Cuando nos sentamos a practicar la consciencia plena, también conocida como Mindfulness, no sólo se trata de que seamos conscientes de qué está pasando en la experiencia.
Cómo nos relacionamos con “eso que aparece” es clave para el desarrollo de los beneficios que conlleva la práctica continuada. Esto es lo que trabajamos desde el principio en Psicopartner, tu espacio seguro para practicar Mindfulness en Ciudad Lineal.
Me estoy refiriendo a la actitud con que nos embarcamos a la hora de practicar la consciencia atenta e intencionada. Tanto en las prácticas formales (que enseñamos en Psicoparnter, en formato grupal a particulares y a empresas, o en formato individual a pacientes), como en las prácticas informales del día a día:
- Cultivar una mente de principiante con la que poder profundizar en los detalles de la experiencia.
- Con curiosidad, abriéndonos a lo que llega a este momento, aunque no nos guste.
- Desde el autocuidado con uno mismo, tratándonos con amabilidad y respeto.
- Sin culparnos por lo que sea que esté pasando en ese instante, sin exigirnos.
- Con paciencia. Sin esperar a que ocurra algo concreto durante la práctica.
- Sin forzar. Mindfulness en sencillez, simplicidad.
- Fuerza de voluntad, para perseverar en la práctica continuada.
Estas consideraciones son importantes, porque sin acompañar la práctica contemplativa con esos ingredientes actitudinales, estaremos cultivando otra cosa, y no será Mindfulness.
La práctica de Mindfulness aparentemente consiste en parar y no hacer nada. Se trata de parar en nuestra vida acelerada, para simplemente ser:
- Conectándonos con nuestra esencia, practicando estar presente con lo que hay, a través de la integración mente- cuerpo.
- Nuestro cuerpo siempre está aquí, con nosotros. Por eso resulta tan útil iniciar este entrenamiento cultivando la consciencia corporal.
La actitud Mindfulness es un rasgo aprendido y estable en el tiempo. Con la práctica continuada vamos desarrollando las capacidades de atención, de regulación emocional y de auto-conciencia.
El estado del Mindfulness
En la práctica del Mindfulness traemos el foco de atención a las señales del cuerpo, a las sensaciones corporales, a la experiencia que surge en el medio ambiente cercano (sonidos, olores, sensaciones de frio, calor…).
Con Mindfulness (o conciencia plena), nos referimos al estado en el que la consciencia toma el control de la mente. Nos focalizamos en el aquí y en el ahora: en este sitio y en este momento en el que te encuentras.
En el “estado de Mindfulness” conseguimos permanecer abiertos a la experiencia, con curiosidad y esto es muy importante, con total aceptación de lo que está ocurriendo (en el cuerpo y en el entorno).
El rasgo Mindfulness
Esta práctica contemplativa, no solo consiste en acceder a un estado mental. Además es posible desarrollar una “actitud mindfulness”. Este rasgo se desarrolla con la práctica y produciendo cambios en la fisiología del cerebro.
Existen muchísimas investigaciones en torno a los cambios que se producen en las personas cuando practican Mindfulness. Se ha constatado que su práctica continuada y regular, conlleva un proceso de regulación consciente de la atención, acompañada de una actitud de autocompasión, entendimiento y aceptación.
A través del entrenamiento en Mindfulness operan unos cambios neurofisiológicos. Desarrollándose unas capacidades psicológicas que se mantienen, formando un rasgo estable en el tiempo.
Este Rasgo Mindfulness se desarrolla con la práctica:
- Aumentando la capacidad de observación
- Creciendo la aceptación de las situaciones que no nos gustan.
- Disminuyendo la reactividad.
- Aumentando la tendencia al comportamiento consciente.
Cuando se realiza la práctica de Mindfulness se ponen en marcha tres sistemas diferentes que interactúan entre sí. Dando lugar a cambios en la actitud, con grandes beneficios sobre la salud psíquica, física y emocional.
- Desarrollo del control de la atención.
- Regulación Emocional.
- Transformación de la autoconsciencia
Está interacción entre los tres componentes hacen de Mindfulness una técnica a tener en cuenta dentro de la psicoterapia. En concreto en relación al tratamiento de los trastornos de estrés, ansiedad y depresión, como ya comentamos en artículos anteriores.
Estos tres componentes interactúan entre sí, influyéndose mutuamente, y reforzando a los otros dos sistemas.
Fuente: Tang, Y. Y., Hölzel, B. K. y Posner, M. I. (2015). “The neuroscience of mindfulness meditation. Nature Reviews Neuroscience”, 16, 213–225.
1. Mejora en la capacidad de focalización atencional
Con la práctica del Mindfulness mejora la capacidad de llevar la atención de manera intencionada a un objeto determinado de observación. Se produce una mejora en la capacidad de:
- Atención Selectiva
- Atención Sostenida
- Atención Ejecutiva
Asimismo, los estudios realizados han mostrado que el desarrollo de esta capacidad atencional hace que se produzca una reducción de la divagación mental y una mejoría en la memoria de Trabajo y la Memoria Especifica.
2. Desarrollo de la regulación emocional
La regulación emocional no solo se basa en la gestión adecuada y funcional de las emociones consideradas como negativas (ira, tristeza, etc.) sino también en saber considerar y potenciar las emociones positivas
Al practicar Mindfulness mejoramos la capacidad de evaluar las situaciones de una forma más positiva. Reducimos la percepción de situaciones estresantes, su intensidad y la cantidad de pensamientos negativos. Como resultado surge una mejoría en el bienestar emocional.
3. Cambios en la autoconsciencia
En la práctica continuada del Mindfulness se produce un cambio importante en la percepción que tiene la persona de sí misma.
Aparece un estado metacognitivo, caracterizado por la capacidad de poder tomar distancia de nosotros mismos.
Esta capacidad nos permite identificar nuestras propias fortalezas y también las vulnerabilidades. Podemos ser conscientes de los procesos cognitivos y emocionales que van surgiendo y poder actuar en consecuencia. Respondiendo.
Se deja de producir una fusión de los pensamientos con la realidad. Entonces se produce un cambio en la perspectiva del yo, alejándonos del marco de los pensamientos, de las creencias y los prejuicios.
Beneficios de la actitud Mindfulness:
La práctica habitual del Mindfulness tiene beneficios para la salud física, psicológica y emocional.
Ya hemos hablado en anteriores artículos sobre la eficacia del Mindfulness en la reducción del estrés y sobre el alivio del sufrimiento emocional , siendo una técnica altamente eficaz para incrementar la sensación de bienestar.
Aquí te damos cinco razones por las que practicar Mindfulness:
- Se produce un incremento de la percepción de bienestar emocional.
- Hay una reducción de la reactividad emocional.
- Mejora de la atención, concentración y memoria.
- Aceptación de la situación presente estableciendo acciones comprometidas con lo que ocurre en este momento.
- Se consigue incrementar la auto-conciencia.
Cómo practicar Mindfulness en Ciudad Lineal, con Psicopartner:
En los talleres que impartimos en Psicopartner ponemos especial atención en realizar las prácticas de una manera rigurosa, siguiendo la metodología científica y prestando especial atención a la Psicoeducación.
- En los programas formativos de 8 semanas, y de 4 semanas, para reducir ansiedad y estrés a grupos particulares.
- En los programas formativos de 8 semanas para reducir ansiedad y estrés en entornos organizacionales y empresa.
- En los talleres de meditación para mantenimiento grupal de la práctica continuada a lo largo del año.
- En las sesiones individuales supervisadas por los psicólogos de nuestro centro, desde el contexto psicoterapeútico.
Si estás interesado en practicar Mindfulness en Ciudad Lineal, no dudes en contactar con nosotros a través del formulario y pregunta por nuestros talleres.