejoran nuestros niveles de deseo sexual. 

Cómo fomentar el deseo en pareja: 

  • Técnica del Placereado. 
  • Técnicas derivadas del método Loppicolo y Helman.

PRECIO: 100€ --- Oferta inauguración nuevo centro 25%: 75€

Modalidad presencial

Lugar: Centro Psicopartner. Calle Velazquez, 70 (28001 Madrid)

Realización: Viernes por la tarde de 17:30 a 21:30.

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Psicológos Madrid – Videojuegos, redes y su uso inadecuado en adolescentes y niños https://www.psicopartner.com/videojuegos-redes-y-su-uso-inadecuado-en-adolescentes-y-ninos/ https://www.psicopartner.com/videojuegos-redes-y-su-uso-inadecuado-en-adolescentes-y-ninos/#respond Thu, 09 Nov 2023 00:01:31 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15759

Ya no es posible la concepción de un mundo sin digitalización, los dispositivos de acceso a internet se han multiplicado, en la actualidad la mayor parte de la población se comunica entre si haciendo uso de algún dispositivo electrónico y a través de alguna de la redes sociales de comunicación que existen para ello. Además, se da la circunstancia de que el uso de dichos dispositivos ha facilitado el acceso a un ocio distinto, instantáneo a demanda y aparentemente a veces sin límite de tiempo en su uso.

Según algunos estudios el máximo uso de estos dispositivos se produce entre los 16 y 24 años, sin embargo, cada día vemos como los pequeños se exponen antes y durante más tiempo, dedicando buena parte de su tiempo de ocio a interactuar o jugar con otras personas, conocidas o no, por las redes sociales. De hecho, en España se estima de 6 de cada 10 niños de entre los 14 y 18 años juegan videojuegos de manera habitual. Un 25% lo hace a diario, tan solo un 5% no la ha hecho nunca (Fuente: Fundación de Ayuda a la Drogadicción).

Recibimos consultas de familias que, ya desde bien pequeños han expuesto a sus hijos a este tipo de estimulación, normalizando el uso de las pantallas en los menores, “para que se esté quieto un rato”, “es que, si no le pongo la Tablet, no come”, “se lo ponemos para dormir, se relaja viendo los dibus”.

Cuando el pequeño se pone ante la pantalla, se ve absorbido por la estimulación, su mente queda “disociada”, y pierde la conexión con el entorno. Nos parece que son muy pequeños que “no pasará nada malo”, sin embargo también recibimos consultas de familias muy preocupadas porque el carácter del niño ha cambiado, mostrando conductas hiperactivas, irritabilidad o peor calidad del sueño.

Este es el inicio de las dificultades, del mal uso de este tipo de dispositivos que puede llegara a ser un problema importante en la adolescencia de los niños y que como vemos se nutre de la normalización que hacemos y del a utilidad o comodidad que podemos encontrar los adultos en el uso de la tecnología para ayudarnos en el cuidado de los menores.

videojuegos adolescentes

Los niños nacidos en el siglo XXI lo han hecho en un entorno en el que el acceso a la red es generalizado, en el que se diseñan por parte de las empresas de software y de social media productos específicos para la infancia, productos para que ya desde pequeñitos consuman ocio y comunicación digital, así que tenemos que adaptarnos y educar a los más pequeños, desde bien pequeños en el uso responsable de estos dispositivos.

Los problemas más habituales que podemos encontrar en la adolescencia y que tienen clara relación ya no con los videojuegos es sí mismos, sino con un uso inadecuado o desprotegido de las redes son:

  • Suplantación de identidad.
  • Ciberbullying. Las oportunidades para el acoso se multiplican, la conectividad es 24 horas al día 7 días a la semana.
  • Sexting. Consiste en compartir videos e imágenes de carácter sexual o erótico, el riesgo está en no tener control sobre la difusión posterior que pueda tener ese contenido.
  • Grooming. Es una práctica extendida entre los pederastas que engañan al menor para que les envíen contenidos sexuales, el objetivo suele ser el abuso directo del menor víctima.
  • Sextorsion. En ocasiones los contenidos que envían los menores son utilizados para extorsionarlos, conseguir favores sexuales o económicos a través del chantaje.

Pero además de estos problemas que pueden surgir en el entorno del abuso por parte de otros, estamos viendo, y cada vez con mayor frecuencia, adolescentes y niños que están “enganchados”, especialmente a los videojuegos online, volviéndose un problema adictivo que puede requerir tratamiento. Los chicos encuentran además del entretenimiento, un espacio para la comunicación y la socialización con iguales, sin tener que salir de casa.

Hoy sabemos que la exposición excesiva al uso de pantallas provoca una fuerte desconexión de la realidad, fatiga, irritabilidad y conductas hiperactivas como consecuencia de la exposición a una estimulación muy activadora, que además tiene un fuerte componente adictivo, de disponibilidad, en ocasiones de entretenimiento y porque no de diversión.

Veamos algunas recomendaciones que podemos poner en marcha para manejarnos con los chicos y chicas en casa:

Empezamos desde pequeñitos, fomentemos un uso responsable de los dispositivos y pantallas, limitar su uso a unas horas, días o momentos a la semana, facilitará que el pequeño pueda desconectarse más fácilmente.

Demos ejemplo, si los adultos estamos todo el día conectados, ¿qué creemos que harán nuestros hijos?, parece obvio, pero si, imitar a sus padres.

La mayoría de los dispositivos tienen la posibilidad de limitar el acceso a los contenidos, las redes sociales tienen una edad mínima para su uso. Si decidimos autorizar que nuestro hijo tenga redes propias, tendremos que asegurarnos de que podemos “supervisar” lo que ve y lo que hace en la red.

La educación y la información son esenciales, enseñar a los niños a tener sus perfiles cerrados, a admitir en sus redes/salas de juego tan solo a los contactos que conocen y que pueden verificar.

Enseñar a pedir ayuda a sus padres cuando se vean en problemas. Tendremos que entender que algunos de los riesgos a los que se exponen los menores son constitutivos de delitos y pueden tener consecuencias muy graves para ellos.

Es recomendable hacer un esfuerzo por salvar la “brecha” generacional y actualizarnos, manteniéndonos al día de las aplicaciones y modas que ellos manejan y comparten entre sí.

En los momentos en los que estemos juntos, aprovechemos para hablar, para establecer rutinas de comunicación distintas a la digital, para retomar un juego en familia, o una actividad al aire libre. Los chicos rechazarán de inicio todo esto, debemos ser persistentes, fomentando un clima de diálogo y escucha en el que los chicos y chicas no se sientan juzgados, en el que no primen los reproches, las “charlas” que ellos tanto detestan.

En Psicopartner tenemos amplia experiencia en el tratamiento con adolescentes y niños en problemas y adicciones asociadas a los videojuegos y también a las nuevas tecnologías, móviles y redes sociales. Realizamos un tratamiento personalizado con terapias científicamente contrastadas.
Puedes concertar una sesión con uno de nuestras Psicólogos Expertos en Adicciones, tanto de forma online como de manera presencial llamando al 669 489 678, o bien enviándonos un email a hola@psicopartner.com donde estaremos encantados de atenderte.

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Psicológos Madrid – Cómo explicar la separación a los niños https://www.psicopartner.com/como-explicar-la-separacion-a-los-ninos/ https://www.psicopartner.com/como-explicar-la-separacion-a-los-ninos/#respond Thu, 07 Sep 2023 00:00:03 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15862

Consejos para familias en caso de separación o divorcio

La relación entre las parejas no siempre es fácil, la organización de la vida familiar en la sociedad actual tampoco, las situaciones de dificultad económica, las enfermedades, la infidelidad o celos, en casos muy extremos la existencia de violencia física o psicológica, son algunos de los ejemplos que nos llevan a plantearnos que la relación está agotada, y que papá y mamá debemos iniciar un camino por separado.

A veces esta decisión no es consensuada y aceptada por los dos miembros de la pareja y en algunas ocasiones debemos sumar a esto la presencia de hijos, a veces, muy pequeños, ¿cómo se sienten los niños ante esta nueva situación?, ¿qué es lo que debemos hacer para tratar de minimizar el daño?, ¿qué nos dirían nuestros hijos si pudieran?

Necesito saber lo que está pasando, que papá y mamá ya no van a estar juntos en mi casa, que voy a tener dos casas o que voy a tener nuevos hermanos, sed sinceros no me mintáis, las mentiras al final nos pasarán factura cuando sea más mayor.

A veces trataré de que las cosas vuelvan a ser como antes, querré que volváis a estar juntos, debéis ser claros y no darme esperanzas en esto, si lo hacéis no tendré clara la situación y me vais a hacer daño.

Yo quiero a mi papá y a mi mamá, no entiendo eso de que ya no os queréis, para mi es imposible de comprender, sed cuidadosos al contármelo.

No discutáis delante de mí. Soy pequeño, y aunque penséis que no me entero, puedo entender vuestras emociones y comprender el sentido general de lo que decís. Además podéis hacerme sentir culpable de lo que pasa.

Necesito a papa y a mama. Aunque ya no vayáis a estar juntos yo os necesito y os quiero, así que voy a querer estar con vosotros, tanto uno como el otro debéis facilitar que pueda veros tal y como lo halláis acordado.

No me gusta que se hable mal de mi papá y de mi mamá. Si habláis mal de vosotros o consentís que otros lo hagan y yo lo estoy escuchando, me sentiré muy triste y apenado por ello, aunque trataré de no demostrarlo. Tal vez haga alguna trastada para que cambiéis de tema y habléis de mí en lugar de mi papá o mamá.

Sigo necesitando horarios estables, normas y límites, soy pequeño y aun no me he socializado del todo, tenéis que poneros de acuerdo en la hora de acostarme, las cosas que puedo ver en la TV, comer, el tiempo que puedo jugar con la tablet. Cuanto más se parezcan las cosas cuando estoy con papá o cuando estoy con mamá mejor me voy a portar y a ajustar.

Así que necesito que seáis responsables, que me ayudéis con los deberes, que tengáis mi ropa lista, mis juguetes, mis cuentos y un espacio que pueda identificar como propio en vuestra casa.

Papá y mamá, vuestros miedos no son los míos, consentirme, malcriarme o traerme regalos sorpresa, no va a hacer que os quiera más, o que me quiera ir con vosotros. No tratéis de comprarme, o de usarme para dar envidia a la otra familia y ganar vuestra particular batalla, el niño soy yo, no vosotros.

Papá y mamá algunas veces los niños nos sentimos mal por lo que está pasando y eso hace que retrocedamos un poco en el cole o en nuestro desarrollo, esto no es infrecuente y debéis estar pendientes para buscar ayuda si no consigo ajustarme a la nueva situación por mí mismo.

la separación para los niños

Aunque hemos ejemplificado con la idea de que el que habla es un niño de 5-8 años, en el caso de los adolescentes no es muy distinto y además se une a los problemas de la pubertad.

Aunque debemos entender que las consecuencias de no seguir los anteriores consejos se traducirán en otro tipo de reacciones:

  • Es posible que el hijo adolescente se posicione, tome partido en una u otra dirección, llegando incluso a rechazar el contacto con algunos de sus progenitores. En casos de extremo rechazo pueden llegar a reaccionar de forma violenta.
  • En ocasiones desorganizan su conducta sensiblemente con afectación de su rendimiento académico, pero también con un preocupando aumento de las conductas de exposición.
  • Es fácil que se observe al adolescente huraño, encerrado en sí mismo, con poca o nula comunicación con el adulto, esto es, aquello que caracteriza a la adolescencia se puede ver fuertemente intensificado. El hecho de que no lo muestre no significa que no esté sufriendo.

Los menores pueden reaccionar, con independencia de su edad, de la misma forma que cualquier persona que está experimentando una pérdida o un cambio intenso no deseado en su vida. Por lo tanto necesitan lo mismo que cualquier persona, un entorno de estabilidad, quedar fuera del conflicto, confianza, comprensión y que se les explique con claridad lo que está ocurriendo y cómo cambiará su vida a partir de ese momento.

Los que se divorcian o se separan son los padres no los hijos, no olvidemos que siguen necesitando a sus padres como el primer día, aunque ya no pueda estar todo el tiempo con ellos.

Es conveniente contar con apoyo psicológico para poder afrontar de manera adecuada esta nueva situación ya que va a cambiar sus vidas por completo. En Psicopartner somos especialistas en ayudar a niños/as, adolescentes, a la pareja y a la familia para que se pueda producir la separación de la mejor manera posible para todos.

Si tienes cualquier consulta ponemos a tu disposición nuestro servicio de psicólogos online para que puedas contactar con nosotros desde cualquier lugar o bien puedes llamarnos al +34 669 489 678 para concertar una sesión presencial en Madrid, en nuestro de la Calle Alcalá 401 en Ciudad Lineal o bien en nuestro centro de la Calle Velazquez 70

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La depresión en los adolescentes, peligro de muerte https://www.psicopartner.com/la-depresion-en-los-adolescentes-peligro-de-muerte/ https://www.psicopartner.com/la-depresion-en-los-adolescentes-peligro-de-muerte/#respond Thu, 03 Aug 2023 07:07:00 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=16321 Ya en un artículo anterior hablábamos sobre depresión, y referenciábamos los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) de enero de 2020 en los que se informaba de que el trastorno depresivo afectaba aproximadamente a unos 300 millones de personas en todo el mundo. Además, en esa misma organización se informa de que unas 800 mil personas se suicidan en todo el mundo, podríamos considerar el suicidio como la consecuencia última de la depresión y por supuesto la más grave.

La preocupación por este trastorno en la población adolescente es creciente, al menos en el mundo occidental. Recientemente el gobierno de España ha habilitado un recurso de atención (Línea de atención a la conducta suicida 024) a los niños y adolescentes que estén en riesgo de hacerse daños a sí mismos o que estén en conocimiento de que amigos, compañeros o familiares cercanos puedan llegar a hacerlo.

En abril de 2022, la Asociación Española de Pediatría, publicaba un inquietante estudio en el que se informaba de un aumento de consultas por problemas de salud mental en niños y adolescentes de un 47% tras la pandemia por COVD-19.

Es fácil encontrar otras noticias igualmente alarmantes, según sus propios datos, la Fundación ANAR ha atendido en este período un 145% más llamadas de menores con ideas o intentos de suicidio, y un 180% más de autolesiones con respecto a los dos años previos. Para aquellos que no la conozcan, Anar significa Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo. También es conocido como Teléfono del Menor (900202010).

Es por tanto muy peligroso validar mensajes que desmerezcan la gravedad de la situación, “no creo que lo haga”, “yo creo que trata de llamar la atención”, “no es para tanto, seguro que en unos días se le pasa”. Mensajes que son muy habituales en los familiares de los y las adolescentes, en sus seres queridos, que, por supuesto, buscan todo tipo de señales que nos indiquen que los chicos están mejor y que por tanto ha pasado el peligro.

pexels rodnae productions 6936336 002 La depresión en los adolescentes, peligro de muerte

La adolescencia es una etapa del desarrollo en la que se producen cambios profundos tanto físicos como psíquicos. Estos cambios suelen llevar asociadas algunas dificultades para aceptarlos y aparecen los clásicos problemas de la adolescencia

El adolescente no suele gustarse a sí mismo, la diferenciación y el desarrollo de los caracteres sexuales, los cambios hormonales necesarios para el desarrollo, unidos a los cambios socioafectivos que se producen en este periodo, pueden hacer verdaderamente difícil la convivencia. Entre los 12 y los 20 años, conviviremos con personas que pueden cambiar de humor de forma brusca, que no se sienten comprendidos, descargan su rabia con facilidad por cosas que a los adultos nos sorprenden y que no entendemos bien. En el mismo día pueden parecer felices y pasadas unas horas llorar desconsoladamente. 

Que manifiesten este tipo de conductas, no significa que no necesiten ser protegidos, escuchados, validados, legitimados, aconsejados y acompañados, de la misma forma que cuando eran mucho más pequeños. Ahí es donde los adultos solemos fallar, tomamos sus cambios como ataques personales, nos falta paciencia, empatía, capacidad de escucha. Minimizamos sus problemas, les exigimos que los resuelvan sin ayuda o bien los resolvemos por ellos sin tener en cuenta su propio criterio.

Unamos ahora a lo anterior que, en esta etapa de su desarrollo, los seres humanos tendemos al desapego, a buscar las referencias fuera de nuestro entorno familiar o de protección. Colocamos nuestros ídolos y modelos fuera, en el grupo de iguales, en los grupos de mayor edad, empezamos a coquetear con algunas conductas de riesgo y tenemos nuestros primeros escarceos con el mundo adulto. 

Si tenemos problemas a esta edad, lo normal, lo esperable, lo más habitual es que utilicemos a nuestros amigos de confianza, a un familiar cercano a un profesor afable, al que admiremos o que por su edad notemos más cerca de nosotros, o incluso que busquemos referencias fuera de nuestro entorno social (en las redes y con extraños, por ejemplo).

Podríamos resumirlo en una respuesta que recibimos de forma muy habitual en la consulta; “esto a mis padres no se lo puedo contar”.

pexels kindel media 8550841 La depresión en los adolescentes, peligro de muerte

Si no hemos trabajado antes, en la infancia, para que nuestro adolescente sienta que puede confiar en nosotros, estableciendo un clima de comunicación en el que prime la escucha (no solo los consejos), en el que los chicos y chicas sientan que pueden contar lo que sea y que no serán juzgados por ello. Si no hemos podido establecer este vínculo con ellos, difícilmente nos van a contar que están deprimidos y por tanto que pueden ponerse en riesgo.

Sin embargo hay señales que podemos observar y que nos pueden alertar sobre ello:

  • La presencia de algunas somatizaciones, como dolores de cabeza o de tripa, inexplicables desde un punto de vista médico.
  • Pérdida de interés repentino en las actividades sociales (incluido a través de las redes).
  • Excesivas horas de sueño (prefieren estar durmiendo a viviendo).
  • Episodios de llanto sin motivo aparente o verbalizaciones de desesperanza (“no puedo seguir”, “la vida no merece la pena”, “ojalá no hubiese nacido”).
  • Alteraciones en el patrón de alimentación, sobre todo un descenso del apetito (en aumento de apetito se observa menos y en caso de estar presente se relaciona más con la ansiedad).
  • Aunque forma parte de la adolescencia, una excesiva irritabilidad, a veces acompañada de crisis de ansiedad intensas.
  • Por supuesto todas las conductas autolesivas que puedan observar en los niños son señales muy graves a tener en cuenta y son motivo de valoración siempre por el especialista (Cortes en los brazos, cara interna de los muslos, torso. Golpes pellizcos en las mismas zonas. Rascado compulsivo, que provocará heridas visibles…).

Cuando un adolescente nos dice que no merece la pena nada, que no quiere seguir adelante, que no tiene ganas de nada, que no siente nada, que nadie le entiende, que no quiere salir, que no quiere comer; debemos tomarle muy en serio

Si observamos este tipo de señales en nuestros hijos debemos actuar de inmediato, pidiendo ayuda a los especialistas. La mayor parte de las veces es necesario un trabajo en equipo, entre la familia del menor, los servicios de psiquiatría y los orientadores, profesores y psicólogos. 

La depresión es una patología muy seria, si no le prestamos atención puede poner en riesgo la vida de un ser humano.

En Psicopartner somos especialistas en atender las necesidades de los adolescentes y en orientar a sus familias en la recuperación del vínculo necesario para que se pueda restaurar una comunicación y un confianza que sean efectivas en la protección de los niños y niñas.

Si tu hijo/a adolescente presenta algunas de las señales que hemos mencionado o tienes dificultad para comunicarte con ellos/as, te animamos a que solicites una primera sesión llamándonos al +34 669 489 678 o enviándonos un email a hola@psicopartner.com . Puedes reservar una cita presencial en nuestros centros o bien utilizando nuestro servicio de psicología online para adolescentes, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Técnicas y habilidades para mejorar la comunicación en pareja: https://www.psicopartner.com/tecnicas-y-habilidades-para-mejorar-la-comunicacion-en-pareja/ https://www.psicopartner.com/tecnicas-y-habilidades-para-mejorar-la-comunicacion-en-pareja/#respond Thu, 13 Jul 2023 10:08:47 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=14760

Una buena comunicación con nuestra pareja es fundamental. A través de la comunicación expresamos nuestros sentimientos, llegamos a acuerdos, resolvemos malentendidos… El problema radica cuando no hay una buena comunicación, pareciendo que cada miembro de la pareja hablara en un idioma diferente.

En este taller vamos a explicar cómo son los diferentes modos de comunicación, qué técnicas podemos usar para comunicarnos mejor con nuestras parejas y cómo podemos aplicarlas en nuestras relaciones amorosas.

El taller tiene 4 horas de duración y se realiza en un solo día en las oficinas de Psicopartner de la Calle Velázquez 70.

El programa del taller consta de tres partes:

Comunicación en pareja: 

  • Qué sabemos y qué no sabemos sobre la comunicación. 
  • Mitos sobre la comunicación en pareja.

Técnicas para mejorar la comunicación: 

  • Habilidades asertivas.
  • La técnica de la escucha activa.
  • Los diferentes lenguajes del amor. 
  • 5 claves básicas para tener una buena comunicación en pareja.

Plan de acción para aplicar dichas técnicas de comunicación en vuestra relación de pareja.

PRECIO: 100€ — Oferta inauguración nuevo centro 25%: 75€

Modalidad presencial

Lugar: Centro Psicopartner. Calle Velazquez, 70 (28001 Madrid)

Realización: Lunes y Miercoles por la tarde de 19:00 a 21:00.

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La Parafilia del Exhibicionismo: Síntomas, causas y Tratamientos https://www.psicopartner.com/la-parafilia-del-exhibicionismo-sintomas-causas-y-tratamientos/ https://www.psicopartner.com/la-parafilia-del-exhibicionismo-sintomas-causas-y-tratamientos/#respond Tue, 04 Jul 2023 09:06:31 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=17289

El exhibicionismo se define como una parafilia en la cual la persona experimenta excitación sexual al mostrar sus genitales a personas que no han dado su consentimiento y en general en la vía pública. Este acto se realiza con la intención de obtener gratificación sexual y también puede llevarse a cabo a través de medios digitales.

Es habitual que la práctica de conducta exhibicionista aumente con el tiempo convirtiéndose en compulsiva.

Los síntomas del exhibicionismo se basan en la existencia durante al menos durante seis meses de:

  • Fantasías recurrentes y muy excitantes de la exposición de los genitales a un extraño que no se lo espere
  • Teniéndose además que haberse llevada a cabo y/o producir un malestar clínicamente significativo en el paciente o su funcionamiento en áreas relevantes de su vida.
  • Suele acompañarse de otras parafilias como el voyeurismo.
  • Suele aparecer entorno a la mayoría de edad, teniendo prevalencia máxima entre los veinte y treinta años y disminuyendo a partir de los cuarenta.
  • La excitación y el placer logrado por la persona exhibicionista son obtenidos a través de la observación de las reacciones de las personas a las que se muestra, generalmente suelen ser expresiones de sorpresa, apuro, susto y curiosidad.
  • La persona que padece exhibicionismo suele  masturbarse durante su exposición, o bien después de esta al reimaginar las reacciones de la persona a la que se ha expuesto.

Causas del Exhibicionismo

El exhibicionismo puede tener múltiples causas subyacentes, que pueden variar de una persona a otra. Aunque no existe una única explicación que abarque a todos los individuos con esta parafilia, algunos factores pueden contribuir a su aparición como pueden ser:

pexels timur weber 8560051 1 La Parafilia del Exhibicionismo: Síntomas, causas y Tratamientos

1. Trastornos de la personalidad

Algunos estudios sugieren que el exhibicionismo puede estar asociado con trastornos de la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad. Estas personas pueden experimentar una necesidad excesiva de atención y buscar formas de obtenerla a través de la exposición de su cuerpo.

2. Factores psicológicos

Factores psicológicos, como traumas infantiles, baja autoestima o problemas de intimidad, pueden contribuir al desarrollo del exhibicionismo. En algunos casos, la persona puede utilizar el acto exhibicionista como una forma de superar sus miedos o inseguridades.

3. Disfunciones sexuales

El exhibicionismo también puede estar vinculado a disfunciones sexuales, como la falta de satisfacción en las relaciones sexuales. Al buscar una gratificación inmediata y la excitación provocada por la reacción de sorpresa o miedo en los demás, el individuo puede recurrir al exhibicionismo como una forma de compensación.

Características del Exhibicionismo

Para comprender mejor el exhibicionismo, es importante conocer las características que suelen estar presentes en aquellos que experimentan esta parafilia.

El perfil psicológico de una persona con conducta exhibicionista es una alguien introvertido o tímido, con dificultades para relacionarse con los demás, pobres habilidades sociales, autoestima muy frágil. Este tipo de personas no son agresivas por lo que su intención con su conducta no es hacer daño a nadie, por tanto, no representa una amenaza real.

La mayor prevalencia de este trastorno se da entre hombres heterosexuales a veces con historia de problemas sexuales, de pareja y relacionales, aunque también hay casos en hombres heterosexuales con una vida aparentemente normal sin estás dificultades.

Los rasgos comunes que presentan las personas exhibicionistas son:

1. Impulso recurrente e irresistible

 Las personas con exhibicionismo sienten un impulso recurrente e irresistible de mostrar sus genitales sin el consentimiento de los demás. Este impulso puede ser abrumador y difícil de controlar, generando angustia y conflictos internos.

2. Fantasías exhibicionistas

Las fantasías relacionadas con el acto exhibicionista son frecuentes en aquellos que padecen esta parafilia. Estas fantasías pueden desencadenar la excitación y el deseo de llevar a cabo el acto en sí.

3. Excitación por la reacción de los demás

La excitación sexual en el exhibicionismo proviene principalmente de la reacción de sorpresa, choque o incomodidad de los demás ante la exhibición. Esta respuesta refuerza el comportamiento y contribuye a la gratificación sexual buscada.

4. Sentimientos de culpa y vergüenza

A pesar de la gratificación momentánea, muchas personas con exhibicionismo experimentan sentimientos intensos de culpa, vergüenza y remordimiento después de llevar a cabo el acto. Estos sentimientos pueden generar un ciclo de ansiedad y deseo de ocultar o reprimir su comportamiento.

Cómo ya he hablado, y me gustaría matizar, la persona con conducta exhibicionista no pretende hacer ningún daño con su conducta, no busca mantener ninguna relación con la persona a la que se expone, su único objetivo es sorprenderla, es decir, es más la excitación ante la reacción de sorpresa de la otra persona la que refuerza su conducta y si placer que la persona en sí.

Consecuencias legales

El exhibicionismo es una parafilia sexual que puede traer delitos graves penados con cárcel en la edad adulta puesto que podría considerarse el inicio de una violación ya existe una exposición de genitales sin el consentimiento expreso por parte de la otra persona y ésta puede atacada porque no comprende muy bien que está pasando.

Tratamientos para el exhibicionismo

pexels cottonbro studio 4101143 1 La Parafilia del Exhibicionismo: Síntomas, causas y Tratamientos

El objetivo principal de la terapia psicológica en estos casos es eliminar este deseo y el impulso involuntario de mostrar los genitales. 

Estos objetivos se consiguen ayudando a la persona a reducir estos actos sexuales con técnicas de autocontrol, técnicas de relajación y otras técnicas de manejo de situaciones estresantes.

Además, el tratamiento no es ABC, dependiendo de cada caso particular deberemos de proponernos nuevos objetivos los que utilizaremos diferentes técnicas psicológicas, como por ejemplo, entremiento en habilidades sociales, reforzamiento de autoestima o educación sexual, pero como comento, el tratamiento ante cualquier problemática siempre es personalizado dependiendo de las necesidades y carencias de la persona que acude a consulta.

La terapia cognitivo-conductual es un enfoque terapéutico que ha demostrado ser eficaz para tratar el exhibicionismo. A través de esta terapia, se trabaja para identificar y modificar los patrones de pensamiento distorsionados y los comportamientos problemáticos asociados con la parafilia. 

Con la terapia se desafian las creencias distorsionadas sobre el exhibicionismo fomentando una perspectiva más realista y saludable de la sexualidad. Además, se trabajan con técnicas conductuales para desarrollar estrategias de afrontamiento y habilidades sociales adecuadas.

Por último, en algunos casos, según gravedad y frecuencia, se ha visto la eficacia de combinar la terapia psicológica con psicofarmacología, está combinación permite a la persona ver reforzada sus conductas de cambio por lo que puede permitirnos una adherencia al tratamiento psicológico mayor.

Como hemos visto el exhibicionismo es una parafilia que puede generar angustia y afectar la vida sexual y emocional de quienes la experimentan. Sin embargo, existen opciones de tratamiento efectivas por lo que es fundamental comprender que el exhibicionismo no es una condena definitiva, y con la ayuda adecuada, es posible superarlo y alcanzar una sexualidad plena y saludable.

Si estás lidiando con el exhibicionismo o conoces a alguien que lo enfrenta, te alentamos a pidas una primera cita con un  Psicologo/a Sexologo/a del equipo de Psicopartner, llamándonos al +34 669 489 678 o bien por whatsapp en el +34 613 145 003 donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte. Recuerda que también puedes utilizar nuestro servicio de Psicología Online.

Recuerda que cada persona es única y el tratamiento puede variar. Lo más importante es dar el primer paso y buscar ayuda, pues la recuperación y el bienestar emocional son posibles.

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Depresión o estar deprimido https://www.psicopartner.com/depresion-o-estar-deprimido/ Thu, 29 Jun 2023 00:59:09 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=13562

Depresión o estar deprimido

Según la Organización Mundial de la Salud, (WHO, 30-1-2020), se calcula que la depresión es un trastorno muy frecuente, hasta el punto de afectar a aproximadamente a 300 millones de personas en todo el mundo. Es el trastorno mental que mayor incidencia tiene en la economía mundial provocando un buen número de situaciones de incapacidad temporal, se diagnostica de forma más frecuente en mujeres que en hombres. En los casos más graves y si no es tratada, puede llevar al suicidio (800.000 personas según la misma fuente).

Suele aparecer con mucha frecuencia asociada a otras dificultades, enfermedades graves, duelos y en general en situaciones en las que sentimos que no podemos mantener el control, provocando un fenómeno de Seligman identificó como indefensión aprendida. Un fenómeno por el cual los seres humanos terminan por sentir que no tienen una salida, que hagan lo que hagan están perdidos.

Así que, en estos momentos en los que nos enfrentamos al mayor reto de sanidad que ha conocido nuestra sociedad, se repiten de forma constante las condiciones bajo las cuales podemos sentir que no tenemos opción y por tanto caer en depresión.

En los primeros momentos de la pandemia se estimaba en un 30% el aumento de los casos de ansiedad y depresión en la población general como consecuencia de la incertidumbre que generaban las distintas situaciones que provocó la COVID-19.

Tan solo tratar de distinguir si estamos realmente deprimidos o si por el contrario estamos atravesando un mal momento puede convertirse en sí mismo en una fuente de tensión añadida a nuestras dificultades para afrontar.

Síntomas de la depresión

La presencia de pensamientos negativos, sentir cierto decaimiento, pérdida de energía o de interés por las actividades o tareas que antes nos atraían son señales de que nuestro estado de ánimo no es precisamente optimista.

En una época en la que estamos expuestos constantemente, en una sociedad en la que se valora el optimismo que proyectamos, en la que el éxito aparece como el único objetivo aceptable, no es de extrañar que nos inquietemos y nos sintamos desbordados, en casos extremos la sensación de fracaso nos puede llevar a no sentirnos válidos y sentir que somos un fracaso, que no merecemos nada de lo que tengamos.

Si esta sintomatología se asocia a un momento concreto del año o a una circunstancia puntual y especialmente desmotivadora puede que nos enfrentemos a un “mal momento”, sin embargo la forma en la que nos enfrentamos a esos momentos puntuales sí puede ser estable en el tiempo, podríamos decir que tenemos un estilo de pensamiento negativista, lo vemos todo negro.

No nos deprimimos ante un suspenso en un examen, como tampoco lo hacemos ante una mala respuesta de un compañero de trabajo, ni siquiera nos deprimimos ante una decepción amorosa, ante estas situaciones experimentaremos un estado de ánimo deprimido durante un periodo de tiempo.

Nos recuperaremos antes o después en función de nuestras experiencias previas de afrontamiento ante situaciones similares, de la red social de la que dispongamos para apoyarnos, dependerá en buena medida de que podamos contar como nos sentimos y de que las personas que nos escuchan nos sirvan de apoyo.

La depresión es un trastorno muy complejo que se ve influenciado no solo por los acontecimientos vitales más o menos estresantes que podamos experimentar. Sino también por factores propios, como veíamos antes, la forma en la que nos enfrentamos a las dificultades, la atribución que hacemos de aquello que nos pasa o la red social que hayamos desarrollado para apoyarnos en caso de necesidad. Todos estos factores afectarán al estado de ánimo, a lo que sentimos frente a lo que nos ocurre y por ello al sentimiento de autoeficacia que tenemos sobre nosotros mismos.

Cuando hay que buscar ayuda en la depresión

Además de los síntomas que nos deberían llevar a consultar con un especialista y que detallamos a continuación, deberíamos tener en cuenta que tenemos que notar que está afectada nuestra calidad de vida en todos los ámbitos, laboral, familiar o sentimental y social:

  • Sentimientos de vacío y desesperanza que pueden incluir pensamientos relacionados con la muerte o con la manera en que podríamos hacernos daño.
  • Pérdida recurrente de interés por las actividades cotidianas, por mantener las relaciones sociales o por las relaciones sexuales.
  • Sensación de enlentecimiento psicomotor no solo percibida por uno mismo sino por las personas del entorno.
  • Oscilaciones en apetito y/o el peso aproximadamente de un 5% en un mes, sin hacer cambios en la dieta.
  • Insomnio, menos de seis horas al día de sueño efectivo o hipersomnia (excesiva somnolencia) casi todos los días.
  • En muchas ocasiones a toda esta sintomatología se unen dificultades físicas, como dolores musculares o articulares, síntomas digestivos variados como diarreas o vómitos, dolores de cabeza, vértigos, estas son conocidas como somatizaciones.
Ayuda en la depresión

En ocasiones, el tratamiento de los trastornos depresivos puede requerir de apoyo farmacológico para estabilizar emocionalmente al paciente y permitir una mayor efectividad de la psicoterapia. En cualquier caso será nuestro médico o el especialista en salud mental quien debe informarnos y quien tomará la decisión de qué tipo de fármaco es el que necesitamos, su dosificación y la duración del tratamiento, destacan en este sentido los conocidos como ISRS (Inhibidores de la recaptación de la serotonina) uno de los más conocidos es la Fluoxetina, conocida comercialmente como Prozac.

Los estudios que a lo largo de las últimas décadas se han realizado sobre la efectividad de los distintos tratamientos, han demostrado que la psicoterapia unida o combinada con psicofármacos, cuando estos son necesarios, es la mejor garantía de recuperación y estabilización en el tiempo de los resultados del tratamiento.

El tratamiento de la depresión

Desde la perspectiva única del tratamiento psicológico podemos destacar distintas modalidades de terapias y psicoterapias que ha demostrados su efectividad y están validadas científicamente para el abordaje de los trastornos depresivos, de entre ellas podemos destacar la cognitivo-conductual, la sistémica o la llamada psicoterapia-breve.

Entre ellas nos parece especialmente interesante para el tratamiento de la depresión el abordaje que se pueda realizar en el modelo de psicoterapia breve, considerando los síntomas depresivos y las somatizaciones que se producen como consecuencias de eventos vitales traumáticos, o que la persona ha sentido como traumáticos. Una perspectiva que tiene en cuenta la historia de aprendizaje del paciente en toda su dimensión, que valora los recursos que éstos tienen para enfrentarse a sus dificultades y que centra la recuperación no sólo en lo que el paciente consigue o no consigue hacer, sino que profundiza y trata de llegar a conseguir una mejora real de la autoestima y de la capacidad general de la persona.

En Psicopartner encontrarás especialistas que dominan cada una de éstas formas de psicoterapia, gracias a su experiencia contrastada contarás con las mayores garantías de éxito terapéutico tanto en la modalidad psicólgos online como en la modalidad presencial.

Si necesitas ayuda profesional para superar la depresión , pide tu primera cita de psicologia online o bien reserva una sesión presencial llamando al 669 489 678.

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Psicológos Madrid – Terapias Lúdicas; Juegos y cuentos en la terapia infantil https://www.psicopartner.com/terapias-ludicas-juegos-y-cuentos-en-la-terapia-infantil/ https://www.psicopartner.com/terapias-ludicas-juegos-y-cuentos-en-la-terapia-infantil/#respond Thu, 25 May 2023 00:09:03 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=13822

Se denomina terapia de juego a una herramienta terapéutica que se suele utilizar con mucha frecuencia en la clínica con niños pequeños, sin importar en demasía el abordaje teórico desde el que nos acerquemos al problema. Está especialmente indicado en los niños que no pueden expresar, por su edad o por la gravedad de lo que les ocurre y se basa en el aprovechamiento de las formas de comunicación que tienen los niños cuando no tienen suficiente lenguaje.

Para poder trabajar con juego o con cuento terapéutico es imprescindible que el pequeño ya tenga una cierta edad y que pueda hacer una cierta representación simbólica del mundo, tanto a través de la historia como a través del juego y del juguete. Solemos decir que en la consulta de psicología no atendemos a los niños menores de 5 años, sino que atendemos a sus padres, madres o figuras vinculares, que son agentes de cambio.

Con esto queremos decir que la mayor parte de los cambios que buscamos en los pequeñines pueden conseguirse realizando pequeños cambios en la conducta de los adultos o en su ambiente familiar.

El juego infantil

Conviene que demos un breve repaso al concepto del juego en sí mismo. El juego no aparece evolutivamente en los seres humanos hasta que no somos capaces de la transformación tanto de los objetos como del mundo que nos rodea. Los primeros juguetes infantiles se encuentran en el neolítico y representan útiles de caza y de labranza en miniatura muy similares a los usados por los adultos.

Estos descubrimientos ya nos dan la verdadera dimensión del juego para los niños. Lejos de ser una forma en la que el niño se distrae y no interfiere con la vida de los adultos, algo que resulta un producto de nuestra cultura occidental, el juego es un momento en el que el niño puede realizar un ensayo de conducta, una experimentación con objetos cotidianos.

El juego es un recurso a través del cual el niño puede construir un lugar seguro, puede ensayar sus respuestas emocionales, progresa en la comunicación por tanto puede fantasear y soñar.

El juego es para un niño un momento mágico.

No olvidemos que evolutivamente los seres humanos nos configuramos como seres relacionales, nos construimos en la relación con los otros y es en este contexto relacional en el que el juego representa un papel esencial.

Los primeros juegos infantiles tienen que ver con la exploración del propio cuerpo y con la interacción con los objetos del entorno, preferentemente en el eje de la mano, la boca y el ojo, es lo que llamamos juegos funcionales o de movimiento y experimentación y aunque son visibles hasta bien entrada la infancia, son predominantes en los dos primeros años de vida. Pasado este momento y coincidiendo con la adquisición del auto-concepto y el inicio de la adquisición del lenguaje se observan juegos de tipo simbólico, son aquellos juegos que ya reconocemos como tales los adultos. Juegos en los que nos niños imitan y representan el mundo que les rodea y lo que les ocurre, son este tipo de juegos los que mejor nos van a servir en el entorno de la consulta de psicología infantil.
En paralelo se desarrollan los juegos psicomotrices, de exploración, de construcción, los juegos cooperativos, los juegos con reglas, etcétera. De hecho seguiremos jugando, de la manera que sea durante toda la vida, y siempre lo haremos con ese carácter relacional que marca el devenir y el desarrollo en los seres humanos.

Los juegos en la terapia infantil

¿Cómo podemos cuestionarnos siquiera que en los niños pequeños los juegos puedan no ser herramientas terapéuticas? en los adultos es la palabra, los “juegos de palabras”, la transformación en definitiva se produce a través del lenguaje, que es nuestra forma de expresar, tanto nuestra afectividad como nuestro pensamiento. Parece de lógica pensar que los niños puedan transformar lo que sienten, lo que experimentan a través de su principal herramienta de relación. En este sentido podemos utilizar juegos que nos permitan que los niños interactúen con:

  • Sus emociones y las de los demás. Representando diversas respuestas afectivas adaptativas y desadaptativas, en las que el propio niño con la guía del terapeuta incorpora una propuesta afectiva que represente para el pequeño un entorno de “apego seguro”.
  • Sus propias capacidades sociales y relacionales, sobre todo en aquellos casos en los que observamos que los niños presentan dificultades para hacer amigos o para mantener relaciones de cierta permanencia.
  • En línea con lo anterior los juegos en los que planteamos conflictos y discrepancias, merecen una atención al margen, ya que suelen ser una de las fuentes de dificultades relacionales más comunes y están casi siempre en la génesis de los problemas de aislamiento y dificultades de comunicación.
  • El juego es, en sí mismo, un momento en que el que el pequeño debe sentirse capaz, por ello todos los juegos bien desarrollados tienen un impacto positivo en la autoestima y en la autoimagen del pequeño.

Particularmente nos interesan los juegos con muñecos y caja de arena, en los que podemos representar historias y situaciones, donde los malos son muy malos y los buenos muy buenos, algo que a los pequeños les encanta. Sin olvidar el aspecto más importante de la incorporación del juego como base de la terapia infantil, se trata de una herramienta que nos permitirá establecer un vínculo seguro con el pequeño.

Los cuentos infantiles

Además del juego incorporamos en la terapia con niños pequeños y con sus familias, que siempre deben estar involucrados, los cuentos.

¿A qué niño no le gustan los cuentos?, estos son tan antiguos como el propio ser humano, cumplen una finalidad antropológica y didáctica. Son narraciones cortas sobre hechos reales o imaginarios y se transmiten de forma oral.

La característica principal del cuento es que mantiene y focaliza la atención tanto del interlocutor como del niño en la historia, en el contenido, provocando por tanto una cierta desconexión de los patrones de comportamiento disruptivos y de la ansiedad que nos generan problemas para relacionarnos con nuestros hijos.

Generan por lo tanto una atmósfera especial de intercambio, y colocan al niño en una posición receptiva en la que podemos usar su capacidad para la representación simbólica del mundo de los adultos.

Terapia Infantil en Psicopartner

En la consulta la narración de historias y cuentos se convierte en parte esencial del proceso de trabajo con los niños, es el momento en el que el terapeuta puede introducir los elementos de cambio que el pequeño necesita para comenzar a tener un comportamiento adaptativo.

Lo hace en un momento de especial sensibilidad del niño, un momento en el que el cerebro del pequeño está funcionando de forma integrada, un momento de sincronía interna y externa en el que la respuesta emocional del pequeño está bajo control, un momento en el que se siente seguro.

Recordemos que los niños carecen de los recursos para afrontar las situaciones difíciles tal y como lo hacemos los adultos, son incapaces de una regulación emocional completa antes de los 6-7 años y por ello suelen regularse a través del juego, el juego simbólico es por tanto una expresión del estado interno del niño y puede servirnos para ver qué cosas le preocupan y elaborar una historia que le ayude a encontrar solución a sus problemas.

De la misma manera que el juego en los niños pueden tener una función reparadora, debemos ser muy conscientes de que los niños que sufren, pero que no saben, no quieren o no pueden contar lo que les pasa, lo expresarán a través de su juego, debemos estar muy pendientes de esto y pedir opinión a un especialista ante cualquier representación muy desadaptativa o bizarra que hayamos observado en el patrón lúdico del niño.

En Psicopartner trabajamos la terapia infantil con niños a partir de los 6 años con estos elementos, incorporando los juegos, los cuentos, los dibujos o las escenificaciones, que en colaboración con la familia del niño nos permiten una labor reparadora que hará que disminuya el sufrimiento de los pequeños.
Puedes solicitar una cita para tu hijo/a llamando al 669 489 678 donde estaremos encantados de atenderte.

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Fobia Escolar; ¿qué es y cómo tratarla? https://www.psicopartner.com/fobia-escolar-que-es-y-como-tratarla/ https://www.psicopartner.com/fobia-escolar-que-es-y-como-tratarla/#respond Tue, 10 Jan 2023 09:01:51 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=16492 La fobia escolar es habitualmente definida como la incapacidad total o parcial del niño para acudir al colegio como consecuencia de un miedo irracional relacionado con la situación escolar.

 Ésta es la definición que podemos encontrar en la Asociación Española de Pediatría y que se usa habitualmente para explicar la dificultad que puede tener una familia con la obligación “legal” de que los niños asistan al centro educativo.

Es importante entender que, en el caso de fobia escolar, no existe negligencia por parte de los familiares en cuanto al cumplimiento de las obligaciones. Suele darse una fuerte preocupación y una dificultad significativa para manejarse con la sintomatología que presenta el niño, especialmente para manejarse con el desequilibrio emocional que acompaña a la situación. No se dan señales de otras dificultades que serían justificativas del temor o de la conducta evitativa, como el trastorno disocial o el acoso escolar. 

Especialmente importante es este segundo caso, ya que la negativa a ir al colegio forma parte de las señales de alerta de esta lacra y puede confundir seriamente a la familia, y que pueden estar viendo “fantasmas” de acoso donde no los habría. Una vez hecha la precisión al respecto, también recomendaremos siempre, la exploración del entorno social del niño en el colegio a la hora de descartar que alguien le esté haciendo daño y por tanto estemos ante un miedo a asistir a clase que está justificado.

La fobia escolar podemos clasificarla dentro de las fobias específicas siendo los tratamientos más eficaces los basados en las técnicas de modificación de conducta.

¿Ansiedad de separación o fobia?

Encontramos algunos profesionales que no las distinguen, o que indican que los niños que presentan ansiedad de separación también experimentan fobia. No obstante, podemos encontrar niños que no experimenten ansiedad de separación y que no consigan ir al colegio y también su contraria, niño que van al cole pese a que experimentan una fuerte respuesta de ansiedad ante la separación. 

Hay una manera muy sencilla en la que podemos distinguir la presencia de una fobia. Por sus consecuencias, hablamos de una fobia cuando existe una fuerte respuesta de evitación

Esto es, los niños consiguen evitar ir al colegio. El alivio del malestar que provoca quedarse en casa funciona como un refuerzo de la conducta evitativa, incrementando la posibilidad de que el siguiente día el niño repita todo el repertorio de quejas, llantos, dolores simulados, etc, con los qué finalmente consigue quedarse en casa. 

pexels cottonbro studio 7407373 002 Fobia Escolar; ¿qué es y cómo tratarla?

Debemos ser muy conscientes de que simule o no los dolores, intensifique o no sus quejas, los niños que padecen fobia escolar sufren. En ocasiones, si no se trata, aparecen algunas manifestaciones que nos hablan a las claras de este sufrimiento, dolor de cabeza, malestar estomacal (a veces vómito) y de forma menos frecuente pero no por ello menos preocupantes algunos síntomas depresivos. 

No debemos ignorar esta dificultad, o interpretarla como algo voluntario que el niño hace para quedarse en casa “haciendo el vago”, en una fobia el niño no está haciendo novillos, en una fobia el niño no puede asistir al colegio, casi como si una mano invisible le impidiese salir de casa. En otras ocasiones esa mano le hace llegar hasta la puerta del centro educativo, donde se da media vuelta, sin poder entrar. Si tiene miedo a volver a casa por las represalias o castigos, se quedará en la calle, “expuesto”. Los riesgos están ahí, por lo que debemos prestarles atención.

¿Qué provoca la fobia escolar? 

Podemos decir que lo mismo que cualquier otra fobia. 

  • Una mala experiencia vivida en primera persona en el entorno escolar (no confundir con situaciones de acoso que persisten en el tiempo)
  • Una mala experiencia observada en los otros.
  • Los comentarios escuchados a otros que, aunque de forma vicaria exponen al niño a una posible mala experiencia (aunque esta no se haya producido)

Si sumamos a cualquier de estas situaciones u otras asimilables, un patrón de respuesta de miedo aprendido o una predisposición a la respuesta de miedo heredada, tenemos el caldo de cultivo que puede provocar que nuestro niño comience a experimentar la sintomatología de la fobia. La fobia puede aparecer de forma gradual (con quejas cada vez más intensas que culminan bloqueando al niño) o de forma abrupta (más inusual pero igualmente incapacitante)

little boy gae898aee8 1920 Fobia Escolar; ¿qué es y cómo tratarla?

¿Cómo se trata una fobia escolar?

En primer lugar, será necesaria una buena evaluación: 

  • Determinar cual es el estilo relacional del sistema familiar. Que valores, que mensajes, que mandatos recibe el niño. 
  • De que forma se establece la responsabilidad de lo que pasa, si se están produciendo en su vida otras situaciones que puedan estar provocando la reacción del niño. 
  • Será esencial para nosotros una buena valoración del niño “al margen del problema” de forma que podamos observar que recursos dispone para poder afrontar el reto que tiene por delante. 
  • Como finalización a la valoración, se deben establecer objetivos y tiempos de tratamiento, que debemos consensuar con la familia.

Una vez realizada una buena valoración, entenderemos que el trabajo debe ser conjunto involucrando a toda la familia. 

El tratamiento que realizamos en Psicopartner pasa por enseñar y educar a madres y padres en conceptos de inteligencia emocional y de respuesta adaptativa, con el objetivo de convertir a las figuras vinculares del niño en co-terapeutas que puedan aportar su granito de arena en la resolución del problema. Las sesiones en este caso deben ser conjuntas y debe existir espacio para que se exprese tanto el niño como el adulto que le acompaña.

A veces la edad del niño aconseja no intervenir directamente. No obstante, a partir de los 6-7 años recomendaremos una intervención también sobre el pequeño. 

A través del juego, del dibujo, de la escenificación de distintas situaciones posibles, trabajaremos con el niño en la exposición gradual y controlada a los estímulos de temor, desensibilizándolos en imaginación y reprocesándolos si fuera conveniente. En este último caso, estaríamos hablando del trabajo con protocolos de trabajo en niños con EMDR. 

En Psicopartner somos especialistas en el trabajo con las familias. Tanto con las familias de los más pequeños, a quienes apoyamos en la gestión de la labor de crianza, como con las familias de los niños más mayores y adolescentes. Apoyando a estos últimos y a sus familias a estrechar sus lazos y a generar vínculos o a restaurarlos cuando estos están rotos o dañados.

 Puedes contactar con nosotros llamando al teléfono +34 669 489 678 o bien enviando un email a hola@psicopartner.com donde estaremos encantados de escuchar tu caso y poder ayudarte.

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Ansiedad por separación https://www.psicopartner.com/ansiedad-por-separacion/ https://www.psicopartner.com/ansiedad-por-separacion/#respond Tue, 04 Oct 2022 08:19:00 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=16130

Del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; 

1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.

2. f. Med. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.

En la consulta de psicología matizaremos esta definición. Podríamos decir que la ansiedad es la sintomatología percibida por el paciente, a través de la cual se manifiesta la respuesta fisiológica que el organismo da ante los estímulos que provocan miedo, inseguridad o temor.

image Ansiedad por separación

¿En que consiste la ansiedad de separación?

Las señales físicas que podemos experimentar son muy variadas, no en todas las personas que experimentan ansiedad se manifiestan todas, ni con la misma intensidad, de la misma forma que no todas las personas sentimos temor ante los mismos estímulos. No obstante, hay algunas de estas señales o síntomas que solemos ver repetidas de forma muy frecuente.

  • Sentir una gran agitación conductual, “no puedo quedarme quieto ni un momento”. O una gran agitación cognitiva, “no puedo quitarme estos pensamientos de la cabeza”.
  • Incremento de la tasa cardiaca, a veces se manifiesta con palpitaciones, “me noto latir el corazón en el pecho, en la garganta”
  • Sudoración excesiva, tanto en las palmas de las manos como en las axilas, “siento sudor frio”.
  • Presión en el pecho o en la garganta, dificultades para respirar “no puedo tragar, me quedo sin aire”.

Como decíamos más arriba, se trata tan solo de algunas manifestaciones entre las más comunes. En casos de extrema tensión emocional, pueden llegarse a producir desmayos (síncopes) o ataques de pánico, cuya característica principal sería la intensificación de los síntomas ya descritos hasta un punto en el que a la persona le parecen ya insoportables.

La separación

Parece lógico suponer que, si la ansiedad es una manifestación física del miedo o de la inseguridad, cuando nos referimos a ansiedad de separación debemos pensar que de lo que hablamos es de que nos daría miedo, temor o nos haría sentirnos extremadamente inseguros el hecho de separarnos de alguien o de algo.

Este tipo de manifestación del miedo, no es ninguna patología o síndrome que requiera de un tratamiento específico o diferente al de otros miedos y dificultades relacionadas con la ansiedad. En la consulta será susceptible de tratamiento aquello que nos ocurra y que interfiera gravemente en alguna de las esferas del desarrollo de la persona, social, familiar o laboral y/o que lo esté haciendo durante tiempo suficiente. Separarme durante un tiempo de mi pareja por ejemplo, puede generar una sensación incómoda durante unas horas o días, pero nuestro cerebro pondrá rápidamente en juego estrategias alternativas y adaptativas para manejarnos con la incomodidad.

Hablemos de niños

Es una situación recurrente, llega el mes de septiembre y los más pequeños se tienen que incorporar a la escuela infantil, al cole “de mayores” como ellos dicen. Pero al mismo tiempo que parecen ilusionados, que nos dicen que si, que si, que ellos quieren conocer otros niños, jugar, tener profes, al mismo tiempo, los niños tienen que saber perder.

Y saber perder a tus figuras de referencia, tus juguetes, tus espacios, tu tiempo de juego, puede ser muy duro.

Así que es muy frecuente pasar por la puerta de los colegios a primera hora de la mañana y observan a los niños llorando, agarrados a las piernas de sus progenitores, o de sus familiares. Los profesores estarán arrodillados a su lado, en el mejor de los casos, tratando de convencerles. Finalmente, todos los niños acceden al centro escolar y, con mayor o menor éxito, terminan adaptándose. 

Que poco nos gusta esta palabra, “adaptarse”. En nuestra experiencia profesional hemos acuñado una nueva forma de referirse a ese proceso por el cual el niño tiene que aprender a manejarse de forma segura en otro ambiente distinto, con desconocidos y, a veces, sin conocer las normas y las reglas. Llamamos al este proceso vincular. Vincular de vinculación, de encontrar otras referencias, otros apoyos y otras personas que hagan sentir a los peques seguros y protegidos. Para ello, los niños hacen un esfuerzo adaptativo, pero los adultos que nos responsabilizamos de ellos tenemos la obligación de hacerlo también.

Hemos usado el ejemplo de la entrada al colegio para explicar cómo funciona la respuesta de protección que el niño emite cuando le separan de sus figuras de protección. Esto lo podemos extrapolar a muchos otros ambientes, quedarse en casa de familiares para que los padres puedan acudir a una cita, o simplemente salir a tomar algo, la consulta del médico, la piscina, cumplir el régimen de visitas con papá o mamá, cuando están separados…

image 1 Ansiedad por separación

¿Porqué unos niños si y otros no?

Seguro que todos tenemos en mente niños que se adaptan de manera aparentemente mágica y fabulosa a todos los cambios y pérdidas que la vida les propone y otros que, por más intentos que hacen sus familiares, no consiguen el mismo resultado. 

¿De qué depende esto? En el espacio que tenemos para explicarlo, tenemos que dejar de lado muchas variables o factores que podrían incidir en un momento dado en que los niños fueran más o menos competentes en el manejo de la pérdida. Vamos a centrar la explicación en el estilo de apego que presenten los pequeños y en la capacidad de los adultos para la regulación emocional del niño.

Los niños que hayan desarrollado un estilo de apego seguro, esto es aquél por el cual el niño activa al máximo su curiosidad y su capacidad de exploración utilizando tan solo al adulto como base segura, estos niños tendrán más probabilidad de éxito en el esfuerzo adaptativo.

image 2 Ansiedad por separación

Los niños con estilos de apego inseguros o desorganizado tendrán mayores dificultades. Mostraran conductas de excesivo miedo, emitirán conductas bizarras, que pueden incluir rabietas o incluso autolesiones y todo ello lo harán con la única intención de no alejarse de sus figuras de protección principales, de aquellos que les cuidan.

Recordemos que el estilo de apego del niño se va a ver claramente influido por la manera en que los cuidadores principales resuelven las necesidades de los pequeños, en lo competentes que sean para alimentar, mantener limpios, sanos y descansados a sus bebés. Además no debemos olvidar que esta forma de relacionarse con el mundo, desde la protección que les ofrecemos, se desarrolla antes de mes 10 de vida del ser humano. 

Por eso solemos decir que lo que ocurre en los niños en los primeros meses y años de vida deja huella. Antes de los 6 años los niños no podrán ser capaces de una regulación de sus emociones efectiva sin la ayuda de sus cuidadores, que deberán tener en cuenta la forma en la que están respondiendo a las demandas de los niños para facilitarles un desarrollo y un ajuste socioafectivo saludables.

En Psicopartner somos especialistas en el trabajo con las familias. Tanto con las familias de los más pequeños, a quienes apoyamos en la gestión de la labor de crianza, como con las familias de los niños más mayores y adolescentes. Apoyando a estos últimos y a sus familias a estrechar sus lazos y a generar vínculos o a restaurarlos cuando estos están rotos o dañados.

Si te has visto reflejado-a en este artículo, consideras que tu hijo/a tiene ansiedad de separación, puedes ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 o enviándonos un email a hola@psicopartner.com y reservar una cita presencial o bien utilizando nuestro servicio de psicología online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte

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 ¿Cómo superar los traumas infantiles?: Terapia EMDR https://www.psicopartner.com/como-superar-los-traumas-infantiles-terapia-emdr/ https://www.psicopartner.com/como-superar-los-traumas-infantiles-terapia-emdr/#respond Tue, 13 Sep 2022 08:27:24 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=16113

Etimológicamente; trauma, del griego significa herida. Conviene iniciar este pequeño artículo haciendo una pequeña precisión que consideramos necesaria, irrenunciable. Todos, absolutamente todos, tenemos traumas (heridas), tanto sucedidos durante la vida adulta, como algunos que nos ocurrieron en la infancia. 

¿Significa esto que todos sufrimos una dificultad o trastorno que requiera tratamiento?, la respuesta puede parecer obvia, no. Al igual que mostrar un estado de animo depresivo, lo que conocemos como estar “depre” no es tener depresión, o al igual que estar nervioso ante un examen no es tener una crisis de ansiedad, tener traumas no significa sufrir un trastorno de estrés postraumático TEPT o un trastorno de estrés postraumático complejo o DESNOS.

¿Cuáles son por lo tanto aquellos “traumas” que requerirán el abordaje profesional?

Sin duda aquellos que en el pasado han afectado o incluso siguen afectando al funcionamiento de la persona. Como en casi todos los problemas de orden psicológico, solo lo son, si afectan en los ámbitos o esferas de desarrollo del individuo. Esto es, en el ámbito familiar, social o profesional.

Estamos habituados a entender que un hecho o acontecimiento sobrevenido, pueda dejar una huella potencialmente traumática en una persona. Esperamos que sea normal que un adulto que sobrevive a una catástrofe, accidente, agresión, abuso, etc, pueda sufrir consecuencias negativas y que estas sean susceptibles de tratamiento. 

Sin embargo, pequeños acontecimientos diarios, repetitivos y constantes, que de forma aislada nos producirían un pequeño rasguño, pueden provocar una fuerte alteración, dificultades adaptativas muy serias, que pueden incluir una baja autoestima, dificultades para dormir, sensación de culpa, dificultades para regular el estado de ánimo o para relacionarse de forma sana y segura, tanto en pareja como en grupo, y en último término dificultades disociativas.

Es frecuente encontrar en la consulta personas que llegan verbalizando que saben o intuyen desde hace tiempo que deberían hacer terapia, que tienen muchas cosas acumuladas que no han podido hablar, manejar o siquiera pensar o reflexionar y que creen que es el momento de hacerlo, acudiendo a la consulta de psicología. 

Tanto si estamos ante una persona que presenta un trauma simple, agudo, sobrevenido por una circunstancia única (catástrofe, agresión, accidente, enfermedad grave), como si estamos ante una persona que presenta una miríada o constelación de pequeñas situaciones que hacen que se sienta inadecuada, inválida, poco competente, juzgada, por los demás o por ella misma. En ambos casos nuestra recomendación terapéutica será el abordaje por parte de un profesional de la psicología, con formación y experiencia en psicología clínica y EMDR.

¿Qué es EMDR?

eye gfea76c9a9 1920  ¿Cómo superar los traumas infantiles?: Terapia EMDREMDR es el acrónimo en ingles de las palabras, desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares. Se trata de un grupo de técnicas que cada vez son más usadas en el contexto de una psicoterapia completa. Se basan en el principio del procesamiento adaptativo de la información, por el cual los seres humanos somos capaces de encontrar alivio a las dificultades emocionales desde el funcionamiento integrado de los dos hemisferios cerebrales. 

Se basa en que las personas tenemos la capacidad para la curación emocional y que este mecanismo se activa durante el sueño, en concreto una fase del sueño en la que presentamos movimientos repetitivos y sincronizados de los ojos, que se conocen como movimientos sacádicos, dicha fase de sueño se conoce como sueño REM.

En los procesos de psicoterapia con EMDR, el terapeuta tan solo acompaña a su paciente, guiándole para que tratar de activar los recursos que ya están dentro de la persona con el objetivo de encontrar alivio, y lo hace reproduciendo la actividad cerebral de los movimientos oculares del sueño a través de estimulación visual, auditiva o táctil.

No es el lugar para una explicación científica o técnica compleja, es suficiente con saber que la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) entre otras organizaciones recomiendan estos tratamientos como de elección para el trastorno de estrés postraumático, por sus resultados y la evidencia empírica que atesora.

¿Cómo tratar el trauma en psicoterapia?

pexels lilartsy 6502500 002  ¿Cómo superar los traumas infantiles?: Terapia EMDRDesde nuestro punto de vista el abordaje de elección para el tratamiento de traumas debe hacerse desde un modelo integrativo de psicoterapia preferentemente de carácter breve. 

Nos basaremos en la certeza de que el ser humano es eminentemente relacional, que en nuestra historia evolutiva nos hemos construido como especie siempre desde el grupo y que por tanto en nuestro desarrollo bio-psico-social vamos a aprender distintas formas de relacionarnos. Vamos a tener por tanto distintas experiencias, algunas de ellas muy positivas y gratificantes y otras no tanto. Todas dejarán una huella en nuestra psique, en nuestra memoria.

Si pudiéramos ver estas huellas como cicatrices de heridas (traumas), nos daremos cuenta de que algunas son gratas de mirar, representan “batallas” o “luchas” que hemos ganado o en las que nos hemos visto bien, representados adecuadamente, respondiendo de forma adaptativa. 

Son experiencias en las que reconocemos que hicimos todo lo posible, en la que nos gustó la forma en la que actuamos, a veces incluso nos hacen sentir orgullosos cuando las vemos. Sin embargo, otras cicatrices, huellas o recuerdos, no son así, son feas, no las miramos, nos desagrada que estén ahí. Nos recuerdan lo mal que lo hicimos, los problemas que no supimos o pudimos resolver, suelen contener culpa, resentimiento, dolor, en definitiva. Incluso a veces están infectadas, supuran, nos gustaría borrarlas del mapa de nuestra memoria, ¡ojalá fuera tan fácil!

Lo que hacemos a través del proceso de psicoterapia es “abrir” esas heridas, limpiarlas, desinfectarlas y tratar de que queden como las “otras cicatrices”, que sea posible mirarlas y que ya no nos duela, o no nos duela tanto hacerlo.

En EMDR decimos que cuando esto ocurre se ha producido un re-procesamiento del recuerdo traumático, en psicoterapia breve diremos que se ha producido la integración del recuerdo en la narrativa de la persona, que se puede contar a si misma lo que pasó y reconocerse en sus actuaciones, sin juzgarse o mortificarse por lo que no pudo o supo hacer.

Si en nuestro día a día notamos el peso del pasado, repetimos patrones de funcionamiento que nos colocan siempre en dificultades, si no nos gustamos a nosotros mismos, si nos ha ocurrido algo que no podemos contar a nadie, o si lo hemos contado, pero aún nos abruma la intensidad de lo ocurrido, nuestra recomendación es iniciar un proceso de terapia.

En Psicopartner, contamos con psicólogos expertos en trauma y en psicoterapia con EMDR, psicólogos con gran experiencia en el manejo de estas dificultades desde el vínculo y el respeto por las capacidades y las necesidades de sus pacientes.

Si te has visto reflejado-a en este artículo, consideras que has pasado por episodios duros y que aún no están resueltos, puedes ponerte en contacto con el equipo de PSICOPARTNER, llamándonos al +34 669 489 678 o enviándonos un email a hola@psicopartner.com y reservar una cita presencial o bien utilizando nuestro servicio de psicología online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Autolesiones en adolescentes https://www.psicopartner.com/autolesiones-en-adolescentes/ https://www.psicopartner.com/autolesiones-en-adolescentes/#respond Tue, 15 Mar 2022 00:01:03 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=15515

Hablamos de autolesiones cuando una persona se hace daño a sí misma, exceso de medicación, golpes, cortes, tirarse o arrancarse el pelo, quemarse con cigarros o mecheros, son algunas de las formas más habituales. Llegando en algunos casos a considerarse como conductas autolesivas aquellas que tienen que ver con el consumo de sustancias dañinas para el organismo (drogas ilegales) o el consumo excesivo de alcohol, por ejemplo.

Las autolesiones son conductas que aparecen en los jóvenes en proporción estimada de 1 a 10 en función de los casos detectados, aunque dadas sus características y que suelen ser ocultadas por aquellas personas que las padecen podemos inferir que su incidencia en la población adolescente pueda ser mucho mayor.
La estadística nos dice que es mucho más frecuente en mujeres que en hombres en una proporción de 7 frente a 1. Aunque como es fácil suponer al igual que en otros contextos, esta proporción se va equilibrando poco a poco.

¿Por qué ocurren?

Lo fácil, lo cómodo, lo que frecuentemente reciben los chicos es que esto se hace para “llamar la atención” y lo cierto es que la gran mayoría de los adolescentes y jóvenes que pueden hablar de ello lo hacen desde unos sentimientos y unas emociones tan fuertes y perturbadoras que no sienten que puedan pedir ayuda, que nadie les escuche o que nadie les pueda entender. Indican sentirse atrapados, sin control sobre sus respuestas emocionales, sobre su vida.

Las autolesiones cumplen la misión de generar una falsa sensación de control, de existencia. En otras ocasiones responden a un castigo que se autoadministra el joven por sentirse culpable en extremo por haber sufrido algún evento de tipo traumático.

Quizá lo más aterrador es encontrarse a personas que indican que las autolesiones son una forma de mitigar la sensación de no ser, de no existir, de no sentir nada, en este caso el dolor, la visión de las heridas ayudan a la persona a sentir de nuevo, a verse a sí misma como lo que es, un ser humano.

Indudablemente la presencia de este tipo de conductas autolesivas, son una clara señal de que algo no va bien en la vida de los adolescentes y la sola presencia de las mismas debe ser motivo más que sobrado para consultar a un profesional.
Debemos entender que son intentos de los chavales por sobrevivir, por sentirse vivos y por tanto son indiscutiblemente señales de que necesitan ayuda. A nadie se le escapará que si no intervenimos con ellos y no hacemos nada pensando, tal vez, que “son modas” o “cosas de la edad”, corremos el riesgo de que nuestro adolescente incremente su conducta en un efecto dominó que puede llevarle en casos muy extremos a quitarse la vida.

¿Cómo podemos ayudarles?

Solemos pedir que se establezca con los menores un entorno familiar de confianza, de diálogo, donde los chicos no se sientan en absoluto juzgados, sino escuchados. Con amigos o adultos, familiares cercanos, en general personas con la que tenga un cierto vínculo y una cierta conexión. Personas en definitiva con las que nuestro adolescente pueda hablar y contar como se siente. Esto sería lo ideal, pero la mayor parte de las veces este tipo de comportamientos se mantienen en secreto por parte de los chicos, se sienten muy avergonzados y culpables por hacerse daño e incluso tienen estos sentimientos cuando han conseguido hablar de ello.

Debemos observar las señales de malestar, no minimizarlas o desdeñarlas como “cuentos de niños”, si observamos alteraciones en el estado de ánimo, dificultades con el sueño, dolores de cabeza, de estómago, debemos tenerlos sen cuenta y hablar sobre ellos con los chicos, desde el reconocimiento de las señales físicas de malestar, ya les estamos acompañando en su manejo emocional, validando y reconociendo dichas señales.

Puede ser duro lo que nos cuenten, no nos gustará, no nos hará sentir cómodos verlos sufrir mientras cuentan o narran. Debemos hacer un esfuerzo para ponernos en su lugar, para desarrollar empatía y cercanía con sus problemas y dificultades. A veces estamos tanto en los nuestros (problemas) que no observamos los de los demás.

No solo escuchamos, sino que nos ofrecemos a acompañar y a resolver sus problemas, ofreciendo alternativas. Cuantas veces los chicos nos cuentan que no veían solución, que no veían como afrontar lo que les pasaba o sentían. La visión del adulto protector es mucho más amplia y de seguro puede guiar para ver la “luz al final del túnel”

Acompañamos, haciéndonos cargo de su dolor, dejando claro que hacerse daño no soluciona nada, intentando hacerles ver las alternativas a esto, manteniendo la calma, bastante asustados están ya ellos con lo que les pasa. Por supuesto acompañando a los jóvenes en la búsqueda de ayuda profesional que suele ser imprescindible estos casos.

Si no damos ese espacio a los chicos, para que sientan que pueden hablar de lo que les pasa en cualquier momento, que sientan que hay alguien que les escucha, sea lo que sea lo que tengan que contar, corremos un elevado riesgo de que sigan haciéndose daño, y este riesgo no desaparecerá hasta que los chicos no entiendan que causa su dolor, para ello el papel de los Psicolog@s especializados en adolescentes es imprescindible.

Aunque existen distintas orientaciones terapéuticas para el trabajo con el adolescente en riesgo, destacaremos dos por ser las que más efectividad y reconocimiento están alcanzando entre los profesionales de la psicología clínica.
Hablamos de la terapia dialectico-conductual y de la perspectiva integrativa de trauma y apego. En concreto, ésta última, permite a las familias una mayor comprensión y un conocimiento más profundo de la respuesta emocional del adolescente y sobre todo ahonda o profundiza en las causas de la ideación y las conductas autolesivas.

Si tu hijo/a adolescente presenta conductas de autolesiones o tienes dificultad para comunicarte con ellos/as, te animamos a que solicites una primera sesión llamándonos al +34 669 489 678 o enviándonos un email a hola@psicopartner.com . Puedes reservar una cita presencial en nuestros centros o bien utilizando nuestro servicio de psicología online para adolescentes, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.

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Violencia contra los niños https://www.psicopartner.com/violencia-contra-los-ninos/ https://www.psicopartner.com/violencia-contra-los-ninos/#respond Tue, 30 Nov 2021 00:02:30 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=14902

La violencia no sirve de nada; ¿por qué no tengo que gritar ni castigar a mi hijo?

En nuestra sociedad actual, la situación de los sistemas familiares ha cambiado sustancialmente, siendo cada vez más frecuente encontrar estructuras monoparentales o situaciones de familias múltiples por el ajuste tras la separación de los padres, también podemos encontrar familias con custodias compartidas o aquellas en las que el rol de cuidado principal lo ejerce una persona ajena a la familia (una cuidadora).

La incorporación de la mujer al mercado laboral, el 53% de la población activa nacional son varones y el 47% son mujeres (INE,2015), y una cada vez mayor paridad entre los roles de padre y madre, son en parte las razones que explican que las familias tradicionales en las que la madre representa el rol de protección y cuidado principal sean la minoría.

En este caldo de cultivo, tener un hijo a veces se convierte en una aventura que padres y madres viven como complicada o dificultosa, que claramente interfiere con su ritmo de vida actual o con el desarrollo de su carrera profesional.

La idealización de la maternidad y paternidad

Las madres embarazadas a veces nos refieren que pueden ver al niño que llevan dentro, visualizan su carita, sus manitas, sus piernas, esta idealización del bebé es consecuencia de la idealización de la maternidad, un mandato social, algo que está en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad y cultura, “ser madre es maravilloso”, “mi hijo será perfecto y podrá disfrutar de todo lo que yo no pude”, son algunos ejemplos de lo que se dicen las madres y padres y que están detrás de la idealización de la maternidad.

Otro concepto que nos afecta en este sentido es el de la necesidad de tener un hijo, cuando el deseo se convierte en necesidad, el ser humano empieza a sentirse frustrado si no puede conseguirlo, en el caso de la maternidad o la paternidad, observamos en muchas parejas un orden determinado, trabajo, coche, casa, carrera profesional y después “tener un bebé”. Esta interpretación de la maternidad/paternidad como un mandato social, obliga a algo para lo que muchas veces no se está preparado, pero “hay que hacerlo”, así decimos que el hijo se convierte en un bien de consumo más, como el vehículo o la vivienda, y salvando las distancias se convierte en una necesidad de autorrealización del adulto.

Lamentablemente el bebé que llega no siempre acierta a satisfacer las necesidades de sus padres, siendo múltiples los factores que pueden incidir en que el recién nacido sea rechazado, o desatendido en los momentos posteriores al nacimiento.

Consecuencias de los castigos y los gritos

Hoy sabemos que las experiencias emocionales tempranas, pueden marcar el desarrollo posterior de los niños, siguiendo a Barkley, en su teoría de los 4 factores, el nexo explicativo de las dificultades adaptativas y de la conducta desafiante y negativista de los niños en la primera infancia se debería a la interrelación de 4 factores;

  1. Los estilos educativos
  2. Las características de los padres
  3. Las características de los hijos
  4. Factores contextuales

De la interacción de ellos, surge con especial relevancia la importancia de los estilos educativos y las características de los padres como elementos que pueden ejercer como factores de protección ante las circunstancias ambientales y las dificultades de los hijos.

Siguiendo a este autor podemos concluir que en los estilos coercitivos, sobreprotectores y ambivalentes (aquellos en los que intentamos ser protectores hasta que perdemos la paciencia) se pueden influir y potenciar de forma indirecta determinadas características de los niños que pueden desembocar en dificultades adaptativas desde edades muy tempranas.

Prestaremos especial atención ahora a los factores educativos y especialmente al estilo que conocemos como autoritario o coercitivo. Es este estilo por el que pretendemos que los niños se “porten bien” desde la amenaza de castigo, la ira y el enfado. Cuando hablamos a un niño en esos términos, activaremos de forma inmediata su miedo.

El niño que es educado desde el miedo puede actuar tratando de escapar de la situación, por ejemplo, llorando y pidiendo la protección de otra persona, pero también puede activarse en él la ira, su propio enfado. Si esto ocurre veremos que puede pegar al propio adulto o a si mismo, no es que el niño sea “malo” tan solo está intentando defenderse.

También es muy frecuente que el niño confunda ese enfado de sus progenitores con un juego, mostrando de forma reiterada una conducta desafiante, los padres nos dicen en la consulta “es que me reta constantemente”. En este tipo de respuesta del niño los adultos tendemos a ver con mucha frecuencia el deseo del pequeñín de llamar la atención. Como si los niños pudieran elegir, ¿qué otra cosa debe hacer un niño sino reclamar la mirada incondicional de sus padres?

Por último, si el pequeño llega a estar verdaderamente asustado podría bloquearse, quedando en un estado de inacción que es verdaderamente peligroso para el niño en tanto en cuanto puede activar una potente sensación de desesperanza en él.

Gritar no sirve de nada

Debemos entender que los niños menores de 6 e incluso 7 años, no tienen la madurez necesaria para el autocontrol de sus propias respuestas emocionales, este control o autorregulación no será posible hasta que se produzca la maduración en el lóbulo frontal de su cerebro. “Exigimos” a los niños que se porten bien mucho antes de esa edad, les pedimos que sean obedientes, que no griten, que no lloren (salvo que se hagan daño), que duerman bien, que se lo coman todo, que no se peleen con los amigos, que aprendan a compartir, que no sean impulsivos. Creo que podría seguir enumerando muchas cosas que esperamos que nuestros hijos hagan o no hagan, y creo también que deberíamos preguntarnos si nosotros, los adultos que cuidamos a los niños, tenemos bien asentadas esas capacidades, en definitiva, si nosotros también somos “buenos”.

Si estamos argumentando que los niños menores de esos 7 años no pueden ser capaces de la autorregulación emocional, ¿cómo consiguen mantenerse estables?, ¿cómo pueden ser obedientes y compartir, esperar el turno, o ir a la cama cuando mamá y/o papá lo dicen? Los niños a estas tempranas edades utilizan un recurso que conocemos como hetero-regulación emocional, es decir responderán a la propuesta emocional que le hacemos los adultos, y se podrán “portar bien” si ven al adulto confiado, sereno y seguro.

¿Me pueden explicar cómo va un niño a dejar de gritar si se lo pedimos gritándole?

La respuesta a la pregunta que da título a este artículo la tenemos aquí; gritar no sirve de nada porque asustamos al niño y le enseñamos a usar la conducta violenta como una manera de solventar las dificultades y la incapacidad propia y ajena.

En la experiencia práctica nos encontramos en un buen número de ocasiones con padres y madres que dicen no saber cómo abordar la problemática que les surge ante la llegada de un bebé, que no conocen cuales son las necesidades del niño en función de su desarrollo madurativo y que por tanto demandan de forma casi desesperada dicha información. Información sin la cual, con la mejor voluntad del mundo llevan a cabo prácticas educativas y de crianza que dificultan e impiden el desarrollo natural y normalizado de los bebés.

Como ejemplo; podemos constatar retrasos en la madurez explicables por sobreprotección extrema o por negligencia de las figuras de apego, en las áreas de autonomía personal, lenguaje e incluso motricidad gruesa, retrasos madurativos que pueden llegar a hacer sospechar a la familia que su hijo padece algún síndrome neurológico o inlcuso TEA (Trastorno de espectro Autista).

La importancia de generar un apego seguro

Desde que la teoría del apego ha demostrado la importancia del establecimiento de un vínculo de calidad y la necesidad biológica que el ser humano tiene de vincularse (Bowlby 1969/1982), parece claro que el papel de los progenitores como figuras de protección y seguridad se vuelve vital para garantizar el desarrollo armónico y cronológico de los bebés recién nacidos.

La gran aportación que hace, desde nuestro punto de vista, la propuesta de los teóricos del apego a la primera infancia tiene que ver con el reconocimiento de que la primera fase de la vida de un bebé es de importancia absoluta y condiciona todo su desarrollo, siguiendo las investigaciones de Ainsworth en 1963, y a raíz de las mismas se han documentado múltiples evidencias de los efectos que a largo plazo tiene el estilo de apego en el desarrollo del ser humano., en concreto de cómo el llamado apego seguro tiene efectos claramente protectores. Los niños que viven en un entorno seguro y protegido tienden a tener mejor autoestima, competencia social y en definitiva inteligencia emocional que los niños que vivieron sus primeras experiencias en un entorno de apego inseguro o desorganizado

Concluiremos este artículo con una frase que hemos usado en la consulta privada muchas veces, “se consigue mucho mas de un niño con un abrazo y una mirada incondicional que con un grito y un castigo”.

En Psicopartner somos expertos en primera infancia y ofrecemos los servicios de nuestros profesionales para el apoyo a las familias en el proceso de restaurar los vínculos necesarios para que los pequeños se desarrollen en un entorno saludable y enriquecedor.

Puedes pedir cita con nosotros de manera presencial o bien con nuestro servicio de Psicólogos Online especializados en terapia infantil y en terapia familiar contactando en el teléfono +34 669 489 678 o bien enviándonos un email a hola@psicopartner.com.

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Mi hijo está enfermo | el Síndrome de Munchausen por poderes (MSBP) https://www.psicopartner.com/mi-hijo-esta-enfermo-el-sindrome-de-munchausen-por-poderes-msbp/ https://www.psicopartner.com/mi-hijo-esta-enfermo-el-sindrome-de-munchausen-por-poderes-msbp/#respond Thu, 04 Nov 2021 00:10:03 +0000 https://www.psicopartner.com/?p=14800

Desde hace ya unos años leemos y escuchamos en las noticias que la natalidad está descendiendo, nacen menos niños, lejos quedamos del baby boom de los años 1950-60 que dan nombre a toda una generación.

En 1970 nacieron en España más de 600.000 bebés, en 2020 apenas llegan a los 340.000 nacimientos. La incorporación al mercado laboral de todos los miembros del ámbito familiar o una mayor dificultad económica para sostener a una familia son algunos de los motivos que dan los expertos para explicar este descenso. La edad media de las madres primerizas está rondando en el momento actual casi los 30 años, mientras que en 1970, ya que usamos este año como referencia esta edad media se situaba entorno a los 25 años. En 2018 se llevaron a cabo un 28% más de intervenciones para la fecundación asistida que en 2014, el año en que se comenzó a registrar esta demanda de las familias.

Es fácil entender con este contexto de referencia que tener un hijo para aquellas personas que lo desean pueda haberse convertido en un objetivo vital, un deseo que podemos asemejar a la adquisición de bienes de consumo, un trabajo digno y una vivienda también digna.

El miedo a fallar como padres/madres

Además de todo este contexto socio-económico existe un fenómeno fuertemente extendido en nuestra sociedad que algunos autores vienen denominando idealización de la maternidad, un conjunto de mandatos, dictámenes sociales, disposiciones y exigencias que ocultan, eliminan o difuminan los aspectos “negativos” de ser padres y madres. ¿Quién no ha visto la publicidad de productos infantiles en cualquier medio de comunicación?, ¿alguno de nosotros hemos visto, por ejemplo, en un anuncio de pañales la deposición del bebé?, ¿se muestra en los anuncios de productos para dormir mejor a un bebé llorando insistentemente durante toda, o gran parte de la noche?, no, sistemáticamente veremos pañales limpios y niños durmiendo con rostro angelical bajo la atenta mirada de sus felices progenitores.

Nos hemos permitido esta licencia pedagógica para ilustrar como a algunas personas que deciden tener hijos, el bebé les “pilla por sorpresa”, es muy frecuente escuchar en nuestra consulta la frase “jo, es que esto es muy difícil”, madres y padres que expresan esta u otro tipo de frases de queja sin candidatos a manejarse con una de las emociones que más limitan e incapacitan para la crianza, sí, el miedo.

Recordaremos muy rápidamente que el miedo es una emoción básica, esencial para el ser humano, que forma parte del grupo de emociones que dan servicio a nuestra defensa y que, como todas las emociones se trata de un “mal” necesario que tiene su utilidad y función. El miedo es el sistema de alarma del organismo, nos permite responder de forma efectiva ante las amenazas de nuestro entorno, atacando, huyendo o ignorándolas. Así que, tener miedo a que nuestro pequeño esté enfermo, o a que sufra, sin más es totalmente normal. Creemos necesario no obstante explicitar que cuando este miedo se generaliza y provoca una respuesta de protección excesiva sobre el bebé empiezan a aparecer dificultades.

Es fácil que una familia que se maneja desde el miedo a que su bebé enferme establezca con el pequeño un estilo de apego inseguro y ansioso. Si mamá y/o papá tienen mucho miedo, el bebé lo sabrá, lo detectará rápidamente, no podrá manejarse con la inseguridad de sus figuras vinculares y empezará a descolocarse, volviéndose más demandante, más inseguro y será más difícil de calmar y de regular.

Imaginemos un bebé que llora día y noche, un bebé al que sus padres no pueden calmar casi de ninguna manera, que prueban una y otra vez desesperados todo lo que se les ocurre, que además, durante todo el tiempo que interactúan con el pequeño lo hacen asustados, sin saber muy bien si es o no correcto hacerle o no hacerle caso, “no sea que este llamando la atención”. Este es el caldo de cultivo para acudir una y otra vez al médico-pediatra para que valore a nuestro bebé a la búsqueda de la patología misteriosa que hace a nuestro hijo, demandante e inconsolable.

Nadie habló a estos padres y madres esforzados en la preparación al parto de la incapacidad que tiene el ser humano para regular de forma autónoma su estado emocional. Nadie les explica que cuando un bebé se desregula, si papá y/o mamá se asustan actuarán cómo un cargador de batería alimentando el desajuste del bebé. Y es que no será hasta los 6 años aproximadamente que el pequeñín será capaz de manejarse en situaciones emocionalmente inseguras, y eso si le dejamos. Antes de esta edad, el niño necesita a sus figuras de protección para evaluar el impacto , en el ámbito de la seguridad y la protección, de todo lo que le rodea, llamemos a este fenómeno heteroregulación, esto es; me regulo en los otros.

Volvamos al ejemplo de estos padres que no encuentran explicación a las dificultades que observan en sus hijos, dificultades a que en ocasiones sólo observan ellos además. Qué sencillo es pensar que el pequeño está enfermo, y si no consigo el ansiado diagnóstico…, ¿qué?.

¿Qué es el síndrome de Munchausen,… por poderes?

El desorden facticio aplicado a otro, que así se describe en el manual de diagnóstico de enfermedades mentales DSM-V es conocido como síndrome de Munchausen por poderes y fue descrito por primera vez por Meadow en 1977. Se trata de una dificultad en la que la madre o padre del niño “simula” los síntomas de una patología médica en su pequeño, pueden llegar a manipularse resultados de pruebas médicas o incluso provocar a través de la negligencia síntomas propios de una enfermedad. Como podemos ver es el caso extremo del miedo y las dificultades que la maternidad o la paternidad nos pueden traer.

Se considera una forma de maltrato infantil y el origen de dicha dificultad no está nada claro, si bien casi todos los autores coinciden que la existencia de dificultades en la infancia de las figuras vinculares como las responsables de la aparición del síndrome.

Se suele hablar de carencias afectivas graves, de abusos y maltrato infantil, la pérdida de un ser querido (frecuentemente…

un niño) además se describe la comorbilidad de esta patología con el Trastorno Límite de la Personalidad.

En un primer momento el abordaje de esta dificultad debe estar orientado a la protección del menor, que es una víctima de la dificultad de su familia. Posteriormente se debe abordar la psicoterapia con la figura vincular afectada por dicha patología.

Veamos cuales son las señales o criterios que usaremos para valorar que un cuidador presenta la dificultad conocida como síndrome de Munchausen:

  1. Crear o inventar síntomas o signos psíquicos o psicológicos en la otra persona, incluye hacer daño a la persona para crear lesiones o síntomas que engañen al personal médico. Esto puede incluir; usar productos químicos que irriten la piel del niño, infectar heridas a propósito, usar medicamentos inadecuados o en dosis inadecuadas para provocar intoxicaciones o no nutrir al niño correctamente para justificar el que no aumente de peso, por ejemplo. Pero también la manipulación y la alteración del historial médico, del resultado de las pruebas practicadas, al objeto de que el pequeño sea hospitalizado y tratado de sus supuestas dolencias.
  2. Presentar al menor sistemáticamente ante otros, como enfermo, disminuido en sus funciones o incapacitado, discutir o discrepar abiertamente con el personal médico que atiende al pequeño, lo que provoca una catarata de consultas buscando segundas y terceras opiniones y múltiples pruebas diagnósticas e incluso hospitaliaciones.
  3. Mantener los engaños sistemáticamente en el tiempo incluso sin percibir ningún beneficio por ello.
  4. No se observa o no se tiene un diagnóstico previo de enfermedad mental que justifique la aparición y el mantenimiento de estas conductas.

Tratamiento Munchausen

Como comentábamos antes el tratamiento de esta dificultad de la personalidad debería permitir una intervención multidisciplinar que incluya la valoración por parte de los Servicios Sociales para determinar la mejor forma de proteger al menor.

Una vez asegurado el bienestar del “otro” debe atenderse al paciente que presenta esta sintomatología. Si bien no existe un tratamiento farmacológico que “cure” por completo y sane la dificultad, consideramos necesaria la valoración por parte de un médico-psiquiatra que nos asegure la estabilidad emocional de la persona.

Esta estabilidad será necesaria para abordar todas las pérdidas y dificultades que la figura vincular hará experimentado durante su vida y que podrían estar en la base del trastorno. En nuestro centro realizamos un abordaje combinado de psicoterapia breve de carácter sistémico con un abordaje de carácter familiar que permita a la persona poder reintegrarse en la dinámica afectiva necesaria para poder disfrutar de equilibrio y paz en la relación con sus seres queridos.

En Psicopartner somos expertos en psicoterapia breve de trauma desde la perspectiva de apego, este abordaje del proceso de desarrollo en la primera infancia es muy útil para las familias, que encuentran explicación, validación, legitimación y soluciones a muchos de los problemas que experimentan en la crianza de sus hijos.

Como dijo Bessel Van Der Kolk, prestigioso experto internacional en trauma y apego

“… a veces los problemas son realmente soluciones”,

no dejes que sigan siendo problemas y consúltanos.

Puedes pedir cita con nuestros Psicólogos Online especializados en terapia infantil y en terapia familiar contactando en el teléfono +34 669 489 678 o bien enviándonos un email a hola@psicopartner.com.

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