¿Qué entendemos por hiperconectividad digital?
Hablamos de hiperconectividad refiriéndonos a la condición de estar permanentemente conectados a dispositivos (teléfono, tableta, ordenador) o a plataformas digitales.
La tecnología nos ofrece oportunidades, entre ellas un mayor acceso a información para el cuidado de la salud. La conexión digital ha facilitado el acceder a multitud de recursos en salud mental: aplicaciones para meditar, la posibilidad de llevar a cabo sesiones de terapia de forma online, acceso a comunidades y grupos de apoyo virtual y muchos otros recursos que conllevan para atender y poder foco en la salud mental.
Junto a estas beneficiosas opciones, en nuestra era digital, el hecho de llevar varios dispositivos y atender a múltiples canales a la vez, tiene efectos no tan favorables. Según indican las investigaciones, esta forma de relación con la tecnología guarda relación con el aumento de la ansiedad, del estrés, la depresión, los problemas de concentración, el aislamiento social o el insomnio, entre otros.
Esta actitud implica una disponibilidad permanente, una necesidad de respuesta inmediata y una sobrecarga constante a estímulos, provocando efectos emocionales y fisiológicos, y en términos generales una afectación de la salud mental.

Consecuencias perjudiciales de la hiperconectividad
Entre los efectos encontrados en los diferentes estudios, pueden señalarse:
1. Aumento del estrés y la ansiedad
La urgencia por responder rápido a los mensajes del trabajo, incluso fuera del horario laboral, pasar en las diferentes aplicaciones mucho tiempo sin un objetivo claro, estar constantemente revisando el móvil o tratar de mostrar una imagen perfecta en las redes sociales, puede conllevar altos niveles de estrés
2. Fatiga mental y disminución concentración
El bombardeo constante de información al que se expone al cerebro puede provocar que se encuentre en alerta permanente. Además, se añade el cambio constante entre tareas al que se le somete, puede pasarse de un correo electrónico a una notificación de una red social y a una llamada justo después, lo que genera un agotamiento cognitivo, la fragmentación la atención y la reducción de la capacidad de concentración.
Los estudios ponen de manifiesto que el excesivo uso de pantallas, especialmente antes de dormir, afecta negativamente a la calidad del sueño. La luz azul que emiten los dispositivos altera la producción de la hormona que regula el sueño, la melatonina, dificultando que se concilie el descanso.
4. Dependencia y sensación de pérdida de información
Muchas personas experimentan síntomas de ansiedad ante la imposibilidad de tener conexión o de acceso a su dispositivo. Es conocido con el término anglosajón “fear of missing out” , con sus siglas FOMO, el miedo que sienten las personas ante la posibilidad de perderse algo importante si no se está conectado

¿Cómo tener una relación saludable con la tecnología?
Podemos establecer una relación beneficiosa con la tecnología, para ello debemos aprender a utilizarla de manera más consciente. Algunas estrategias para lograrlo serían:
- Establecimiento de límites claros y realización de pausas
Se pueden definir unos horarios de uso, por ejemplo sólo durante los momentos de trabajo o en determinadas horas de la mañana o la tarde. Adicionalmente establecer limitaciones, como podrían ser, no utilizar dispositivos unas horas antes de dormir, durante las comidas o en los fines de semana, y dedicar ese tiempo para realizar otras actividades gratificantes que no requieren de conexión: leer, pasear… Además pueden identificarse espacios libres de dispositivos, como podría ser el dormitorio
- Desactivación de las notificaciones en las diferentes aplicaciones
Las notificaciones interrumpen constantemente la atención. Desactivar las que no sean urgentes y establecer unos momentos específicos para revisar los mensajes recibidos.
- Atención a la calidad del sueño
Evitar las pantallas un tiempo antes de ir a dormir para que nuestro cerebro vaya bajando la activación y se prepare para el descanso
Observa tu estado emocional, trata de identificar cómo te sientes para que la conectividad digital se haga de manera consciente, y no de forma automática para huir o anestesiarse de la experiencia interior.
Identificar las emociones que se experimentan permite poder afrontar la dificultad que se atraviesa, pues adormecerla no hace más que prolongar el malestar e impedir su cuidado.
- Atiende tus relaciones personales
Paradójicamente, a pesar de esa hiperconectividad en tantos ámbitos, muchas personas experimentan un sentimiento de soledad. Las interacciones digitales pueden generar una ilusión de compañía, que no cubre necesidades afectivas profundas. Cuida de tu faceta social, construye relaciones significativas, focaliza en las personas que te importan.
En resumen, cuando la conexión se vuelve constante e incontrolable e invade espacios personales que te alejan ti mismo/a, es necesario tener conexión con el presente, con las emociones, para poder encontrar el equilibrio y construir una relación más saludable con la tecnología.
Estar conectados es un fantástico avance de nuestra sociedad y la época en la que vivimos, permite trabajar, aprender, relacionarse...hagámoslo sacando el máximo partido sin perjudicar la salud emocional.
Si te has sentido identificado, y tu estado emocional se siente afectado por tu manera de utilizar las tecnologías o porque te cuesta desconectar, puedes contactar con nosotros llamando al +34 669 489 678, a través del correo electrónico hola@psicopartner.com o mediante el formulario de contacto de nuestra página web, estaremos encantados de atenderte y ayudarte.





