Hablar de la salud mental de las mujeres es como hablar de la receta secreta de la abuela: ¡hay que prestarle atención a todos los ingredientes! Aquí te cuento todo lo que necesitas saber, pero con un toque de humor, porque reír también es saludable.
La imagen social de la mujer ¡Superwoman al rescate!
Muchas mujeres de hoy en día somos una especie de superheroínas: estudiamos, trabajamos, somos independientes, tenemos una familia y nos comprometemos en que todo este conjunto de actividades se mantenga dentro un equilibrio estable, sin que se desborde ¡y todo sin capa! Pero, ojo, que ser superwoman también trae sus tensiones, no es algo inocuo.
Conciliar trabajo y maternidad puede ser como intentar hacer malabares con sandías. ¡Cuidado con los golpes!
Para ello es importante que seamos conscientes de lo que interpretamos como desbordante y cómo respondemos ante ello ¿Reaccionando? o ¿Respondiendo de la mejor manera posible? Es fundamental que en una vida tan “apretada” aprendamos a relacionarnos con el estrés de manera que sepamos gestionarlo y no quedarnos atrapadas en el automatismo que tanto daño nos puede llegar a hacer a las personas.
Situaciones concretas: el exceso de trabajo en el hogar. Alternativas: ¡Corresponsabilidad al Poder!
La corresponsabilidad en las tareas del hogar es fundamental para la igualdad entre sexos y la salud mental. Aquí la clave es compartir las tareas y apoyarnos mutuamente ¡Que el trabajo en equipo hace la vida más fácil!
¡Es hora de repartir las tareas con nuestra pareja, si no lo habíamos hecho ya, y a disfrutar de más tiempo libre!
Es un hecho que el día tiene las horas que tiene y que en ese espacio de tiempo tendemos a ocupar cada vez más horas en actividades relacionadas “con el hacer”. Me refiero a ese conjunto de actividades autorreferenciadas, que hablan exclusivamente de nosotras, de lo bien o mal que hacemos las cosas y de lo malísimas o maravillosas que podemos llegar a resultar a ojos de los demás. Pues bien, esta forma de relacionarnos con la experiencia tampoco es inocua, generando tensión mental, emocional y física en nosotras. Basta ya de plantearnos hacer desde la exigencia cada vez más cosas y que además sean perfectas.
La alternativa es “parar durante unos segundos” (mejor si son unos minutos) y encontrar huecos en el día para conectarnos con lo que necesitamos, con sentir eso que ya está en la experiencia, que nos acompaña y que por la propia inercia no lo estamos viendo. El objetivo es conectarnos con nosotras y generar consciencia. Y decidir si estamos viviendo alineadas con nuestros valores, … si lo que estamos haciendo tiene sentido para nosotras, … hacia donde nos lleva… y actuar en consecuencia.
Imagen corporal: ¡Adiós a los estándares imposibles!
El marketing publicitario nos ha vendido la idea de que debemos ser jóvenes, bellas y con un cuerpo perfecto. ¡Basta ya! La belleza está en la diversidad y en aceptarnos tal como somos. Ejercicio sí, pero para estar saludables, no para cumplir con estándares imposibles.
Sexualidad: ¡El placer es nuestro derecho!
Hace tiempo que la sexualidad femenina dejó de tener como objetivo exclusivo la reproducción ¡El placer también es un derecho universal! Conocer nuestro cuerpo, comunicarnos con nuestra pareja, practicar la asertividad y negociar las líneas rojas son pasos fundamentales para una vida sexual plena y feliz.
Relaciones Afectivas: El amor no lo es todo
El amor de pareja es importante, pero no debe ser el centro de nuestra vida. El mito del amor romántico hace mucho daño. No todo vale por amor. Las relaciones de pareja deben basarse en el respeto, la comunicación y la independencia. Porque la relación de pareja es algo dinámico. Es necesario que cada uno de los miembros se pueda nutrir de espacios específicos en los que se relacionen con otras personas y de esta manera puedan aportar a la relación, a partir de sus nuevas experiencias, construyendo ese espacio común, de pertenencia.
Una pareja está formada por dos personas. Con el tiempo se van estableciendo relaciones entre ambos, se comparten cosas, … Pero existen otros aspectos que pertenecen a la individualidad de cada uno de ellos, que no se comparten: en este sentido existirían dos zonas de individualidad. Y en una relación de pareja muchos aspectos de la individualidad de cada uno de ellos se van compartiendo progresivamente. Vas a su casa, conoces a sus padres, a su familia, … sus aficiones, sus amigos…
La pareja ideal es aquella que conserva elementos de individualidad y de pertenencia. Es un hecho que con el paso de los años los elementos de pertenencia van ocupando la mayor parte del espacio. Y atención porque entonces la pareja podría terminar por “ahogarse en su propia salsa”, … sus miembros no se estarían enriqueciendo con elementos ajenos a la pareja.
Si en tu caso observas que la zona común de la pareja coincide con la de uno de los miembros CUIDADO: uno de los dos tiene su vida propia mientras que la otra persona es totalmente dependiente. En psicología toda situación de desequilibrio es indeseable.
Maternidad: ¡Cuidarse sin culpa!
Ser madre es una gran responsabilidad, pero no debemos olvidarnos de nosotras. La depresión postparto y los cambios de la menopausia son reales, y debemos hablar de ellos sin tabúes. ¡Cuidarse no es egoísmo, es una necesidad!
Cómo mejorar la Salud Mental: Mímate ¡El objetivo debería ser alcanzar el bienestar en general ¡
Un poco de psicología diferencial ayuda a contextualizar la realidad y a desmontar creencias falsas. Las hormonas, los genes y las experiencias modifican el desarrollo cerebral. Las diferencias entre sexos en inteligencia general no son relevantes dado que son muy pequeñas. Y los cambios socioculturales han provocado una caída de la magnitud de estas diferencias entre sexos.
De manera que las diferencias del volumen cerebral entre hombres y mujeres no se relacionan con la inteligencia general, sino más bien con habilidades específicas. Desde el punto de vista de la perspectiva sociológica, la evidencia científica constata que, tanto en inteligencia como en personalidad, hay una tendencia a que las diferencias entre sexos vayan reduciéndose entre generaciones.
Los datos recogidos en muestra clínicas (no son datos de población general) informan que el 72% de las mujeres presentaban trastornos de ansiedad, que la media de edad tenía 30 años, que el 59% tenía estudios universitarios y que el 23% presentaba más de un diagnóstico psicológico (Bernardo de Quirós. M. et al, 2012)
No esperes a sentirte mal para empezar a cuidarte. Busca tiempo para descansar, disfrutar y hacer cosas que te gustan. Reflexiona sobre tus deseos y limitaciones, comparte tus sentimientos y no tengas miedo de buscar ayuda profesional si la necesitas.
Recursos: ¡No Estás Sola!
Hay muchos recursos disponibles para las mujeres que buscan apoyo: servicios sociales, centros de salud, organizaciones de mujeres y líneas de ayuda contra la violencia de género. ¡No dudes en usarlos!
Conclusión: ¡Empoderamiento y Bienestar!
No creo que me equivoque si afirmo que la mayoría de las mujeres del mundo deseamos igualdad sin estigma, sin prejuicios, sin estereotipos sexuales, ni violencia. Queremos un futuro pacífico, sostenible, en el que la pauta sea la igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades para todos los humanos. La salud mental de las mujeres es fundamental, al igual que ocurre con la salud mental de los hombres. Abordar los factores sociales y de género que nos afectan es clave para nuestro bienestar. ¡Porque somos diferentes y todos merecemos ser felices!
Si sientes que estás haciendo malabarismos en tu vida para estar bien, y no lo consigues, quizás sea el momento de buscar ayuda con un profesional de la psicología. Puedes ponerte en contacto con el equipo de Psicopartner, llamándonos al +34 669 489 678 o enviándonos un email a hola@psicopartner.com y reservar una cita presencial o bien utilizando nuestro servicio de psicología online, donde estaremos encantados de analizar tu caso, atenderte y ayudarte.