Son muchas las pérdidas a las que nos enfrentamos en la vida, por lo que frecuentemente debemos experimentar situaciones de duelo. Fallecimientos de seres queridos, rupturas y separaciones de parejas o de amistades, pérdidas del trabajo o procesos migratorios son ejemplos de ello.
El duelo migratorio consiste en el proceso de asimilación de todas las pérdidas asociadas a la propia experiencia de migrar.
La decisión de dejar atrás el país de origen puede realizarse desde una motivación personal como forma de mejorar las condiciones económicas o la calidad de vida, pero en ocasiones esa decisión viene forzada desde el exterior, ya sea por conflictos bélicos, persecuciones políticas, catástrofes ambientales etc.
La migración se trata de un fenómeno complejo, en el que están presentes factores sociales, económicos, culturales y por supuesto, psicológicos.
Esta experiencia implica un intenso trabajo de procesamiento de numerosas pérdidas para poder alcanzar la adaptación deseada al nuevo país.
La característica principal del duelo migratorio es que implica diferentes ámbitos lo que lo convierte en un duelo múltiple, pues son multitud los cambios que la persona migrante debe afrontar: relaciones interpersonales (familiares, de amistad…), cultura y tradiciones, idioma, estatus social, grupos de pertenencia, paisajes, eventos a los que no podrá acudir...
Adicionalmente señalar que se trata también de un duelo parcial, lo que significa que lo que se deja atrás con la marcha, no desaparece, esa pérdida no es irreversible, pues la persona puede regresar y reencontrarse con todo aquello que ya no tiene en el país de destino en su día a día, y puede además seguir conectado de manera recurrente a través de cada llamada al país de origen o de las noticias que llegan de aquel lugar.
Etapas del proceso
Las etapas de cualquier duelo suelen ser las siguientes:
- Aceptación de la pérdida.
- Expresión de las emociones y del dolor que ha causado la pérdida
- Adaptación a la nueva realidad
- Reconexión y continuación con la vida
En el duelo migratorio encontraríamos la manifestación de las siguientes etapas y emociones:
- de negación : la persona actúa como si nada hubiese cambiado “a mí no me afectan los cambios”
- de toma de conciencia de la decisión tomada y las implicaciones de la misma, generando emociones de rabia. Es fácil conectar con esta fase cuando la migración se debe a motivos externos, o cuando las expectativas que le impulsaron a migrar no se han visto cumplidas
- la tristeza es la emoción más representativa en las personas que migran al conectar con todo aquello que se dejó atrás y que se acompaña en muchas ocasiones con una intensa sensación de desarraigo.
- también el miedo es normal que esté presente en todo el proceso de migración. Tanto antes de emprender el viaje como tras llegar al país de destino serán muchas las situaciones desconocidas a las que el migrante deberá enfrentarse. Dependiendo de las circunstancias se puede además generar una sensación de indefensión.
- finalmente, si todo sigue el curso deseable, se podrá alcanzar la aceptación de la situación y de todas las implicaciones derivadas de la decisión, donde la persona conecta con las partes buenas y malas de la experiencia vivida, procesando todo ello y permitiendo el logro de la adaptación al lugar de destino y a su nueva vida, sin que suponga la pérdida de sus orígenes.
En cambio, si la persona que migró está bloqueada en alguna de las etapas de ese duelo, tendrá dificultades para su regulación emocional, perjudicando la consecución de la adaptación.
Síntomas
Los posibles síntomas a experimentar en este duelos serían:
- Ansiedad asociada al miedo por los posibles peligros, incertidumbres, situaciones desconocidas del país de destino
- Emociones: Tristeza como síntoma más frecuente, tiene que ver con lo dejado atrás, con la soledad y con la dificultad de conseguir el proyecto imaginado; irritabilidad y frustración; sentimientos de culpa; inestabilidad emocional
- Fatiga, falta de fuerza para seguir adelante
- Pérdida o aumento del apetito, a veces afectado también por los cambios alimenticios asociados a los problemas económicos
- Alteraciones frecuentes del sueño
- Excesivas y recurrente preocupaciones
- Somatizaciones
- Afectación de la propia identidad
- Ideas de muerte y suicidio, sin ser frecuentes, pueden ser en ocasiones pensamientos recurrentes
Elaboración del duelo
Como ocurre con otro tipo de pérdidas, el proceso de elaboración del duelo es lento y evoluciona, como se ha indicado anteriormente, en una serie de etapas. En el proceso influyen muchos factores, como las experiencias tempranas, la personalidad, el momento vital en el que ocurre, las redes de apoyo con las que cuenta, la causa de la migración o las condiciones externas.
Tras la elaboración, se produces un crecimiento y un desarrollo de la persona, construyendo una nueva identidad más compleja y rica integrando la nueva situación e incorporando las características del país de acogida, sintiéndose parte de éste, sin por ello olvidar el país de origen.
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